Hace algunos días circuló en los medios una fotografía que mostraba a una profesional de la medicina del Hospital Jackson Memorial de Miami siendo vacunada contra el Covid-19. Se trataba de Lilian Abbo, reconocida infectóloga originaria de nuestra comunidad. Al ser una especialista en el campo científico más importante del año que finaliza, NMI contactó a la doctora Abbo para plantearle algunas de las inquietudes más comunes sobre la pandemia
Sami Rozenbaum y Comité Ejecutivo de NMI
NMI. Entre las vacunas contra el Covid-19 que están siendo aplicadas o lo serán pronto (Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca, Sputnik-V de Rusia y Sinovac de China), ¿cuál considera la más efectiva?
Lilian Abbo. En este momento no puedo comentar, porque no hay estudios comparativos entre las vacunas y no tengo todavía información sobre la vacuna rusa, pues ellos han guardado muy en secreto cómo la hicieron. Solo puedo comentar sobre las de Moderna y Pfizer, de las cuales manejo más información. Ambas tienen un 95% de efectividad y son elaboradas con la tecnología mRNA, que tiene más de dos décadas siendo estudiada. Los efectos secundarios son muy similares, así que creo que en estos momentos tenemos que esperar más información para poder decir cuál va a resultar la mejor. El hecho de que tengamos en menos de un año dos vacunas con un 95% de efectividad es excelente.
¿Es posible que una mutación del virus haga inoperantes las vacunas actuales?
Es posible. Estas vacunas están basadas en el spike protein que tiene el coronavirus, y si hubiera mutaciones mayores eventualmente pudieran resultar inefectivas. Hasta ahora no ha habido mutaciones mayores, sino de poca significación; pero obviamente queremos vacunar a la mayor cantidad de personas, controlar la pandemia y el virus, y evitar que la gente desarrolle resistencia aunque este virus mute y se haga más virulento. La idea es maximizar el control de la pandemia, lograr la inmunidad de rebaño y que podamos volver a la normalidad lo antes posible. [Nota: esta entrevista se efectuó antes del descubrimiento de la mutación hallada en el Reino Unido].
¿Está más claro actualmente cuánto tiempo dura la inmunidad que ofrecen las diferentes vacunas?
No está más claro. Los estudios apenas comenzaron en julio, tenemos solo cinco meses de data; sabemos que hay inmunidad, pero no podemos hablar de una inmunidad a largo plazo, si va a durar décadas o meses. Obviamente necesitamos más tiempo para saber cuánto va a durar.
¿Puede vacunarse una persona que esté padeciendo Covid en este momento? ¿Aceleraría ello su recuperación?
No recomendamos vacunarse si tiene síntomas, sino que la persona pase la fase aguda de la enfermedad, se recupere y cumpla sus diez días de cuarentena, además de que no queremos personas infectadas yendo potencialmente infectar a otros cuando se vayan a poner la vacuna. Eso no es aconsejable. Yo recomiendo que las personas guarden sus diez días de cuarentena como mínimo, si la persona tiene síntomas debe recuperarse y consultar con su médico antes de vacunarse.
Personas asintomáticas o pre-sintomáticas, que no sabemos si están infectadas, que no se han hecho la prueba y que no recuerdan haber tenido exposición a una persona infectada, sí están siendo vacunadas. Pero a cualquier persona que haya tenido contacto cercano y tenga una prueba positiva le recomendamos cumplir su cuarentena. No hay evidencias de que una vacuna acelere la recuperación; para eso recomendamos otro tipo de tratamientos, como anticuerpos monoclonales o plasma convaleciente, aunque obviamente no todo el mundo cumple los criterios para esos tratamientos. Pero hay que tener en cuenta que la vacuna no es terapéutica, es preventiva.
“No recomendamos vacunarse si tiene síntomas, sino que la persona pase la fase aguda de la enfermedad, se recupere y cumpla sus diez días de cuarentena”
¿Una persona que ya padeció Covid-19 debe o puede vacunarse?
Sí. Hasta ahora se conocen pocos casos de personas que se hayan reinfectado, pero si una persona tiene factores como edad mayor a 65 años, diabéticos, hipertensos, obesos, que son los que poseen mayor riesgo de padecer una enfermedad severa, y además tuvo Covid hace más de 90 días, no hay ninguna contraindicación para que se vacune. Sabemos que en la mayoría de las personas que se han reinfectado ello ha ocurrido después de 90 días. Yo recomiendo esperar ese lapso, aunque hay personas que han decidido hacerlo a los 15 o 30 días y no hay contraindicaciones.
¿Está contraindicada la vacunación para algunas personas o grupos demográficos, por ejemplo por condiciones médicas preexistentes?
No, en estos momentos no hay ninguna contraindicación; pero la gente tiene que saber que en los estudios clínicos, que incluyeron a más de 40.000 personas, no se incluyó a ciertos grupos como pacientes con trasplantes de órganos o que estén en quimioterapia en estos momentos; tampoco hay data sobre mujeres lactando o embarazadas. Pero ninguna de estas condiciones son contraindicaciones en estos momentos. La pregunta es si las personas inmunocomprometidas o con enfermedades autoinmunes van a poder montar una respuesta inmunológica a la vacuna y generar anticuerpos.
¿Cuánto tiempo se estima para lograr la “inmunidad de rebaño” mundial, es decir el cese de la pandemia?
Eso es impredecible; calculamos que alrededor del 60% de la gente debe tener inmunidad para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Lilian Abbo cuando era vacunada en el hospital Jackson Memorial, donde es la jefa del programa de prevención y control de infecciones
(Foto: Jackson Health System)
¿Es cierto que Ud. fue la primera mujer médico de Estados Unidos a la que se aplicó la vacuna Pfizer-BioNTech, como afirmó un medio latinoamericano?
Fui la primera mujer médico en Miami, no en Estados Unidos. Fuimos 9 personas integrantes del personal de salud quienes nos vacunamos de primeros en Miami, y tuve el privilegio y el honor de ser una de ellas, pero no fui la primera en EEUU.
Quiero decir que mis efectos secundarios fueron solo un poquito de dolor donde me inyectaron, que duró menos de 24 horas. Era un dolor muy leve, como con cualquier otra vacuna; no tuve fiebre ni otros síntomas generalizados. El único síntoma que puedo reportar después de tres días es que siento optimismo y esperanza de que con esta vacuna podamos controlar la pandemia, que no haya más muertes (ya en Estados Unidos se han superado las 300.000), que no haya más personas hospitalizadas, y que todos podamos volver a una vida más normal.
Lilian Abbo nació en Caracas, en una familia que ha contado con distinguidos galenos. Es egresada del Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik”. Se graduó de médico en la Universidad Central de Venezuela en 1999, e hizo pasantías como médico rural en el Hospital Rísquez de Achaguas, estado Apure (1998), en el ambulatorio Ruiz Pineda de Charallave, estado Miranda (1999-2000), y el ambulatorio de Cartanal, también en Miranda (2000).
Posteriormente laboró en el hospital docente Jackson Memorial de la Universidad de Miami (2001-2002), en el Jacobi Medical Center de Nueva York (2002-2003), hizo una residencia en el Mount Sinai Medical Center de Miami Beach (2003-2005), y de nuevo en el Jackson Memorial (2005-2007).
Abbo es profesora de Enfermedades Infecciosas en el Miami Transplant Institute de la Universidad de Miami, y jefa del Programa de Prevención de Infecciones y Uso Apropiado de Antimicrobianos del Jackson Health System. Desde 2014 es presidenta del Consejo Asesor de la organización Women in Academic Medicine (Mujeres en Medicina Académica) de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami.
Cuenta en su haber con más de 100 artículos publicados y otro centenar de trabajos académicos, además de conferencias nacionales e internacionales en el área de resistencia antimicrobiana e infecciones asociadas a trasplantes. Ha participado en numerosos eventos en Estados Unidos y otros países en esas áreas.
La tecnología mRNA
Las vacunas mRNA (RNA Mensajero) son un novedoso tipo de arma contra las enfermedades infecciosas. El ARN, o ácido ribonucleico, es una molécula cuya función es llevar instrucciones desde el ADN, donde radica nuestra información genética, hasta el ribosoma, lugar de la célula donde se sintetizan las proteínas.
Para desencadenar una respuesta inmunitaria, muchas vacunas tradicionales introducen en nuestro cuerpo un germen debilitado o desactivado. En cambio, las que emplean la tecnología mRNA enseñan a nuestras células a producir una proteína específica —o incluso solo una parte de una proteína—, que desencadenará la respuesta inmunitaria.
Esquema del procedimiento para crear anticuerpos con la tecnología mRNA
(Fuente: The Conversation)
Las vacunas de mRNA contra el Covid-19 introducen instrucciones para que nuestras células produzcan una pieza inofensiva de lo que se llama spike protein o «proteína de pico» que tienen los coronavirus en su superficie exterior (precisamente la característica que les da el nombre de coronavirus), en este caso el que causa Covid-19. Una vez que tales instrucciones están dentro de la célula, esta las usa para fabricar el fragmento de proteína indicado. A continuación, la célula descarta las instrucciones y despliega ese fragmento de proteína en su superficie.
El sistema inmunitario reconoce que la proteína no pertenece a nuestro organismo, y comienza de inmediato a desarrollar una respuesta produciendo anticuerpos, como sucedería en una infección natural de Covid-19. Así, el cuerpo aprende a protegerse contra futuras infecciones. Desde ese momento en adelante, todo virus de Covid-19 que ingrese al organismo se encontrará con una vigorosa respuesta inmunitaria que lo destruirá.
El beneficio de las vacunas de mRNA, como de todas las vacunas, es que los inmunizados adquieren protección sin arriesgarse a las graves consecuencias de sufrir la enfermedad.
Redacción NMI, con información del Centro de Control de Enfermedades de EEUU y xataca.com.
FUENTES
https://doctors.umiamihealth.org/provider/Lilian+M+Abbo/525580
www.amwa-doc.org/amwa101/lilian-abbo-md/
www.cdc.gov
xataca.com