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Judith de Benaím y Jacqueline Benaím*
Judith de Benaím: "Hebraica nació de una energía indetenible, fue como un milagro, pero un milagro sudado, trabajado con mucho esfuerzo y dedicación. Yo siento que el sacrificio y el legado de toda la gente que se comprometió durante tantos meses y años, quienes trabajaron día y noche, movidos por un ideal, se ha transmitido a lo largo de estos 50 años”.
Jacqueline Benaím: “Era una energía única, la recuerdo de niña, había amor, mucha dedicación y esfuerzo. Hebraica es lealtad y nosotros solo podemos seguir adelante, y estoy segura que esta energía va a perdurar a pesar de la situación país. Es un reto; si no, mira todas las actividades que hay en Hebraica. Vamos a seguir adelante”.
La filosofía de la “continuidad” permeó desde sus inicios, porque los presidentes de Hebraica y sus juntas directivas aunque trabajaban de acuerdo a las necesidades de los miembros, lo hacían siempre completando la obra de la anterior Junta, siempre tomando en cuenta que el concepto de Hebraica era innovador porque incorporaba lo social con lo cultural-educativo y lo deportivo.
Judith de Benaím: “Estoy segura que si Gonzalo estuviera aquí estaría feliz y realizado. Cuando veo a Hebraica me siento completa, siento que se satisfizo el deseo y el anhelo de Gonzalo y el de toda la comunidad”.
*Viuda e hija de Gonzalo Benaím Pinto, respectivamente.
Edgar Benaím*
Hebraica hoy es el oasis de la comunidad, donde sus miembros pueden hacer una vida judía comunitaria a cabalidad. En tiempos como los actuales es, sin duda, el epicentro de todos los hogares. El desarrollo de la noción de “club” a la de un centro comunitario se debió a varias oportunidades que se dieron en sus principios, las cuales relato brevemente:
En primer lugar no dejo de mencionar la gran visión de los hermanos Gonzalo y John Benaím Pinto al dar ese primer paso de desprendimiento a fin de crear Hebraica. Durante las primeras dos presidencias se comenzó el diseño de un moderno centro que daría cabida a los miembros de ambas comunidades.
¡Las expectativas han sido más que superadas! Los primeros presidentes de Hebraica dieron el paso fundamental para la configuración no solo de un club social, para transformarlo en un centro comunitario. Cada presidente y su junta directiva ha dejado su huella plasmada y lo que tenemos hoy es producto del esfuerzo de directivos, voluntarios, empleados y obreros.
El deseo que tengo para Hebraica es que pueda seguir siendo lo que hasta ahora se ha logrado con mucho esfuerzo. El apoyo en todas las áreas de desarrollo de nuestras familias es tarea fundamental en los venideros años para garantizar que desde los más chiquitos hasta nuestros abuelitos tengan su espacio en Hebraica.
*Hijo de John Benaim Pinto, directivo comunitario