Israel, enemigo acérrimo del régimen islamista de Irán, se mantiene en segundo plano y muestra discreción tras el ataque de EEUU que mató al general iraní Qasem Soleimani, aunque según los analistas con este ataque se ha librado de uno de los principales estrategas militares en su contra en la región.
Su perfil bajo «es por razones de inteligencia» y para «no caer en el juego de Teherán, que le culpa de todo aquello que sucede» en Oriente Medio, cuenta el experto militar israelí Eran Lerman.
Israel «tiene un papel menor» en la escalada por el ataque selectivo en Bagdad que acabó con la vida del comandante de la Guardia Revolucionaria y también del vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes. «No tiene sentido que se inmiscuya con una posición destacada», sostiene el analista Benjamín Miller, quien asegura que «ahora la batalla clave se libra en Iraq».
Pese a la venganza prometida por Teherán, Miller ve «improbable» que los persas tengan el blanco puesto en Israel, máximo aliado de los norteamericanos en la región. «Podría ser un objetivo, pero conocen su poder militar y de disuasión», asegura, en referencia a los ataques contra posiciones iraníes y de sus milicias aliadas en Siria, donde Irán apoya el régimen de Bashar al-Assad, lo que ha provocado bombardeos israelíes para repeler su presencia estos últimos años.
La unidad alpina de las Fuerzas de Defensa de Israel en el monte Hermón, en el Golán.
(Foto: Wikimedia Commons)
Ante la tensión, las autoridades israelíes tomaron medidas de seguridad para protegerse de una posible represalia. Este fin de semana, indicó una portavoz militar, el Ejército autorizó la reapertura al público del monte Hermón (en los Altos del Golán), que se había cerrado a los visitantes por precaución, ya que en el pasado fue objetivo de proyectiles desde territorio sirio.
Esta vez la cuestión iraní también ha causado pocas reacciones oficiales del liderazgo israelí. El primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, conocido por su retórica contundente contra Teherán, apoyó el ataque contra Soleimani en unas cortas declaraciones, pero no ha tratado más el asunto. Su oficina declinó hoy hacer comentarios.
El Ejecutivo valoró los escenarios en el Gabinete de Seguridad, y el mandatario ha pedido a sus ministros que sean discretos y no hablen al respecto. Pero pese a su silencio, destaca Miller, las autoridades perciben «con satisfacción» la muerte de Soleimani, quien estaba encargado de las operaciones en el extranjero del Cuerpo de los Guardias de la Revolución Islámica iraní (IRGC), y supervisaba a sus grupos aliados en Irak o Siria. «Lideraba la coalición en contra de Israel» y se ocupó de desplegar a milicias chiítas en la región «para rodear el país», por lo que constituía «una amenaza» estratégica que ahora es menor, y el aparato de seguridad lo considera una jugada a su favor.
Además, agrega, la reciente acción de EEUU podría significar el inicio de un cambio de posición favorable a Israel. «Parecía que los israelíes estaban solos contra Irán» en la región, «pero ya no parece así», aunque matiza que las políticas del presidente estadounidense, Donald Trump, son impredecibles y hará falta ver cómo se desarrollarán los acontecimientos.
Con todo, Lerman advierte que Israel deberá seguir en alerta: se ha entrado en una etapa de «aguas turbulentas» en las que reinará la inestabilidad, y no descarta que milicias proiraníes en Siria o el grupo Hezbolá en el Líbano disparen contra territorio israelí para ejecutar la venganza de Irán, aunque lo ve poco probable.
También podría suceder desde la Franja de Gaza con el grupo Yijad Islámica, que cuenta con respaldo iraní, y que se enfrentó a Israel en un fuerte repunte de violencia este pasado noviembre.
Ismail Haniye, el jefe político del movimiento islamista Hamás, que controla el enclave, asistió al masivo funeral de Soleimani en Teherán, lo que demuestra sus estrechos vínculos en el llamado “Eje de la Resistencia” contra EE.UU. e Israel. Aún así, no ha habido evidencias de que las facciones palestinas de Gaza quieran escalar la tensión sobre el terreno, y Hamás parece comprometido a mantener los acuerdos de calma con Israel, que por ahora contempla la última escalada de la región con precaución y desde la distancia.
Fuente: EFE y Aurora. Versión NMI.