L os constantes bombardeos por parte de varios países occidentales y el ejército iraquí han logrado que el año 2016 encuentre al “Estado Islámico” sufriendo importantes pérdidas territoriales.
A finales de diciembre, ISIS se retiró de las ciudades iraquíes de Tikrit (famosa por ser el lugar de nacimiento de Saddam Hussein) y Ramadi. Por otra parte, las milicias kurdas conquistaron las ciudades de Sinjar en Iraq y Kobani en Siria, así como Tel Abiad cerca de la frontera turca y Tishrin Dam cerca de Alepo.
Durante este año, se espera que dos grandes campañas determinarán el destino del “Estado Islámico”: las batallas por sus dos “capitales”, Mosul en Iraq y Raqa en Siria.
Por otra parte, durante los últimos meses se ha producido un cambio importante en las fuentes de financiamiento del grupo terrorista, ya que ha habido frecuentes bombardeos a los campos petrolíferos que están bajo su control, de los que obtiene la mitad de sus ingresos; sus “bancos” también han sido atacados.
Sin embargo, ISIS ha seguido expandiéndose por otros países, sobre todo Libia, Yemen, Afganistán y varias naciones del norte de África. Libia, que se encuentra en un estado de anarquía por sus guerras tribales, podría ser una alternativa si la organización sufre pérdidas significativas en Siria e Iraq. Actualmente ISIS controla varias ciudades libias, incluyendo Sirte y Darna, y está rodeando el “arco petrolero” del país. La proximidad de Libia a Europa (sobre todo Italia), y el hecho de que está rodeada por el desierto, facilita el suministro de armas, la llegada de nuevos reclutas y la posibilidad de realizar más ataques terroristas en el Viejo Continente.