T anto despierto como cuando sueño dormido, mi conciencia me interroga constantemente sobre temas variados que han influido en sociedades y civilizaciones de ayer y de hoy, a medida que avanzan los progresos científicos y tecnológicos, la brecha social y la intolerancia, el odio, las injusticias y la degradación humana. Sobre estos temas he escrito y seguiré escribiendo, si la bondad del Eterno me lo permite.
Ahora, en mi condición de aspirante a escritor, poeta y periodista, mi conciencia toma otro rumbo y, como entrevistadora excepcional, me pregunta:
¿Cómo consideras al literato, al escritor, al poeta, al periodista?
Como un deleitoso cultor del espíritu, caminante incansable por la senda ejemplar del más puro humanismo.
¿Qué representa para ti el arte de escribir?
Escribir es un excelso privilegio, y es comprensible que uno quiera probar en todos, o al menos en algunos géneros, e intentar ser una conciencia intranquila.
¿El ejercicio de ese arte de la literatura, en su más amplia dimensión, debe ser condicionado?
La libertad expresiva no debe ser coartada. Los que cultivan la literatura deben tener licencia para ser labradores de ficciones, licencia para el humor, la ironía, la risa y el drama, la farsa y el idilio, y todos los aditamentos hechizantes que en la gran tragicomedia de la vida han sido los nutrientes de la literatura.
¿Qué opinas de la nueva generación en estos menesteres?
Cada generación lleva a cuestas su angustia y su ilusión, su carga ética. Las actuales cayeron en el vértigo de la prosperidad rápida, la exhibición y la riqueza. Viven más angustiadas e ilusionadas por no rezagarse ante el veloz avance de las tecnologías, y de nuevas modas y modos de relacionarse.
¿Qué papel juega el idioma?
La materia prima de la literatura y del periodismo escrito y radiotelevisivo es el idioma. A menudo se lo irrespeta y ni siquiera se lo estudia.
¿Qué opinión te merecen los libros que se publican ahora?
Los libros son escritos por hombres y mujeres, por seres humanos con problemas y desventuras, con prejuicios y percepciones, en circunstancias históricas y culturales que los influyen. Esta aseveración también es válida para otros seres con diferentes problemas e intereses a los de los anteriores que, igualmente, los influyen; en ambos casos, sus libros son el reflejo, el espejo, que nos muestran el estado de la sociedad, sus aspiraciones, su grado de avances y retrocesos, sus logros y frustraciones, así como también el mundo en su conjunto.
¿Consideras que la memoria es un factor importante para las sociedades, su identidad, para la literatura y la interacción social?
La memoria tiene mucha importancia. La memoria es un lugar, un origen, un sello de identidad, y es importante, igualmente, que se tenga una convicción clara de los valores morales y una honda convicción ética de las responsabilidades individuales y colectivas para con la herencia ancestral de su respectivo grupo.
¿Cuál es el género que más cultivas?
Aunque cultivo otros géneros, como artículos sobre temas variados en periódicos y revistas, en cuanto a obras publicadas, mi mayor producción, el género que más he cultivado desde mi temprana juventud, es la poesía.
¿Qué ofrece la lengua española a tu poesía, y qué importancia tienen el poeta y la poesía en lo social y en lo intercultural?
Por ser mi lengua materna y porque su riqueza me permite expresar mejor mis sentimientos, mis vivencias, mis anhelos como poeta. La importancia de que permite reforzar una identidad y compartir sentimientos con otros poetas de identidades diferentes. La exposición de temas sociales, la que llamo poesía social, que exalta los valores morales y principios ancestrales que hay que fomentar y trasmitir, y sentires íntimos inolvidables. Es un espacio que ensancha la posibilidad de acercamiento de culturas que se enriquecen mutuamente, lo que fomenta el entendimiento y una convivencia pacífica. Es una herencia valiosa que se ha nutrido de otras fuentes respetables, además de la de mi Judaísmo.
Debo reiterar que la poesía es una vía inigualable para extirpar los prejuicios y acercar a los seres humanos al respeto mutuo y a una convivencia en paz. Estimular con su ejemplo la búsqueda de otras oportunidades de acercamiento y cooperación entre diferentes culturas, es un aspecto destacable de la misión del poeta, así como denunciar y combatir con su verbo las iniquidades, las desigualdades, los abusos y la injusticia contra los menos favorecidos de una sociedad en cualquier lugar.
Una última pregunta: ¿desaparecerá el libro como instrumento de lectura y adquisición de conocimientos?
No creo en la desaparición total, pero es evidente que hay una situación lamentable en este presente en que vemos el cierre de librerías, la escasa afluencia del público a las bibliotecas, la irrupción de la tecnología y las redes sociales con la puesta en marcha de una des-ilustración de la sociedad, además de la obsolescencia del libro, los diarios y las revistas impresas de manera paulatina, todo lo cual nos está llevando a una adquisición de conocimientos virtual, superficial, sin consistencia ni profundidad.
Después de esta respuesta me vino a la memoria una frase del genial Miguel de Cervantes Saavedra: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.