E l primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó esta semana cuatro países africanos, un evento histórico que consolida la reanudación de las cálidas relaciones que el Estado judío mantuvo con ese continente hace medio siglo. Se trata de la primera visita de un primer ministro en funciones al África subsahariana en más de tres décadas.
Israel cumplió un rol prominente en la asistencia técnica a los países africanos que se estaban independizando en la década de 1960, pero esas relaciones se interrumpieron casi completamente a raíz de la Guerra de Yom Kipur de 1973, cuando las naciones árabes los presionaron prometiéndoles una ayuda financiera que nunca llegó.
Netanyahu viajó con una delegación integrada por 80 ejecutivos de más de 50 empresas israelíes.
La primera etapa de la gira llevó a Netanyahu a Uganda, precisamente cuando se cumplían 40 años de la famosa misión de rescate de los rehenes judíos secuestrados por terroristas palestinos y alemanes en el aeropuerto de Entebbe; esta osada acción la dirigió su hermano, Jonathan Netanyahu, quien perdió la vida en ella.
Luego pasó a Nairobi, Kenia, donde el 5 de julio mantuvo un cálido encuentro con el presidente Uhuru Kenyatta.
En Kigali, capital de Ruanda, el primer ministro ofreció una rueda de prensa conjunta con su homólogo Paul Kagame. Netanyahu visitó el memorialconmemorativo del genocidio ocurrido en ese país en 1994, cuando los hutus asesinaron a más de 800.000 tutsis en un período de 100 días. “Mi pueblo también conoce el dolor del genocidio, y ese es un vínculo que ninguno de nuestro países quisiera tener. Sin embargo, perseveramos a pesar de ese dolor, de ese horror; nosotros nunca perdimos la esperanza, y ustedes nunca perdieron la esperanza. Hoy en día, Israel y Ruanda son países exitosos y modelos de progreso”.
El primer ministro continuó: “Creo que hemos aprendido una valiosa lección de nuestro pasado. Cuando escuchamos a los líderes de Hamás llamando a asesinar a todos y cada uno de los judíos del mundo, tenemos el deber de denunciarlo. Cuando escuchamos al líder supremo de Irán pidiendo la aniquilación de Israel, tenemos el deber de alertar al mundo del peligro que entrañan esas palabras de odio”.
El 7 de julio, al arribar a Addis Abeba, capital de Etiopía, Netanyahu solicitó apoyo al primer ministro Hailemariam Desalgn para lograr la liberación de Avraham Mengistu, joven etíope-israelí que permanece cautivo de Hamás en la Franja de Gaza desde 2014.
Asimismo, el premier israelí señaló que su gobierno trabaja para lograr la aliá de los 9000 judíos que quedan en Etiopía. Israel ofrece a ese país asistencia en el manejo del agua, agricultura, comunicaciones, turismo y educación.
Netanyahu logró el apoyo etíope a la propuesta de que Israel se incorpore como miembro observador en la Unión Africana, organismo integrado por 54 países y cuya sede está en Addis Abeba; esto representaría un importante apoyo diplomático para el Estado judío. La Autoridad Palestina posee ese estatus desde 2013.
La oficina del primer ministro israelí negó como “un sinsentido absoluto” un reporte del diario kuwaití Al-Jarida, según el cual se efectuó un cambio en la ruta que seguiría la caravana de Netanyahu entre el aeropuerto de Nairobi y su hotel, el día que arribó a Kenia. De acuerdo con el diario, las autoridades kenianas encontraron un artefacto explosivo en la carretera y detuvieron a dos personas, tras lo cual dispusieron silenciar la noticia.
Sin embargo, los asesores del primer ministro israelí indicaron que la ruta inicialmente prevista no fue modificada.
Con información de The Times of Israel e Israel Hayom.