El ganador del Premio Israel recibió decenas de galardones y sus obras se tradujeron a 45 idiomas. Fue activista por la paz y partidario de la solución de dos Estados
El célebre escritor israelí Amos Oz murió a los 79 años el pasado 28 de diciembre, tras una breve enfermedad.
Oz era el autor más leído y conocido de Israel, considerado entre los autores primordiales en la historia de la literatura de ese país. Entre sus galardones se cuentan el Premio Israel, el Goethe de Alemania y el Príncipe de Asturias. Sus libros se han traducido a 45 idiomas. Era un candidato permanente al Nobel de Literatura, pero nunca lo ganó.
Nacido como Amos Klausner en la Jerusalén del Mandato Británico, la ciudad serviría de fondo para muchas de sus obras, incluyendo el libro de ensayos En la tierra de Israel (1983) y la novela La caja negra (1987).
Oz también era uno de los más destacados activistas de izquierda y partidarios de una solución de dos Estados. Fue uno de los fundadores del movimiento Shalom Ajshav (“Paz ahora”). Pero aun cuando crítico de los asentamientos en Cisjordania, era sionista de corazón. “El punto de partida de mi sionismo siempre fue sencillo: no estamos solos en Israel y en Jerusalén, ni tampoco los palestinos. No podemos convertirnos en una familia feliz “, dijo en una entrevista de 2015.
En 1998 había declarado: “Todavía no hemos establecido las reglas del juego después de 50 años. No puede lograrse que dos israelíes estén de acuerdo con el tipo de Israel que quieren”. En 2001 dijo a The Associated Press que Israel debe dejar de pensar que Cisjordania y Gaza eran bienes intercambiables por la paz y que, en cambio, debería renunciar por completo a esos territorios. “Creo que hoy Israel debe dibujar sus propias fronteras, retirarse a ellas y, si es necesario, defenderlas. Si vamos a luchar, Israel sin Nablus y Gaza es más fuerte que con Nablus y Gaza. Más fuerte, más unificado, más justo”.
Gigante de las letras y la paz
Después de que se anunciara la noticia de su muerte, llegaron homenajes de todo el espectro político en Israel. “Un cuento de amor y luz, y ahora gran oscuridad”, dijo el presidente Reuven Rivlin, refiriéndose a la novela de Oz Una historia de amor y oscuridad (2002), que luego se convirtió en una película. Se trata de una historia autobiográfica que retrata a tres generaciones de la vida judía en Jerusalén. «La tristeza ha descendido sobre nosotros», agregó Rivlin, llamando a Oz “nuestro más grande escritor” y “un gigante del espíritu”.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, quien se encontraba en Brasil, llamó a Oz “uno de los más grandes autores” de la historia israelí. “Contribuyó enormemente a la renovación de la literatura hebrea, con la cual expresó hábil y emocionalmente aspectos importantes de la experiencia israelí. Aunque teníamos diferencias de opinión en muchos campos, aprecio mucho sus contribuciones al idioma y la renovación de la literatura hebrea. Sus palabras y escritos continuarán acompañándonos por muchos años”.
Ayman Odeh, jefe del partido Lista Conjunta (árabe), lo aclamó como un hombre de igualdad. “Me encontré con Amos Oz varias veces, e incluso cuando discutíamos (¡mucho!) era un socio que defendía la igualdad, el fin de la ocupación y la paz. No tenía miedo de decir lo que pensaba y era un talento excepcional”.
La comedia de las familias infelices
Amos Oz publicó sus primeros cuentos mientras trabajaba en los campos de algodón del kibutz Hulda, donde residió casi toda su vida. Sus primeros trabajos, muchos de los cuales publicó en hebreo la editorial del Partido Laborista de Israel, incluyeron el libro de cuentos Donde aúllan los chacales (1965) y la novela Mi querido Mijael (1968).
Después de obtener un título en Literatura de la Universidad Hebrea de Jerusalén, pasaría 25 años en el kibutz, compartiendo su tiempo entre escribir, dedicarse a la agricultura y enseñar en la escuela secundaria de la comunidad.
Como soldado de reserva en una unidad de tanques, Oz luchó en las guerras de 1967 y 1973.
”Mi trabajo es la comedia de familias infelices, no una tragedia”, dijo una vez.
La última novela de Oz, Judas, fue nominada al premio Man Booker. Aparte de una historia detectivesca sobre Jesús y Judas, estaba llena de otros elementos conocidos de las novelas de Oz, que incluyen personajes enigmáticos, los complicados entornos de Jerusalén, y preguntas interminables sobre el Estado judío.
Amos Oz nació el 4 de mayo de 1939. Fue el único hijo de inmigrantes de Rusia y Polonia. De adolescente se rebeló contra su educación, que reflejaba el mundo diaspórico de sus padres, y en cambio, se sentía atraído por los jóvenes pioneros que construyeron el Estado de Israel. “En secreto soñaba que un día me llevarían con ellos. Y también que me harían luchar por una nación. Que mi vida se convertiría además en una nueva canción, una vida tan pura, directa y simple como un vaso de agua en un día caluroso”, escribió.
Su austera infancia en los últimos años del Mandato Británico de Palestina, perseguida por el Holocausto y la amenaza de guerra por una tierra reclamada por dos pueblos, sería el tema principal de sus obras literarias.
Lo mismo sucedería con el suicidio de su madre cuando tenía 12 años, el tema de sus desgarradoras memorias Un cuento de amor y oscuridad. En busca de reposo para su vida en Jerusalén, se mudó a un kibutz a la edad de 15 años y cambió su apellido a Oz, en hebreo “fuerza y valentía”. Mientras vivía en el kibutz, donde permanecería de forma intermitente durante los siguientes 25 años, Oz surgió como escritor, centrado en la vida diaria y las tribulaciones familiares.
En una carrera que abarcó medio siglo, Oz publicó más de 35 libros, incluidas 13 novelas, así como libros y colecciones de cuentos para niños, y cientos de artículos sobre temas literarios y políticos. Fue profesor de literatura hebrea en la Universidad Ben Gurión del Néguev. En su obituario, The New York Times lo denominó uno de los escritores más prolíficos y uno de los intelectuales más respetados de Israel.