El pasado 7 de octubre se anunció oficialmente el hallazgo de los restos de Eduardo Bleier, militante judío del Partido Comunista Uruguayo, que fue detenido por la dictadura militar de ese país y se convirtió en uno de los muchos “desaparecidos” de la década de 1970.
“Estuvo siempre ahí… hasta que lo encontramos”, escribió su hijo Gerardo Bleier en las redes sociales, al confirmarse que los restos de un cuerpo hallado bajo tierra en el Batallón N°13 de Infantería del Ejército eran los de su padre, probablemente el “desaparecido” más emblemático de la dictadura uruguaya. Se estima que por su condición judía sufrió más la tortura que el resto de los secuestrados por ese régimen, como sucedía en Argentina.
Eduardo Bleier. (Foto: teledoce.com)
Bleier nació en Montevideo en 1927; sus padres habían inmigrado desde Hungría en 1919 huyendo de la crisis política y económica, y poco después contribuyeron a crear la Sociedad Israelita Húngara del Uruguay. Desde muy joven Eduardo, quien estudió Odontología, se afilió al Partido Comunista local y llegó a presentarse como candidato a diputado. Luego fue secretario de Finanzas de ese movimiento.
En octubre de 1975 fue apresado en plena calle y llevado a un centro clandestino de detención. Las autoridades negaron repetidas veces tenerlo en su poder, pero tras la caída de la dictadura varios testigos afirmaron haber estado recluidos con él. Según narraron, a causa de las constantes torturas a las que se le sometió tuvo que ser enviado por un tiempo al Hospital Militar, y luego debió usar una mascarilla de oxígeno en forma permanente, hasta que no se supo más sobre su paradero.
El 14 de octubre se llevó a cabo un homenaje a Bleier al que asistieron las principales autoridades de la comunidad judía, en el Paraninfo de la Universidad de la República en Montevideo, antes de proceder a su sepultura.
Con información de Semanario Hebreo Jai y Wikipedia.