El propietario será enjuiciado por no informar sobre el antiguo descubrimiento
Melanie Lidman*
Una cueva funeraria de 1800 años de antigüedad en el norte de Israel resultó casi totalmente destruida por una familia que levantaba su casa, no informó sobre el descubrimiento de antigüedades y luego intentó encubrir la evidencia, ha informado la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
En respuesta a un aviso anónimo, agentes de policía e inspectores de la Unidad de Prevención de Robos de la AAI llegaron al sitio de construcción en un lote privado en el Consejo Regional de Mashhad, cerca de Kfar Kana en la Galilea. Encontraron que excavadoras y equipos pesados habían destruido una antigua cueva funeraria excavada en la roca, dejando nada más que un túmulo.
“Existe la idea errónea de que si las personas informan sobre este tipo de descubrimientos, se detendrá el trabajo y se retrasarán sus obras, pero no es necesariamente así”, dice Nir Distelfeld, supervisor de la región norte de la Unidad de Prevención de Robos de IAA. “Aquí en vez de detenerse y anunciar el hallazgo, lo escondieron”.
Inspectores de la Unidad de Prevención de Robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel examinan tres osarios recuperados de la antigua cueva funeraria dañada por una construcción en Mashhad, Galilea
(Foto: AAI)
Cuando los inspectores llegaron al lugar, la cueva funeraria había sido destruida. Una pila de piedras grandes en otra esquina del lote también parecía sospechosa, y después de pedir a los propietarios que la retiraran, encontraron otra cueva excavada en la roca con nueve túmulos funerarios. El exterior de esa cueva resultó dañado, pero en la entrada los inspectores descubrieron tres osarios, cajas de piedra intrincadamente talladas que se usaban para almacenar huesos.
Por ley, cualquier descubrimiento de antigüedades debe informarse de inmediato a la Autoridad de Antigüedades de Israel. Distelfeld indica que los dueños de la propiedad probablemente serán acusados por no reportar un descubrimiento y por dañar un sitio antiguo. Esto puede conllevar una sentencia de hasta cinco años de cárcel, aunque la mayoría de los jueces generalmente reducen eso a una multa, que puede ascender a 20.000 shékels, unos 5400 dólares.
“Estoy seguro de que estamos perdiendo muchas antigüedades, porque la gente encuentra cosas y no lo quiere informar”, señala Distelfeld. “Cuando recibimos información, tenemos la responsabilidad de ir allí y verificarla lo más rápido posible, y provocando la mínima demora posible”.
Agrega que la mayoría de los informes de descubrimientos de ciudadanos privados se resuelven en cuestión de días, después de que los arqueólogos realizan el estudio. En Mashhad la familia podrá continuar construyendo, ahora que los expertos de la AAI han inspeccionado lo que quedó de la segunda cueva funeraria.
La AAI también realiza estudios cada vez que se aprueba un gran proyecto de construcción, como nuevas carreteras o urbanizaciones, casos en que pueden hacerse grandes descubrimientos como una enorme prensa de vino bizantina hallada recientemente en Yavne. Pero en algunos casos, las personas descubren antigüedades cuando están ampliando su casa o excavando para construir nueva infraestructura.
Un recipiente y cuentas de vidrio descubiertos en la misma cueva funeraria
(Foto: AAI)
Distelfeld, quien ha trabajado con la AAI durante 23 años, no cree que la familia involucrada haya intentado robar las antigüedades, sino solo evitar retrasos en la construcción. Los tres osarios fueron movidos desde su lugar original. “No sabemos si hubo robo. Creo que empezaron a mover [los osarios], pero luego se arrepintieron y los dejaron allí”.
Los osarios rectangulares de piedra caliza blanda se utilizaban ampliamente para entierros judíos en Israel a partir del año 100 antes de la era común. Antiguas fábricas, en su mayoría alrededor de Jerusalén, elaboraban osarios para los entierros locales. Después de la revuelta de Bar Kojba, cuando muchos judíos emigraron al norte de Galilea, continuaron esa práctica allí.
La parte superior de los osarios tenía tallas influenciadas por la cultura griega, incluida una corona circular que probablemente simbolizaba la victoria sobre la muerte, según Eitan Klein, subdirector de la Unidad de Prevención de Robos de la AAI. “El descubrimiento de osarios de piedra tallada en la cueva de la aldea de Mashhad indica la presencia de asentamientos judíos en la zona en los siglos II y III de la era común”, comenta Klein.
Los arqueólogos descubrieron otros artículos dentro de la cueva, como recipientes de vidrio y cuentas, así como candelabros de arcilla. “Nunca sabremos cómo era la cueva funeraria destruida, todo lo que había adentro desapareció”, dice Amir Ganon, director de la Unidad de Prevención de Robos. “Bienes culturales de casi 2000 años se perdieron para siempre”.
*Periodista.
Fuente: The Times of Israel.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.