El Ejército israelí ha dado por acabada la operación lanzada el pasado 4 de diciembre anunciando el hallazgo del último y sexto túnel que penetraba en su territorio.
«Hemos hallado otro túnel de ataque del grupo terrorista Hezbolá y de esta forma completamos la operación que tenía como objetivo detectar, exponer y neutralizar todos los túneles de penetración en nuestro territorio», anunció el teniente coronel Jonathan Conricus a los periodistas en conversación telefónica.
Según este portavoz militar, «el último corredor transfronterizo de Hezbolá fue cavado desde una vivienda particular en la localidad libanesa de Ramyah. Se trata del más grande, preciso y sofisticado túnel hallado durante la operación con una profundidad de 55 metros, una altura de caso dos metros y una longitud de centenares metros en el Líbano y decenas ya en nuestro territorio».
Mientras Finul ha reconocido la existencia de la mayoría de túneles denunciados por Israel, el Líbano replica que «son viejos de hace años». Beirut, por otro lado, denuncia «las constantes violaciones del espacio aéreo libanés» a cargo de la Fuerza Aérea israelí. Por último, el ministro de Asuntos Exteriores, Gebrán Basil, anunció la presentación de una protesta oficial ante la ONU por la construcción de un muro israelí en zonas en disputa en la frontera.
Desde el inicio de la operación, lanzada el pasado 4 de diciembre, el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, no ha hecho ningún comentario en público al respecto. Algunos analistas explican su extraño silencio opinando que «Israel le ha sorprendido neutralizando una de las principales armas de Hezbolá». Otros, sin embargo, señalan que el motivo podría ser aún más dramático: el deterioro de la salud del máximo dirigente del grupo libanés proiraní Partido de Dios.
En otra entrevista, envió un mensaje a Nasralá: «Si supiera lo que sabemos de él, sería el hombre más preocupado de Oriente Medio. Ahora sabe que Israel conocía su plan secreto desde hace varios años: perpetrar un ataque sorpresa contra Israel en el futuro a través de los túneles».
«No detectamos ninguna amenaza subterránea sobre las localidades del norte de Israel pero estaremos aquí para supervisar y frustrar cualquier intento de penetración terrorista», afirman a EL MUNDO fuentes militares a pocos metros de la frontera.
El teniente coronel A, al frente de un grupo de soldados de la unidad de ingeniería para misiones especiales Yahalom, define la operación como «vital a nivel defensivo» y rechaza darnos detalles sobre la tecnología usada para la detección de los pasadizos subterráneos. Un sistema empleado por primera vez para localizar los túneles cavados por el grupo islamista Hamas desde la Franja de Gaza.
«El anuncio del ejército nos tranquiliza pero no me fío de Hezbolá. Espero que estén atentos por si hay otro túnel», dice Ayala saliendo de la pequeña y tranquila localidad de Metula para ir a trabajar a la ciudad vecina de Kiriat Shmona.
Tras un mes de gran presencia militar israelí en la frontera lo que elevó de forma significativa la tensión ante el grupo proiraní y el vecino libanés, la «partida» vuelve a concentrarse en el tablero sirio. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, este viernes por la noche la Fuerza Aérea israelí atacó depósitos de misiles de Hezbolá recibidos supuestamente por Irán. En los último años, Israel ha lanzado numerosos ataques aéreos contra objetivos militares iraníes y de sus milicias aliadas en Siria. El objetivo declarado por el primer ministro y ministro de Defensa israelí, Benjamín Netanyahu, es «evitar el afianzamiento militar en Siria de las fuerzas de Irán que sigue llamando a la destrucción de Israel». Otro objetivo, según fuentes militares consultadas por EL MUNDO.ES, es «evitar que Hezbolá disponga de misiles de gran precisión».
El presidente sirio Bashar Asad, por su parte, denuncia «las agresiones del enemigo sionista» y destaca que Irán, al igual que Rusia, está en Siria con el consentimiento de Damasco.
La doctrina que deja Eisenkot a su sucesor Aviv Kohavi es priorizar la lucha directa y en la sombra contra Irán -en particular la Fuerza Al Quds- básicamente en Siria por encima de enfrentamientos a gran escala con grupos armados como Hamas (Gaza) y Hezbolá (Líbano).
Una doctrina apoyada por Netanyahu que este domingo ha confirmado numerosos ataques en los últimos años contra objetivos de Irán e Hezbolá en Siria e incluso ha detallado ante las cámaras: «En las últimas 36 horas, la Fuerza Aérea atacó almacenes de armas de Irán en el aeropuerto de Damasco. Estamos más determinados que nunca en actuar contra Irán en Siria tal y como promoción.