Ana Jerozolimski*
Hay varios elementos que destacan la diferencia entre la verdad en el terreno y las mentiras difundidas por los enemigos de Israel, que quedaron en evidencia al completar Israel este domingo 19 de setiembre la captura de los terroristas fugados de la cárcel Guilboa en el año nuevo judío Rosh Hashaná, el 6/9.
Se trata de Iham Kamamji y Munadil Nafiyat, ambos miembros de la Yijad Islámica.
Al igual que con los otros dos pares de terroristas que se logró volver a detener, los últimos dos que aún estaban prófugos fueron detenidos sin ningún tiroteo ni enfrentamientos violentos, dado que no se resistieron ni abrieron fuego a las tropas israelíes que llegaron a ellos. Ninguno resultó herido, y por supuesto ninguno murió.
Lo “limpio” del operativo que devolvió también a los dos últimos terroristas escapados a prisión nos recordó una entrevista que años atrás nos concedió Gonen Ben-Itzjak, un abogado de Jerusalén que años antes había sido oficial durante mucho tiempo en el Shabak, el Servicio General de Seguridad. En su momento comentó el caso de unos palestinos que habían muerto en Yenín mientras Israel trataba de detenerlos, lo cual desató serias críticas tanto palestinas como desde afuera. Ben Itzjak recalcó en aquella conversación que para Israel es clave siempre detener con vida a terroristas buscados y no actuar a la ligera y arriesgarse a que mueran, ya que solamente la posibilidad de interrogarlos y recabar información sobre atentados en planificación puede salvar vidas.
Iham Kamamji y Munadil Nafiyat, miembros de la Yijad Islámica, últimos de los terroristas fugados en ser recapturados por Israel
Dada la envergadura de la reacción palestina tildando a los seis de héroes —aunque el entusiasmo comenzó a bajar cuando fueron capturados los dos primeros días atrás, y al día siguiente otros dos—, es oportuno recordar de quiénes se trata.
No son presos políticos encarcelados por ideas o manifestaciones, sino terroristas responsables de atentados y otros crímenes propios de su afiliación: la mayoría de ellos (cinco de los seis), son miembros de la Yijad Islámica, y el otro —Zakaria Zbeidi— era el jefe de los Mártires de Al-Aksa de al-Fatah en el campamento de refugiados de Yenín.
Kamamji, uno de los detenidos este domingo, fue arrestado en 2006 y condenado a cadena perpetua por el secuestro y asesinato del joven israelí Eliahu Asheri. En su juicio, tal cual recordó el portal de The Times of Israel, se dijo orgulloso de lo que había hecho, “explicando” que Asheri, quien tenía 18 años, “no era un niño” y que había estudiado en una academia militar. De más está decir que el Yijad Islámico es responsable de numerosos atentados contra civiles, y que las “explicaciones” del terrorista en cuestión no logran presentar como legítimos los blancos que eligen. Todos son responsables de haber matado israelíes, sean soldados o civiles, y de haber intentado asesinar a varios más en diferentes tipos de atentados.
El tema de los presos es especialmente importante para la sociedad palestina. Se los presenta como héroes y luchadores por la libertad, también cuando son responsables de cruentos asesinatos de civiles y hasta de menores de edad.
La fuga de la cárcel había sido presentada por los palestinos como una gran victoria y los dibujos de cucharas se convirtieron en símbolos, debido a que cavaron el túnel por el que escaparon utilizando cucharas.
Las reacciones palestinas a la captura de los últimos fugitivos fueron muy elocuentes. Tal cual comentó Abu Ali en Telegram, probablemente la más significativa haya sido una registrada en las redes sociales: “Dios mío, qué derrota. La peor derrota es que hayan sido detenidos justamente en Yenín”.
Cabe recordar que los palestinos han convertido a Yenín en uno de los grandes símbolos de su “lucha” contra Israel. De allí salió uno de los fugitivos, el único de Fatah, Zakaria Zbeidi. En 2002, durante el operativo “Muro de Defensa” que Israel lanzó en Cisjordania luego de la matanza de Pésaj en el que un terrorista de Hamás mató a más de 30 personas en el hotel Park de Netanya —operativo cuyo objetivo era desmantelar la infraestructura armada de Hamas y la Yijad Islámica—, los palestinos mintieron diciendo que Israel había masacrado a 500 civiles en el campamento de refugiados de Yenín. La verdad era que allí se había librado una dura batalla en la que murieron 23 soldados israelíes y algo más de 50 palestinos, la mayoría de ellos terroristas armados.
El hecho de que después de toda esa expectativa creada sobre una “resistencia” firme y terrible fuesen capturados por Israel los dos últimos prófugos en Yenín sin disparar un tiro, y sin que siquiera se resistieran, fue un golpe a la moral palestina
En las últimas casi dos semanas desde la fuga, los palestinos no cesaron de hablar del símbolo de Yenín, seguros de que llegarían allí. En las calles de Yenín caravanas de automóviles festejaban tocando sus bocinas, y muchos repartían caramelos. Y dado que el preso más famoso de la fuga es de Yenín, las facciones armadas en la ciudad se prepararon para un operativo que estaban seguros llegaría:
– Se habló de una comandancia conjunta de al-Fatah, Hamás y Yijad Islámica para frenar la entrada de las tropas israelíes a Yenín.
– El portavoz del brazo armado de Hamás, Izz a-Din al-Qassam, Abu Obaida, proclamó tras tres meses de no aparecer en público —siempre cubierto totalmente— que “no le conviene” al ejército israelí acercarse siquiera a Yenín.
– Casi todas las noches desde la fuga, hombres armados de Yenín abrían fuego hacia el puesto de control carretero aledaño de Jalame, donde hay soldados israelies, algo reivindicado luego por la Yijad Islámica.
-Aparecieron por doquier posters en los medios palestinos proclamando que Yenín “no será un paseo por el parque para el ejército israelí”.
Tal cual comenta Abu Ali, el hecho de que después de toda esa expectativa creada sobre una “resistencia” firme y terrible fuesen capturados por Israel los dos últimos prófugos en Yenín sin disparar un tiro, y sin que siquiera se resistieran, fue un golpe a la moral palestina.
Cabe esperar que los grupos terroristas no desplieguen un redoblado esfuerzo para “demostrar” que no fracasaron, organizando atentados que resulten exitosos desde su punto de vista y cobren vidas inocentes en Israel.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente y foto: semanariohebreojai.com