El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó el cierre de la embajada de Israel en Paraguay el miércoles, horas después de que el nuevo gobierno de la nación latinoamericana anunciara que trasladaría su embajada desde Jerusalén a Tel Aviv.
«Israel ve con la mayor gravedad la extraordinaria decisión de Paraguay, que empañará las relaciones bilaterales», dijo Netanyahu. La decisión de Paraguay llega pocos meses después de que reubicara su embajada en la capital en mayo, convirtiéndose en el tercer país en hacerlo después de Estados Unidos y Guatemala.
La decisión se produce solo semanas después de que el presidente Mario Abdo Benítez tomara posesión como nuevo presidente del país. Abdo defendió su decisión el lunes como parte de un esfuerzo para apoyar una «paz amplia, duradera y justa» entre israelíes y palestinos. «Paraguay es un país de principios», tuiteó Abdo Benítez.
El estatus de Jerusalén se considera uno de los obstáculos más espinosos para forjar un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos, que ven a Jerusalén Oriental como la futura capital de un Estado palestino.
En diciembre, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, revirtiendo décadas de política estadounidense y desatando la furia en el mundo árabe y entre varios aliados occidentales. Estados Unidos inauguró una nueva embajada en Jerusalén el 14 de mayo; Guatemala hizo lo mismo poco después, y luego Paraguay.
El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay calificó la reacción de Israel como «desproporcionada». Abdo Benítez, quien asumió el cargo el mes pasado, pertenece al mismo partido conservador que su predecesor Horacio Cartes, quien había inaugurado la nueva embajada de Paraguay en Jerusalén.
Con información de Israel Hayom