Aquellos que acusan a Israel de “limpieza étnica” deberían buscar en otra parte de la región, especialmente en el Líbano
Hussain Abdul-Hussain*
Los propagandistas palestinos quieren que usted crea que Israel está practicando una “limpieza étnica” de no judíos. Sin embargo, una mirada más cercana a la demografía demuestra lo contrario.
Con motivo del Día de Jerusalén el mes pasado, la Oficina Central de Estadísticas de Israel publicó cifras que muestran que cerca del 40% de los residentes de Jerusalén son árabes, un nivel que no ha cambiado desde que se realizó un censo en 1947, un año antes de la fundación del Estado.
Israel es un Estado judío. Sus minorías son árabes: musulmanas, cristianas y drusas. Su número ha crecido constantemente, junto con la población general del país. En áreas bajo el control de la Autoridad Palestina (AP), todos son árabes. Los musulmanes son la mayoría, y los cristianos una minoría menguante que teme por su seguridad. En el vecino Líbano, cuya población es abrumadoramente árabe, los cristianos eran mayoría cuando se fundó el Estado en 1920, aunque ya no. Si uno pregunta dónde prosperan las minorías en el Medio Oriente, la respuesta es Israel.
El porcentaje de cristianos que viven en áreas ahora bajo la Autoridad Palestina ha disminuido rápidamente, de 51.000 de un total 435.000 en 1949, o el 12%, a tan solo 1% en 2017.
El patriarca ortodoxo griego de Jerusalén, Teophilos III, encabeza la ceremonia del “lavado de los pies” de Semana Santa en el Santo Sepulcro
(Foto: Reuters)
Los cristianos ahora son minorías en las ciudades palestinas donde históricamente habían mantenido una mayoría. En Belén, se redujeron del 84% en 1922 al 28% en 2007, cuando la Autoridad Palestina llevó a cabo un censo importante. Durante el mismo período, en las ciudades de Beit Jala y Beit Sahour, en Cisjordania, los cristianos disminuyeron de 99% y 81% a 81% y 65%, respectivamente.
En 2020, cuando el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas (PCPSR) preguntó a los palestinos cristianos “cómo se sentían bajo la ocupación israelí”, el 70% respondió que se sentía seguro, el 94% dijo que podía viajar libremente, y 57% contestó que nunca se sintió acosado al cruzar los puestos de control israelíes.
Si Israel no hace que los palestinos cristianos se sientan inseguros, ¿quién lo hace? Según el PCPSR, 87% de los cristianos está preocupado por el aumento de la delincuencia en el territorio de la Autoridad Palestina, el 77% teme a los grupos islamistas radicales, incluido Hamás, y 67% de los cristianos palestinos dicen que se sienten inquietos por una disposición de la Ley Básica Palestina que estipula que “los principios de la sharía islámica son una fuente principal de legislación”.
Es cierto que la cantidad de árabes cristianos en Israel ha disminuido, pero solo en un punto porcentual, del 2,9% en 1949 al 1,9% en 2021. Curiosamente, la disminución en la cantidad de cristianos refleja la de la mayoría judía: ambas comunidades se han visto superadas por el rápido aumento del número de musulmanes. Por lo tanto, aunque la población de judíos y cristianos israelíes aumentó, su proporción de la población total se ha reducido.
Los cristianos del Medio Oriente no han estado desapareciendo solo de las ciudades palestinas. Al norte, en el vecino Líbano, el porcentaje de cristianos desde 1932 se ha reducido en casi 20 puntos porcentuales, del 53% al 34%. Aunque el Líbano no ha realizado ningún censo desde que los franceses hicieron uno en 1932, las listas de votantes elegibles (mayores de 21 años) se actualizan de forma periódica y automática. Y dado que los escaños del Parlamento se asignan según líneas sectarias, la religión de los candidatos y votantes se marca en las listas y en la identificación de votantes.
La población libanesa ha crecido sustancialmente desde 1932, de 790.000 a aproximadamente cinco millones. Pero el tamaño relativo de los diferentes grupos ha cambiado drásticamente. Desde 1932, los libaneses sunitas y chiítas han aumentado de 22,0% y 19,5% al 29,7% y 29,1% respectivamente, a medida que el porcentaje de cristianos ha disminuido.
Los cristianos ahora son minorías en las ciudades palestinas donde históricamente habían mantenido una mayoría
Esta tendencia a largo plazo sigue siendo visible incluso si uno se enfoca en datos más recientes. Desde 1992, cuando el fin de la guerra civil libanesa permitió celebrar sus primeras elecciones después de un paréntesis de 20 años, las listas de votantes muestran que la población sunita está creciendo a un ritmo más rápido que la chiita. Desde entonces, el porcentaje de cristianos y drusos ha seguido disminuyendo.
Los drusos, que alguna vez gobernaron el Líbano entre los siglos XVI y XIX, vieron disminuir su participación en la población del 6,7% en 1932 al 5,5% en la actualidad. Mientras tanto, sus correligionarios en Israel disfrutaron de un aumento de diez veces entre 1949 y la actualidad, por lo que el tamaño de la comunidad drusa se mantuvo al ritmo del crecimiento de la población general del Estado judío. Su participación en la población se ha mantenido constante en 1,6% desde 1949.
Una minoría libanesa casi ha desaparecido: los judíos. Los judíos del Líbano sumaban unos 3600 en 1932, o el 0,5 por ciento de la población. Hoy se ubican oficialmente en 0,11%, o 4000 en total, según las listas de votantes. Pero esas cifras son una ficción burocrática: los esfuerzos para localizar judíos libaneses reales han arrojado menos de treinta. Muchos de los judíos que supuestamente viven en el Líbano tienen más de 100 años de edad, según las listas de votantes. El problema es que el Líbano depende de las familias y las comunidades religiosas para registrar el fallecimiento de una persona, pero casi no quedan judíos en el Líbano para informar de tales muertes, creando así una ilusión de inmortalidad.
Si los judíos del Líbano hubiesen crecido demográficamente al mismo ritmo que los chiítas, hoy serían unos 35.000. Pero en el Líbano los judíos no han sido bienvenidos desde el nacimiento de Israel en 1948.
Por el contrario, Israel hoy es el único país del Medio Oriente que otorga los mismos derechos a musulmanes, cristianos y drusos. Y aunque el sistema está lejos de ser perfecto, el número de estas minorías refleja una realidad alentadora. La demografía de Israel se mantiene estable. Esta es la realidad en cuanto a la «limpieza étnica» u otras formas de discriminación sistémica.
*Investigador de origen iraquí en la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), Washington.
Fuente: The Times of Israel.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.