El 25 de septiembre quedó inaugurado, después de numerosos retrasos, el primer tramo del nuevo tren expreso entre Jerusalén y Tel Aviv. Esta etapa, denominada “Línea Rey David”, cubre la distancia entre la capital y el aeropuerto Ben Gurión.
El viaje de prueba se efectuó cinco días antes, con un recorrido que llevó al primer ministro Benjamín Netanyahu, el ministro de Trasporte Israel Katz y numerosos periodistas, partiendo desde la estación que lleva el nombre del ex presidente Itzjak Navón en Jerusalén. Esta estación se ubica a 80 metros por debajo del nivel de la calle, ya que el tren no puede ascender a la altura de la ciudad por razones topográficas; esto la convierte en la quinta estación ferroviaria más profunda del mundo.
La velocidad máxima del tren es de 160 kilómetros por hora, y hace el trayecto hasta el aeropuerto en unos 20 minutos. Los vagones tienen dos pisos, y el recorrido ofrece vistas que hasta ahora eran prácticamente desconocidas para la mayoría de los israelíes.
Durante sus primeros tres meses de funcionamiento, el servicio, con trenes que saldrán en ambas direcciones cada media hora, será gratuito; sin embargo, habrá que reservar cupo por medio de las tarjetas electrónicas “Rav-Kav”.
Cuando el sistema se encuentre en pleno funcionamiento habrá tres trenes por hora en cada dirección. El recorrido total de 57 kilómetros, incluyendo cinco túneles (19 kilómetros) y nueve puentes (3 kilómetros), tomará aproximadamente media hora. El costo total del sistema es de 7.000 millones de shékels (1.960 millones de dólares), y uno de sus principales objetivos es reducir la congestión de tráfico entre Jerusalén y Tel Aviv.
El segundo tramo, hasta Tel Aviv, será inaugurado a mediados de 2019.