El célebre fotoperiodista, un caballero vienés que siempre tenía una cámara a mano, inmortalizó la historia del moderno Israel y disfrutó de un acceso único a sus líderes
E l famoso reportero gráfico David Rubinger, llamado por Shimon Peres “el fotógrafo de la nación”, falleció el 1º de marzo a los 92 años de edad.
Nacido como Dietrich Rubinger en Viena en 1924, era un hombre de gran encanto y cordialidad, con un leve acento europeo y don para relatar sus aventuras. Llegó al Israel pre-estatal en 1939 a los 15 años, huyendo de la Segunda Guerra Mundial gracias a un programa de inmigración juvenil. Su madre murió en Bielorrusia en 1942; su padre, que había sido enviado al campo de concentración de Dachau, escapó a Inglaterra y sobrevivió la guerra. El joven David pasó tres años viviendo y trabajando en el kibutz Beit Zera, en la costa meridional del Mar de Galilea; a los 18 años se hizo voluntario de la Brigada Judía del ejército británico, y sirvió en África y Europa.
Después de la guerra conoció en Alemania a su futura esposa, Anni, una prima lejana, mientras él aún usaba uniforme y ella era una sobreviviente de los campos de concentración; le ofreció casarse por conveniencia para que pudiera obtener una visa y abandonar Europa, pero su matrimonio duró 50 años.
Mientras estaba de permiso en Francia, todavía durante la guerra, una amiga le regaló una cámara, y él descubrió cuánto disfrutaba la fotografía. Su primera foto profesional fue de unos jóvenes judíos que se trepaban a un tanque británico para celebrar la resolución de la ONU que decidió la partición de Palestina en 1947, y que dio lugar a la creación del Estado hebreo. De regreso en Israel, trabajó como fotógrafo free lance para varios periódicos, entre ellos Haolam Haze, Yediot Aharonot y, más tarde, The Jerusalem Post.
En 1954, la revista Time lo contrató después de que él lograra una de sus fotos más conocidas: la de una monja que buscaba la dentadura postiza de un paciente, la cual había caído por la ventana de un hospital de Jerusalén, ubicado en la “Línea Verde”, hacia lo que era entonces territorio jordano. Su carrera en Time duró hasta que él tenía más de 80 años.
Rubinger disfrutaba de acceso exclusivo a la cafetería de la Knesset, donde logró captar a los líderes del joven Israel en sus momentos más privados. Fue el fotógrafo oficial de la Knesset durante 30 años, y el único cuyo trabajo ha estado permanentemente expuesto en la sede del Parlamento. Estuvo presente allí hasta hace poco, y con su confiable Leicaflex cubrió la juramentación del actual gobierno en mayo de 2015.
El cineasta Mija Shagrir produjo en 2000 un documental sobre Rubinger, donde se le ve fotografiando a varios políticos que lo llaman “Rubi”. Una frase famosa de Ariel Sharón era: “Confío en Rubinger, aunque sé que él no vota por mí”.
El ejército le permitió capturar momentos cruciales de las batallas que luchó el país. En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Rubinger captó la imagen de tres paracaidistas, de pie y en silencioso sobrecogimiento, ante el recuperado Muro Occidental (Kótel), una fotografía que se convirtió en ícono de la historia del Estado de Israel.
Rubinger narraba con frecuencia cómo obtuvo esa foto. Se encontraba en la Península del Sinaí cuando se enteró de la conquista del Kótel. Consiguió puesto en un helicóptero militar hasta Beersheva, donde había dejado su automóvil, pero tuvo que pedirle a un soldado que lo manejara hasta Jerusalén, porque él estaba demasiado cansado para hacerlo. Cuando llegó al Kótel, se echó en el estrecho espacio que entonces había entre el muro y las edificaciones cercanas, y fotografió a varios paracaidistas que pasaban. Luego tomó la imagen del rabino jefe, Shlomo Goren, llevado en hombros por varios soldados que celebraban. Al llegar a su casa, comenzó a revelar el filme; Rubinger pensaba que la foto de Goren era la que mejor había captado el histórico momento; fue su esposa Anni, mirando desde detrás de su hombro, quien le dijo que la imagen de los tres soldados era más emotiva.
Su acceso sin restricciones a las autoridades le permitió también obtener fotos de la Ciudad Vieja desde el aire, inmediatamente después del conflicto.
En 1997, Rubinger recibió el prestigioso Premio Israel por su contribución al país. En 2008 recogió sus experiencias en el libro My Lens, Sixty Years as a Photojournalist (“Mi lente, 60 años como fotoperiodista”), publicado por Abbeville Press con un prólogo del entonces presidente Peres; también llevó a cabo una exposición itinerante a lo largo de Europa, Estados Unidos y Asia.
Fuente: The Times of Israel. Traducción y versión NMI.
Fotos: Knesset y Alchetron