Somos la Nación de Israel, recordamos de dónde venimos y estamos aquí para quedarnos
Hay un viejo dicho que las personas mayores dicen a los jóvenes: «He olvidado más de lo que tú jamás supiste».
Bueno, el pueblo judío ha perdido más de lo que casi todos los demás pueblos han ganado.
No somos un pueblo cualquiera. Somos uno de los más antiguos. Hemos existido como pueblo por más tiempo que la mayoría de los demás. Hemos visto innumerables civilizaciones ir y venir, imperios olvidados en los anales de la historia, pero todavía estamos aquí.
Solo somos 16 millones en este mundo. Solo tenemos una pequeña nación, en la que hemos vivido desde tiempos inmemoriales. El libro más leído de la historia es la Biblia, y es un libro sobre nuestro pueblo. Somos ruidosos. Y estamos orgullosos. Y nunca nos disculparemos por el hecho de que todavía existimos, mientras tantas otras civilizaciones nunca lo lograron. Nuestro espíritu ha mantenido nuestra luz y el fuego de nuestros corazones encendidos y conectados con nuestra patria, independientemente de dónde vivíamos y de cuántas civilizaciones no querían que viviéramos.
Y tal vez por eso hay quienes nos desprecian tan profundamente. Porque todavía existimos. Y porque en los libros más leídos se habla sobre nuestra gente, no sobre ellos. Es nuestro pueblo el que ha inspirado el surgimiento de nuevos imperios y grandes naciones. Pero esa es la diferencia entre nosotros y nuestros enemigos. Inspiramos el nacimiento de nuevas naciones. Inspiramos nuevas creaciones. No lo hicimos por la fuerza, como lo hicieron los ejércitos musulmanes durante los últimos 1400 años. No construimos nuestras naciones sobre la sangre de cientos de millones. No obligamos a la gente a convertirse o morir. No violamos mujeres en todas esas naciones para imponerles nuestra semilla.
Muchos enemigos utilizan la afirmación de que hemos sido perseguidos por tantos países durante tantos siglos, y que hay una razón para ello. Pero las razones son irrelevantes. Porque por mucho que hayamos sido perseguidos, asesinados, masacrados, soportado pogromo tras pogromo… sobrevivimos, y todavía estamos aquí, y nuestra nación sigue siendo más fuerte que nunca.
No somos colonizadores. No somos más que 16 millones de personas en un mundo de 8 mil millones. Estamos unidos como nación. Y estamos unidos como pueblo. Cuanto más intentan matarnos, más fuertes y unidos nos volvemos. Lo único que queremos es que el mundo deje de intentar constantemente extinguirnos. Porque incluso si tuvieran éxito, eso nunca cambiará el hecho de que somos la nación más antigua. Que inspiramos ese libro. Que somos los personajes principales de ese libro. Elimínanos de este mundo, y no cambiarás el hecho de que ayudamos a crear este mundo e inspiramos a muchos después de nosotros, mientras que aquellos que nos odian y solo nos desean la muerte serán recordados eternamente como una mancha en la humanidad que solo trajo muerte. Nunca seremos nosotros.
Hemos existido como pueblo por más tiempo que la mayoría de los demás. Hemos visto innumerables civilizaciones ir y venir, imperios olvidados en los anales de la historia, pero todavía estamos aquí
Entonces, en lugar de provocar más muertes innecesarias para esta enfermiza guerra santa, simplemente hagamos una pausa, detengámonos, elijamos de manera diferente, coexistamos, aprendamos de la sabiduría que aportamos y que siempre hemos brindado, y fusionemos nuestras respectivas sabidurías.
O continúen con esta guerra, solo para darse cuenta de que, como tantos imperios y civilizaciones antes, seguiremos en pie cuando termine, estaremos apoyando a aquellos que valoran la vida, la coexistencia, el equilibrio y la paz. Y los que odian serán solo otra lección en un salón de clases, igual que aquellos que querían el poder y lo perdieron todo como los romanos, los mongoles y los nazis antes que ellos.
Somos la Nación de Israel, recordamos de dónde venimos y estamos aquí para quedarnos.
Fuente: Cuenta de “X” @CherylE59628.
Traducción y versión Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.