Gideon Saar y Nir Barkat, miembros de alto rango del partido Likud de Benjamín Netanyahu, solicitaron hoy la celebración de primarias dentro de la formación tras la acusación por parte del Fiscal General contra el actual mandatario por corrupción, y con el fin de evitar nuevos comicios en Israel.
Gideon Saar, principal rival del actual primer ministro en funciones dentro del partido, fue el primero en pedir formalmente al presidente del Comité Central del partido, Haim Katz, que reuniera al cuerpo que encabeza para fijar una fecha para las elecciones primarias. Saar solicitó que los comicios internos se lleven a cabo antes del 11 de diciembre, cuando expira el plazo de 21 días que tiene la Knesset (Parlamento israelí), para poder conformar un gobierno, algo que considera viable y necesario para terminar con la crisis política que enfrenta el país y evitar las terceras elecciones generales en menos de un año.
En respuesta a la intención de Saar de disputar el liderazgo del Likud, el partido emitió un comunicado donde lo acusó de «cero lealtad» y «máxima subversión», y agregó que su accionar es «lamentable» en el marco del intento de Netanyahu de preservar la seguridad de Israel y mantener al Likud en el Gobierno.
Saar, sin embargo, no fue el único parlamentario del partido que cuestionó el liderazgo de Bibi tras la formalización el último jueves de la acusación en su contra por fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción. Nir Barkat, miembro de alto rango del partido, también se sumó a la petición de las primarias, aunque explicó que su intención no es que se elija un nuevo líder sino un vicejefe, que sirva como primer ministro durante los procedimientos legales de Netanyahu o tome su lugar en caso de que no pueda continuar al frente del Ejecutivo.
Gideon Saar, principal rival de Netanyahu en el Likud.
(Foto: PorIsrael)
Barkat, ex alcalde de Jerusalén y otro de los posibles candidatos a luchar por el liderazgo del Likud, mencionó que la elección de un vicejefe «garantizaría el apoyo a Netanyahu en el partido, permitiría mantener la unidad interna de la formación y su continuidad en el gobierno», algo que argumentó al explicar que, además, podría facilitar la «formación de un gobierno de unidad».
Michal Shir, otra de las representantes del partido en la Knesset, advirtió en una entrevista de radio que «de no celebrarse elecciones primarias pronto, existe la posibilidad de que el Likud termine en la oposición», y enfatizó la necesidad de prevenir unas terceras elecciones «que nadie quiere y, peor aún, en las que el Likud podría perder poder».
Aunque varios de los principales miembros de la formación se han expresado en apoyo al actual mandatario, otros parlamentarios de renombre, como Gilad Erdán y Yuli Edelstein, aún no se han posicionado públicamente sobre el tema ni mostrado su apoyo a Netanyahu.
De concretarse las primarias en el Likud antes del 11 de diciembre, se abriría una puerta para que un nuevo líder del partido forme un gobierno de unidad con Benny Gantz, líder de la formación Azul y Blanco (Kajol Laván), que se mostró abierto a esta posibilidad en un discurso ayer en Tel Aviv. «Serviré como primer ministro durante los dos primeros años, tiempo durante el cual Netanyahu podrá concentrarse en sus asuntos legales. En caso de que sea absuelto, podrá regresar para servir», propuso el candidato centrista, tras pedir la dimisión inmediata del actual primer ministro en funciones.
En caso de que el liderazgo del Likud no sea disputado antes del final del plazo que tiene la Knesset para que cualquiera de sus 120 miembros junte 61 firmas e intente formar un ejecutivo, los israelíes acudirían a los comicios en un plazo de 90 días, previsiblemente a comienzos del mes de marzo.
Fuente: EFE y Aurora. Versión NMI.