El Consulado General de España en Caracas celebró el pasado 5 de marzo, en la sede de la Hermandad Gallega, el acto solemne de entrega de pasaportes españoles a un grupo de 56 nacionalizados en virtud de la Ley 12/2015 del 24 de junio de 2015, en materia de concesión de la nacionalidad española a los descendientes de los sefardíes originarios de España.
El embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, indicó: “A través de la Ley 12/2015, España ha querido satisfacer una legítima pretensión de las comunidades de la diáspora sefardí cuyos antepasados se vieron forzados al exilio en 1492, introduciendo un nuevo cauce para obtener la nacionalidad española los sefardíes originarios de España que probaran esa condición y su especial vinculación con España, con independencia de que tengan o no fijada en nuestro país su residencia”.
Alberto Moryusef durante su discurso. En la mesa directiva aparecen Jesús Silva, embajador de España en Venezuela; Juan José Buitrago, cónsul general de España en Caracas; y Noemí Cendón, vicepresidenta de la Hermandad Gallega.
La comunidad judía venezolana estuvo representada en este acto por Alberto Moryusef Fereres, quien entre otras consideraciones expresó:
“Sobre la historia judía en la Península Ibérica no me corresponde hablar esta tarde. Pero de tanto por rescatar de ese periodo, quiero recordar que fueron los judíos los primeros en darle a España, bajo el nombre de Sefarad, una unidad territorial y cultural que tomaría mucho tiempo en obtenerla en lo político.
“Esa morada de paso llegó a su fin con el infame edicto de expulsión firmado por los Reyes Católicos Isabel y Fernando en Granada en 1492. El Nuevo Mundo sería uno de los destinos de los expulsados.
“A la hora de hablar del legado de los judíos venezolanos siempre surgen los nombres de decenas de destacados científicos, académicos, artistas, escritores, médicos y empresarios. Pero ellos son solo una parte de una comunidad de gente sencilla, profesionales, empleados y comerciantes, hombres y mujeres que dieron y siguen dando su aporte al país a través del trabajo honesto, la educación de los hijos y el respeto al prójimo.
“Como se ha dicho tantas veces, la Ley 12/2015 trata de curar una herida, que como toda herida dejó una cicatriz. A mi entender la Ley no se concibió para olvidar el daño y pasar la página, sirve exactamente para lo contrario, y me explico. Cientos de compatriotas no judíos descubrieron que gracias a esta Ley podían acceder a pasaportes españoles, y para ello hicieron todo lo posible, y hasta lo imposible, para indagar si tenían antepasados hebreos. Al hacerlo se encontraron con la historia de la presencia y la expulsión de los judíos de España que hasta entonces desconocían. Se trata por lo tanto de vivir con el recuerdo para conciliarnos con el pasado. Espero entonces que estos descendientes de sefardíes que recién descubrieron su origen, nos acompañen a nosotros los judíos en los retos y dilemas de nuestros días.
“España está recorriendo un largo camino para reencontrarse con sus judíos. Un paso fundamental fue el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel en 1986, una relación entre dos democracias que ha demostrado ser conveniente y fructífera. Otro lo fue el otorgamiento del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a las Comunidades Sefardíes en 1990. Igualmente trascedente fue el proceso de otorgamiento de la nacionalidad española por cartas de naturaleza a los descendientes de los judíos oriundos del Protectorado Español del Norte de Marruecos, antecedente de esta Ley 12/2015, que representa el avance más significativo en este recorrido.
“Los judíos esperan que España se mantenga firme en la lucha contra el antisemitismo, y sus versiones disfrazadas de antiisraelismo y antisionismo. El antisemitismo también se disfraza en Carnaval: lo hizo este último para satirizar el Holocausto desfilando por las calles de un pueblo de Castilla-La Mancha “de cuyo nombre no quiero acordarme”. Contrasta con ese episodio el firme mensaje pronunciado por el rey Felipe VI al inaugurar el Encuentro de Líderes del Mundo en el marco del Foro sobre el Holocausto que tuvo lugar en Jerusalén en enero de este año.
“Forma parte del reencuentro de España con sus judíos el apoyo al derecho del Estado de Israel a vivir con seguridad dentro de sus fronteras y en paz con sus vecinos. Esto nos permite entender por qué los judíos sefardíes venezolanos llevamos en nuestros corazones tres naciones, Israel, España y Venezuela, pero un solo deseo de coexistencia en armonía y paz”.
Se estima que unos 1500 venezolanos recibirán pasaportes españoles en el marco de la Ley 12/2015. Aunque ya no es posible presentar nuevas solicitudes, las introducidas antes del 1° de octubre de 2019 seguirán su curso y serán tramitadas con normalidad, por lo que se espera que a lo largo de los próximos meses siga creciendo el número de beneficiarios.
Con información de El Nacional y Alberto Moryusef