Puede recoger juguetes o calcetines sucios, regar las plantas, servir comida, quitar las sábanas o mover paquetes en un almacén. Lo más importante: aprenderá y compartirá sus conocimientos
Tiene la estatura de “Dobby”, el elfo doméstico de los libros de Harry Potter. Y nunca se resiste a asumir una tarea repetitiva o aburrida. No le importa limpiar inodoros, recoger calcetines o mover paquetes en un almacén.Su nombre es Gary, y es un robot para su hogar o negocio.
Gary, de la altura de un niño de 10 años, con una velocidad de 5 kilómetros por hora y un peso de unos 40 kg, llegará al mercado principios de 2022 de manos de la startup israelí Unlimited Robotics, con sede en Petaj Tikva.
Gary está actualmente «desnudo», explica Guy Altagar, cofundador y director ejecutivo de Unlimited Robotics. Esto no significa que no tenga ropa (aunque no la tiene), sino que el robot aún no ha recibido todas sus instrucciones de programación. Pero eso cambiará pronto, a medida que los desarrolladores comiencen a crear aplicaciones para Gary, cuyo nombre proviene de las iniciales de los tres hijos de Altagar: Gali, Rani y Yaeli.
A pesar de esa divertida historia de fondo, Gary no busca ser “lindo”. “Amazon está desarrollando algo muy lindo”, dice Altagar, refiriéndose a la interfaz conversacional que impulsa productos como Alexa. ElliQ, de la startup israelí Intuition Robotics, está destinado a servir como compañero para las personas mayores, y es más “lindo”. “No estamos en la industria de lo lindo”, enfatiza Altagar, “sino en lo funcional y práctico».
De hecho, Gary no fue diseñado para reproducir sus canciones favoritas o para conectar una videollamada. En cambio, podría quitar las toallas sucias de la canasta de ropa y ponerlas en la lavadora (ideal para el gimnasio o en casa). Puede regar las plantas, cargar el lavavajillas automático y abrir frascos.
En un restaurante, puede servir comida o recibir a los clientes en la puerta. En un hotel, puede quitar las sábanas o reponer el champú y el acondicionador.
Gary puede cargar hasta 5 kilogramos con sus dos brazos robóticos (aunque no ha dominado el arte de doblar la ropa, admite Altagar). Sus sensores incluyen uno para tomar imágenes 3D de una habitación, y una cámara infrarroja para ver en la oscuridad.
Gary está disponible para pedidos anticipados en el sitio web de Unlimited Robotics. No es barato: cuesta $ 5900 (hay un plan de pagos de $100 mensuales), pero 80 personas ya han pagado $99 para reservar un puesto en la lista de espera.
Si bien muchas otras empresas están desarrollando robots (Boston Dynamics tiene varios modelos, incluido un nuevo perro robot personal, Astro), lo que distingue a Unlimited Robotics es su «tienda de aplicaciones». ¿Quiere una nueva función para Gary? Solo descárguela. Si un desarrollador elige cobrar por su aplicación, Unlimited Robotics ganará el 30%.
Unlimited Robotics proporciona herramientas que permiten a cualquier programador crear aplicaciones sin tener que aprender software específico de robótica. Si un desarrollador usa los programas Python o JavaScript, por ejemplo, la plataforma Ra-Ya de Unlimited Robotics (que lleva el nombre de la madre de Altagar, Raya) traducirá ese código para que funcione en su hardware robótico.
Ser capaz de traducir sin problemas de un idioma de programación a otro «abre enormes oportunidades para que los desarrolladores creen aplicaciones no solo para la web o dispositivos móviles, sino también para robots», dice Altagar.
Ra-Ya no es solo para Gary. Si las firmas Xiaomi o Samsung desarrollaran un robot de cuatro patas con seis brazos (Gary tiene dos brazos y ruedas), las aplicaciones convertidas de Ra-Ya también funcionarían en ellos.
Altagar incluso imagina aplicaciones que amplíen lo que pueden hacer los dispositivos robóticos de función única de la actualidad: imagine un futuro Roomba con un accesorio de «brazo» que pueda limpiar sus ventanas.
Llegar a ese punto no es un proceso sencillo. “La aplicación tendría que identificar qué es una ventana, aprender a mapearla y recibir capacitación sobre cómo limpiarla”, dice Altagar.
La tecnología de traducción de software de Ra-Ya necesita saber cómo conectar el código en JavaScript a la infraestructura de visión por computadora, navegación y aprendizaje automático del robot.
Gary se comunicará con sus “anfitriones” por medio de textos en su pantalla
Cuando un Gary llegue por primera vez a su hogar o negocio, será una especie de pizarra en blanco. Una aplicación puede decirle qué hacer a grandes rasgos, pero necesita orientación personal.
“El anfitrión le enseñará a Gary”, dice Altagar. “Él le explicará qué habitación es el dormitorio y dónde están los calcetines que deben ser recogidos. Después de la primera interacción, Gary pedirá comentarios. El anfitrión le explicará qué estuvo bien o mal, y Gary mejorará la siguiente vez».
Gary es sociable; todo lo que aprenda en su casa o instalación lo compartirá con todos los demás Garys conectados a través de Internet. “Es posible que otros usuarios no puedan identificar el mapa de su casa en particular, pero comprender qué es un calcetín o la forma óptima de levantarlo, o cómo sostener una taza de café, es algo que se puede compartir”, dice Altagar.
Gary no es una versión de “Robotina” de la serie Los Supersónicos. De hecho, el robot fue diseñado intencionalmente como hombre, explica Altagar. «No queríamos crear un enfoque en el que una mujer esté ‘sirviendo’ a una familia».
Fuente: israel21c.
Traducción NMI.
Fotos: Unlimited Robotics