El pasado 28 de noviembre, en los salones de la Fraternidad Hebrea B’nai B’rith, se llevó a cabo un cineforo sobre la película Golda, organizado por esa institución y la Federación Sionista de Venezuela.
Golda es protagonizada por Helen Mirren en el papel de la exprimera ministra israelí Golda Meir, Camile Cottin como su ayudante Tzipora, y Liev Schreiber como el secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger. Fue dirigida por Guy Nattiv, con guión de Nicholas Martin.
El filme se centra en la guerra de Yom Kipur (1973), con el ataque sorpresa de Egipto y Siria a Israel, hasta el término de ese conflicto con un cese de fuego solicitado por los árabes.
Golda Meir debió enfrentar la crisis más difícil de su vida por la incertidumbre de esa campaña militar, que en los primeros días parecía dar la victoria a los atacantes de Israel, además de la presión política y la oposición interna que se mantenía en el Gabinete de Guerra.
Helen Mirren hace una convincente interpretación del personaje de Golda Meir en los días más dramáticos de su vida
(Foto: IMDb)
Israel fue sorprendido por el ataque de sus vecinos, y en la película se reflejan las diferentes opiniones del gobierno israelí sobre “qué” y “cuándo” actuar. Se desoyeron voces que advertían sobre la inminencia del ataque, y fallaron mecanismos de inteligencia que hubieran encendido la voz de alarma. Afortunadamente el arrojo, la valentía y las duras decisiones tomadas por Golda Meir y su gabinete permitieron ganar esa conflagración, aunque con innumerables pérdidas humanas israelíes.
Los panelistas del cineforo fueron Mario Nassí y Elías Farache; el moderador fue Alberto Bierman, presidente de la FSV. La conversación se centró en las similitudes entre la guerra de Yom Kipur y el conflicto que sufrimos en el presente en la Franja de Gaza, en el que también parece haber responsabilidades de entes y personas que no vieron venir la tragedia. Se mencionó la profunda división política existente en Israel, que debilitó sin duda al Estado y cuya coyuntura fue aprovechada por sus enemigos. La falta de una rápida respuesta israelí, según se comentó en el cineforo, también contribuyó, en el presente conflicto, al aumento del número de víctimas en la matanza de Hamás contra población civil desarmada.
Los panelistas destacaron el contraste entre el Israel de 1973, un país aún influenciado por los idealistas de la Segunda Aliá, y el complejo país de hoy, en el que confluyen diferentes intereses con gran diversidad de formas de vida judía.
La reunión culminó con un pensamiento unánime: hoy, el pueblo judío dentro y fuera de Israel debe estar unido en su diversidad. Si para algo ha servido esta contienda ha sido para demostrarnos que, aunque contamos con algunos amigos, los judíos no podemos permitirnos el lujo de separarnos; debemos ser uno, fuertes, para combatir el creciente antisemitismo mundial, proveniente de distintos medios y distintas ideologías, y lograr subsistir.
Comité de Prensa de la Federación Sionista de Venezuela y Redacción NMI.