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Moisés Garzón Serfaty*
H ace algunos meses, leí en el diario panameño La Prensa un artículo titulado “¿La islamofobia, ¿aversión exagerada?”, de la periodista Violeta Yangüela, que no tiene desperdicio; considero importante divulgarlo casi palabra por palabra, por su valor esclarecedor con respecto al Islam y la yijad.
Afirma la autora que pareciera que “islamofobia” es la palabra del año, y que la sociedad occidental la ha elegido como argumento válido para los que se atreven, con sus críticas, a “ofender” al Islam; Yangüela relata la visita del ahora ex presidente Barack Obama a El Cairo, en 2009, quien en su discurso dijo: “He venido hasta aquí para buscar una nueva relación entre Estados Unidos y los musulmanes del mundo, basada en el interés mutuo y el mutuo respeto; que esté basada en la verdad de que EEUU y el Islam no se excluyen y no necesitan estar en competencia. En cambio, coinciden y comparten principios comunes de justicia, progreso, tolerancia y dignidad de las personas”.
La periodista señala muy acertadamente, con agudeza e ironía, que no sabía que Estados Unidos y el Islam compartieran principios comunes de justicia, que incluyen, por ejemplo, no diferenciar entre Estado y religión, muerte a los no creyentes, lapidación a las mujeres infieles, la condena a muerte por apostasía, el ahorcamiento a los homosexuales, o que se acepte la pedofilia como buena y válida, siguiendo las acciones del profeta y su matrimonio a una edad de más de 50 años con la niña Aisha, de seis años y consumado a los nueve.
Luego menciona algo que me parece que no encaja entre los deberes y competencias de un presidente de Estados Unidos; agregaba Obama en el citado discurso: “He conocido el Islam en tres continentes, y esa experiencia guía mi convicción de que la colaboración entre EEUU y el Islam debe basarse en lo que es el Islam, no en lo que no es. Considero que parte de mi responsabilidad, como presidente de Estados Unidos, es la lucha contra los estereotipos negativos del Islam allí donde surjan”.
Aquí, a propósito de los “estereotipos negativos” del Islam, Yangüela indica brevemente los deberes de los musulmanes y explica la islamofobia, surgida a raíz de los crueles, inhumanos y condenables ataques indiscriminados del terrorismo islámico radical en diferentes lugares del planeta, con estos argumentos: “Y llega la islamofobia. ¿Se podría saber cuál es el Islam y cuáles son los estereotipos que surgen? ¿Acaso al-Qaeda y sus franquicias no son islámicas? Decía Osama bin Laden: ‘Es una orden de Alá purificar el Islam de todos los no creyentes, especialmente la península de Arabia, y es deseo de Alá liberar la tierra santa de cruzados, judíos y estadounidenses, y Osama es un servidor de Alá y solo cumple su deber. Matar a los estadounidenses y a sus aliados es un deber para cualquier musulmán’”.
La articulista finaliza su excelente exposición así: “Ahora le toca el turno al llamado Califato Islámico y su yijad. Dicen que ese no es Islam. De acuerdo con los expertos del Islam, la yijad, palabra que significa lucha, esfuerzo, es una obligación de todo musulmán. Algunos lo interpretan como una lucha espiritual y moral, y la gran mayoría lo entiende en sentido militar. Esta interpretación militar se fundamenta en la universalidad de la revelación, de que el mensaje de Alá es para toda la humanidad, y es deber de cada musulmán convertir o subyugar a los que se niegan a aceptarlo. La obligación no tiene espacio ni tiempo y debe continuar hasta que el mundo acepte la fe islámica. No podrá terminar con un acuerdo de paz, sino con la victoria final. Islamofobia, ¿aversión exagerada?”.
Gracias, Violeta Yangüela, por contribuir de manera brillante a ilustrar la verdad acerca de la trágica y dolorosa realidad que golpea al mundo por el fanatismo religioso de los islamistas radicales.
*Co-fundador de Nuevo Mundo Israelita
“Las víctimas inmediatas del ataque perpetrado por tres terroristas del clan Jabarin en Umm al-Fahm fueron dos policías israelíes. La víctima a largo plazo es la relación entre los ciudadanos judíos y árabes de Israel”.
Léalo en Enlace Judío: http://bit.ly/2u0fvA2
“Al parecer, las llamas en el Monte del Templo y sus alrededores fueron alimentadas por fuerzas externas que no eran palestinas ni árabes”.
Léalo en Israel Hayom: http://bit.ly/2ugDc2k