Con una inversión de 500 millones de euros, Israel eleva la torre en el desierto del Néguev para generar energía renovable.
U na vez completada a finales de 2017, la Torre Ashalim se elevará a 240 metros, más alta que la torre de Montparnasse de París y la torre Gherkin de Londres, de acuerdo con el gobierno de Israel y el consorcio que la construye.
Cubierta de acero inoxidable, la torre cuadrada en el desierto del Néguev tendrá un pico parecido a un faro gigante, y será visible desde decenas de kilómetros de distancia.
Un campo de espejos que cubre 300 hectáreas –el tamaño de más de 400 estadios de fútbol– enfocará la luz solar hacia la punta de la torre, un área llamada “la caldera” que se parece a una bombilla gigante. La caldera, cuya temperatura se elevará a 600 grados Celsius, generará vapor que se canalizará hacia la base de la torre, donde una turbina producirá la electricidad.
La construcción, cuyo costo se estima 570 millones de dólares, está siendo financiada por la firma estadounidense General Electric, la francesa Alstom y el fondo de inversión privada israelí Noy.
En Nitzanei Eshkol, la escuela primaria en el Consejo Regional Eshkol cerca de la Franja de Gaza, comenzó a operar un sistema eléctrico alimentado por completo por energía solar. Este sistema satisface totalmente la demanda de energía de la escuela.
Después de largos meses de planificación y la instalación de paneles solares, la conexión con el nuevo sistema se completó con éxito. Los alumnos de la escuela, conscientes del medio ambiente, se emocionaron: del primero al sexto grado habían estado observando el proceso y aprendiendo acerca de los beneficios ambientales del uso de la energía solar para generar electricidad.
El proyecto fue una iniciativa del Consejo Regional Eshkol con la intención de ahorrar energía y reducir los costos para el funcionamiento de lo que se define como una “escuela verde”. En el futuro, la escuela Nitzanei Eshkol agregará programas académicos sobre el tema a su plan de estudios.
Fuente: Radio Jai.
Versión NMI.