Conversaciones con las familias de los 40 rehenes liberados proporcionan los primeros detalles de lo que vivieron en manos de Hamás. La mayoría fueron retenidos en túneles, mientras que otros fueron encerrados en casas y edificios y temían ser bombardeados
Yael Freidson*
Hamás liberó a 51 israelíes entre el viernes y el lunes por la noche, a cambio de 150 presos palestinos. Se cree que al menos otros 196 rehenes se encuentran retenidos en Gaza.
La liberación del cuarto grupo de rehenes este lunes tuvo lugar poco después de que se anunció una extensión de dos días de la tregua temporal entre Israel y Hamás, durante los cuales Hamás liberará a otros 20 secuestrados israelíes.
Emily Hand, de 9 años, sufre graves traumas tras su experiencia. Cree que estuvo secuestrada durante un año, habla en susurros pues la obligaban a no hacer el menor ruido, y llora hasta quedarse dormida. “Se le ha olvidado cómo ser consolada”, dice su padre, Thomas Hand
(Foto: X)
Los rehenes liberados revelaron que, si bien la mayoría de los secuestrados estaban retenidos en túneles subterráneos, otros permanecían en casas u edificios. Algunos fueron trasladados y pasaron sus primeros días en cautiverio en casas privadas, antes de que hombres armados de Hamás se los llevaran a instalaciones controladas por el grupo terrorista.
Un grupo de rehenes dijo que estuvieron retenidos en túneles todo el tiempo y que las condiciones eran difíciles, ya que tenían poca luz y escasa comida. Destacaron que en las últimas dos semanas prácticamente no había alimentos y sobrevivieron principalmente a base de arroz.
Otro grupo, retenido en lo que parecen haber sido casas seguras, tenía mejores condiciones. Su principal preocupación, dijeron, era ser bombardeados. Quienes estaban en los túneles dijeron que podían oír los ataques aéreos sobre Gaza.
Elma Avraham, de 84 años, fue secuestrada en delicado de salud y no recibió ningún cuidado médico durante su cautiverio. Al ser devuelta la internaron de inmediato en el hospital Soroka de Beersheva. Su hija acusa a la Cruz Roja de no haber intentado hacerle llegar sus medicamentos a pesar de sus súplicas
(Foto: redes sociales)
Algunos secuestrados dijeron que podían seguir los informes de los medios israelíes y sabían lo que estaba sucediendo en el mundo exterior. Por ejemplo, Ohad Munder, quien cumplió nueve años en cautiverio, escuchó a su familia desearle un feliz cumpleaños en una trasmisión de televisión israelí. Otros rehenes que lo acompañaban también le desearon un feliz cumpleaños. Fue liberado el pasado viernes junto con su madre Keren y su abuela Ruth.
Hana Katzir, quien también fue liberada, se enteró del asesinato de su hijo en una de las pocas ocasiones en que se les permitió escuchar la radio israelí. Tras su liberación, se enteró de que su marido también fue secuestrado y permanece en Gaza.
Un miembro del Foro de Familias para el Retorno de Rehenes y Desaparecidos declaró a los medios israelíes que varias mujeres fueron mantenidas en jaulas, según informó The Jerusalem Post
Dijeron que las condiciones para dormir eran difíciles, especialmente para los rehenes mayores, que tenían que dormir en un colchón en el suelo o en sillas de plástico.
Merav Mor Raviv contó a The New York Times que su prima, Keren Munder, le dijo que “comían, pero no con regularidad ni todo el tiempo”. El arroz y el pan eran sus comidas principales Agregó que Keren y Ruth Munder bajaron de seis a ocho kilos en cautiverio. Explicó que los rehenes dormían en sillas juntas, y que cuando necesitaban ir al baño tenían que tocar la puerta de su celda y esperar, a veces, hasta dos horas.
Yoni Asher al reunirse con sus hijas secuestradas, Raz y Aviv
(Foto: FDI)
Un miembro del Foro de Familias para el Retorno de Rehenes y Desaparecidos declaró a los medios israelíes que varias mujeres fueron mantenidas en jaulas, según informó The Jerusalem Post.
En los días posteriores a los ataques del 7 de octubre, Hamás distribuyó videos en un canal de Telegram que mostraban a niños rehenes mantenidos en jaulas durante la mayor parte del tiempo.
Eitan Yahalomi, de 12 años, fue golpeado, encerrado solo durante muchos días y obligado por los terroristas a ver videos de la masacre del 7 de octubre a punta de pistola. Su padre sigue secuestrado
(Foto: Arutz Sheva)
Hamás distribuyó el lunes una carta supuestamente escrita por Danielle Aloni, quien fue secuestrada junto con su hija Emilia, de cinco años. En la carta, escrita en hebreo y traducida al árabe, supuestamente agradecía a Hamás por la “extraordinaria humanidad” brindada a su hija, quien “se sentía como una reina”. La carta también decía: “Siempre seré prisionera de amor porque [Emilia] no salió de aquí con un trauma sicológico”. La familia Aloni no ha confirmado la existencia de la carta ni su contenido. Esa carta es una de las varias que los rehenes fueron obligados a escribir, según informes de los medios israelíes.
Algunos rehenes hablaron de su preocupación de que fueran atacados en el último momento por Hamás o por los habitantes de Gaza, que arrojaron piedras al vehículo que los llevaba a Egipto. “Hasta el último momento no estábamos seguros”, dijo un rehén. “Pensábamos que nos lincharían en el camino a Israel”.
*Periodista.
Fuente: Haaretz.
Traducción de Enlace Judío, versión NMI.