El pasado 25 de octubre culminó el seminario “Auschwitz Ayer y Hoy”, auspiciado por el Instituto Superior de Estudios Judaicos de la Federación Sionista de Venezuela y el Comité Venezolano de Yad Vashem.
En esta actividad, realizada en el Hogar B’nai B’rith, Nora Fischbach desarrolló en detalle, con el empleo de una presentación audiovisual, cómo fue el campo de exterminio de Auschwitz. La explicación abarcó distintas disciplinas, ubicación física y geográfica, demografía, estructuras, mecanismos de funcionamiento y logística. La ponente se refirió a las distintas partes del campo: Auschwitz I, Auschwitz II (Birkenau) y Auschwitz III (Buna Monowitz), todas pensadas para la aniquilación sistemática de un pueblo, el judío.
En Auschwitz se asesinó también a personas no judías, aclaró Fischbach, pero su objetivo central fue el exterminio del judaísmo de la faz de la tierra. Auschwitz pasó de ser un pacífico pueblo en Polonia, con galpones militares de la Primera Guerra Mundial, a una macabra estructura de muerte y destrucción.
En Polonia, comentó la expositora, coexistieron judíos y cristianos durante ocho siglos. Los polacos, al igual que otros pueblos europeos, se caracterizaron por tener épocas verdaderamente antisemitas, quizá por el abuso del mito de la muerte de Jesús a manos de los judíos proclamado desde el púlpito.
El seminario abordó también los experimentos médicos del doctor Mengele, el genocidio romaní (gitano), y la matanza en tiempo récord de los judíos húngaros cuando ya la guerra iba mal para los nazis (mayo a julio de 1944). Se refirió asimismo a los Sonderkomando (judíos obligados a retirar los cuerpos de los crematorios, quienes eran asesinados a su vez cada dos o tres meses), los crematorios de Auschwitz II (Birkenau) y el subcampo de Buna Monowitz. Se mencionó la particularidad de Auschwitz de que se tatuara el número a las víctimas, de la selección inmediata apenas llegaban los trenes para dividir a los recién llegados entre mano de obra esclava (adultos jóvenes, hombre y mujeres) y niños y viejos, estos últimos conducidos directamente a las cámaras de gas. Se hizo referencia a Adolf Eichmann y su eficiente puesta en funcionamiento de los trenes de la muerte en un lugar estratégico, ya que Auschwitz estaba rodeado de vías férreas disponibles para el horror y la matanza.
Testimonios de hijos de sobrevivientes
Importancia especial en este seminario tuvo el testimonio de varios hijos de los sobrevivientes: Tomás y Miguel Osers (Harry Osers Z’L), Ernesto Spira (Trudy Spira Z’L) y la propia Nora Fischbach (Ezra Hirshbein Z’L), que abarcó no solo el recuerdo de sus progenitores sino la forma en que estos influyeron en su vida. Para concluir, cada hijo o nieto de sobreviviente relató su experiencia personal durante su visita a Auschwitz.
Esta parte captó el mayor interés del público asistente, asombrado por lo que escuchaba: testimonios de vida, traumas compartidos por los hijos de los sobrevivientes como proveerse siempre de documentos y de comida, o ser siempre los más adelantados en cualquier oficio o tarea.
Tomás Osers mostró una pequeña taza que conservó su padre al ser liberado de Auschwitz; era difícil para los asistentes entender que en esa tacita cabían las 400 calorías diarias que se daba de comer a los confinados, que del lugar que se tuviera en la fila de esa comida dependía que solo se alcanzara a tomar agua de la sopa (y con ello la inanición estuviese más próxima), o que ubicarse en una posición de una línea cualquiera, cuando los perpetradores llamaban a formarse, pudiera significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Comprender Auschwitz —si eso es posible— no se logró en el seminario. Lo que sí puede haberse logrado fue que cada participante sintiera en carne propia el dolor y la injusticia de ese exterminio. Se entendió a Auschwitz como un fenómeno único que evidencia el fracaso de la humanidad, el olvido de la tolerancia, de la compasión, de la bondad. El punto de quiebre de la civilización. El uso de la razón para llegar a lo completamente irracional. Habrá que hablar, en palabras de Adorno, Gadamer, Primo Levi y tantos otros, de un antes y un después de Auschwitz.
Comité de prensa del Instituto Superior de Estudios Judaicos
Comité de prensa del Comité Venezolano de Yad Vashem