Según reportes, Israel estaba en conversaciones avanzadas para trasferir equipos médicos al Líbano la noche del miércoles 5 de agosto, un día después de la mortal explosión en el puerto de Beirut.
Las Naciones Unidas gestionaron los contactos, según la emisora pública Kan, que citó a una fuente no identificada de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), que señaló que el gobierno local recibió la oferta de ayuda de Israel pero aún no había respondido «oficialmente». La nota indicó que Israel enviaría «equipo específico» al Líbano, pero no dio más detalles.
Los dos países no tienen relaciones diplomáticas, y se clasifican mutuamente como un “Estado enemigo”.
El martes 4 de agosto una explosión masiva sacudió Beirut, matando al menos a 100 personas y dejando en ruinas grandes áreas de la capital. El desastre sucedió mientras el Líbano ya se encontraba en una crisis económica sin precedentes, y los hospitales luchan para hacer frente a los miles de heridos.
Imagen tomada desde un dron de la destrucción causada por el violento estallido en el puerto de Beirut
(Foto: AP)
Varias horas después del estallido, los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa de Israel anunciaron que «se habían acercado al Líbano a través de canales diplomáticos para ofrecer ayuda humanitaria al gobierno «.
Poco después, la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu emitió un comunicado diciendo que había aprobado la oferta de asistencia, y ordenó al asesor de seguridad nacional, Meir Ben-Shabat, que se comunicara con funcionarios de la ONU para explorar «cómo Israel puede ayudar aún más al Líbano».
Otros países, incluidos Catar y Kuwait, enviaron ayuda al Líbano el miércoles. Los países europeos también ofrecieron ayuda.
Israel envía regularmente asistencia a países lejanos que sufren desastres, incluyendo la creación de hospitales de campaña, apoyo en esfuerzos de búsqueda y rescate, y el envío de alimentos, agua y otros elementos esenciales.
Netanyahu expresó el miércoles sus condolencias al pueblo libanés, y reiteró su oferta de enviar ayuda humanitaria. “Lo hemos hecho en el pasado. Durante la crisis humanitaria en Siria ordené la construcción de un hospital de campaña en nuestra frontera en los Altos del Golán. Hemos ofrecido varias veces, después de terremotos y desastres naturales en Irán, asistencia humanitaria al pueblo iraní”. «Ese es nuestro camino”, continuó Netanyahu. “Distinguimos entre los regímenes y las personas”.
Sin embargo, Israel también ha dejado pasar ocasiones de ofrecer ayuda al Líbano. El año pasado, por ejemplo, ese país pidió apoyo a sus vecinos para combatir incendios forestales que asolaron varias casas y mataron a un bombero voluntario en el país mediterráneo. Beirut no pidió ayuda a Israel y Jerusalén tampoco la ofreció, a pesar de haber prestado asistencia a otros Estados de la región, incluidos aquellos con los que tampoco tiene relaciones diplomáticas.
Sus ofertas de ayuda a países enemigos casi siempre son rechazadas, y a veces le acusan de intentar un «lavado de imagen», alegando que utiliza la asistencia ante desastres para pulir su imagen.
Además de la ayuda humanitaria, cuatro hospitales israelíes se han ofrecido para ayudar a tratar a los heridos del Líbano.
Muchos israelíes han expresado horror por el desastre que afectó a Beirut y simpatía con el pueblo libanés, a pesar de la enemistad entre ambos países. El ayuntamiento de Tel Aviv se iluminó con los colores de la bandera del Líbano en solidaridad el miércoles por la noche.
Algunos dirigentes de la derecha expresan su oposición a ayudar al Líbano, hogar del grupo terrorista Hezbolá, con el que Israel ha estado en conflicto durante décadas. Hezbolá ha jurado la destrucción del Estado judío, y actualmente forma parte del gobierno libanés. Los líderes israelíes, incluido Netanyahu, con frecuencia dicen que responsabilizan al gobierno de Líbano por cualquier ataque de Hezbolá, que tiene sede en ese país.
Bezalel Smotrich, miembro de un partido de la oposición derechista religiosa, escribió en Twitter que solo se debería ofrecer ayuda al Líbano si estuviese en el interés estratégico de Israel. «Moralmente no tenemos la obligación o la necesidad de extender una mano amiga a un Estado que es un enemigo absoluto», escribió.
Israel ha librado una serie de guerras con el Líbano. Entre 1982 y 2000 ocupó una franja del sur del Líbano para expulsar a los grupos terroristas palestinos, y en 2006 libró una guerra devastadora contra Hezbolá. Si bien Israel ha evitado una confrontación directa con las fuerzas armadas libanesas respaldadas por Estados Unidos, en los últimos años ha indicado que tal vez no actúe igual en un conflicto futuro.
Las tensiones han sido altas recientemente en la frontera israelí-libanesa, después de que Israel frustró un intento de infiltración de hasta cinco miembros de Hezbolá, lo cual esa organización niega. Israel se ha estado preparando para un ataque de Hezbolá, después de que el grupo terrorista acusó al Estado judío de matar a uno de sus hombres en un ataque aéreo en Siria el mes pasado.
Fuente: The Times of Israel. Traducción y versión NMI.