Un avión de Etihad Airlines, proveniente de Abu Dhabi en los Emiratos Árabes Unidos, aterrizó en Israel por primera vez la noche del 19 de mayo. Como informó The Jerusalem Post, el histórico vuelo de carga trajo ayuda humanitaria para los palestinos de Cisjordania y Gaza: 16 toneladas de suministros médicos, incluidos equipos de protección personal y 10 ventiladores.
Israel y los EAU no tienen relaciones diplomáticas; el Ministerio de Relaciones Exteriores coordinó el vuelo, pero el avión no tenía el logotipo de Etihad para no herir ciertas susceptibilidades.
Nikolai Mladenov, Coordinador Especial para el Proceso de Paz de Medio Oriente de la ONU, agradeció al gobierno y al pueblo de los EAU: “Los Emiratos Árabes Unidos son un socio importante, cuyo continuo apoyo a la paz y al pueblo palestino en este momento crítico es muy valorado”, afirmó Mladenov. “La solidaridad global es del interés de todos. Hoy enfrentamos la crisis más desafiante desde la Segunda Guerra Mundial. Podemos superarlo solo trabajando juntos”. El Programa Mundial de Alimentos, en cooperación con Israel, también participó en los esfuerzos.
El avión de Etihad Airlines llegó “camuflado” al aeropuerto Ben Gurión, sin portar su logo.
(Foto: VisÁVis)
Bonitas palabras, pero al día siguiente la Autoridad Palestina emitió un iracundo comunicado con el cual rechazó el importante envío, tan solo por el hecho de que aterrizó en Israel.
El portal oficial de Israel, Kan, informó que la AP rechazó la ayuda médica alegando que las autoridades de Abu Dhabi no habían coordinado el envío con ellos, y que “la forma en que llegaron los suministros no es aceptable. (…) Si los EAU quieren normalizar [sus relaciones] con Israel, entonces no deberían hacerlo a nuestras espaldas”, dijo una fuente palestina a Kan.
De hecho, la ayuda fue coordinada con la ONU. Se envió a través del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, y fue facilitada por el ya citado Nikolai Mladenov.
Lo que en realidad molesta a los dirigentes palestinos —sin importarles lo más mínimo, evidentemente, la salud de sus súbditos— es que los países árabes sunitas se han venido acercando diplomáticamente a Israel, al tiempo que, cansados de la vacía retórica de Abbas y su grupo, han hecho a un lado la desgastada “lucha de los palestinos”, que solo los ha dejado aislados, a causa precisamente de actitudes como esta.
También es posible que la declaración de rechazo sea solo un espectáculo retórico destinado a los más extremistas entre los palestinos, lo cual también mostraría cuán atrapadas están las dirigencias de la AP y Hamás en su discurso intransigente, que ha impedido cualquier avance en la resolución del conflicto durante décadas.
Durante las últimas semanas, tres de los seis Estados del Golfo Pérsico, entre ellos los EAU, han manifestado su interés en cooperar con Israel en asuntos médicos durante la crisis del coronavirus.
Sami Rozenbaum