Se ha llegado al final de una primera etapa en las negociaciones para liberar a los rehenes. En la última liberación regresaron solo los cadáveres de cuatro infortunados cuyas familias tenían alguna remota esperanza de verlos con vida.
También, los funerales celebrados han dejado a todos en Israel exhaustos y doloridos. Frustrados, y vale decir sin consuelo. Con una sangre fría espeluznante, Hamás se atreve y dicta las pautas de los próximos acontecimientos. Como ha sido desde el 7 de octubre de 2023, como ha sido desde mucho antes. No se puede atribuir como una falta de Israel, ni de cualesquiera que sean sus gobernantes, el hecho de no captar la verdadera disposición y mentalidad de un enemigo mucho más que implacable.
Hay muchas lecciones que deja esta horrible historia. Mark Twain decía que de algo sirve de experiencia cuando se aprende a no actuar igual en una situación similar que se presente el futuro. El tío de Tom Sawyer quedó inválido por saltar de techo en techo, y la experiencia no le sirvió de nada. Inválido, ya no podría saltar más de techo en techo, no es que pudiera saltar y decidiera no hacerlo debido a lo aprendido; es que nunca más pudo saltar. Esta experiencia que vive Israel ¿servirá de algo? Todos esperamos que sí.
La incomprensión de la mentalidad del enemigo y de su determinación a matar y morir no parece estar clara para todos. No en Israel, y no entre quienes abordan el problema y el conflicto bajo los parámetros racionales que tratan de salvar vidas de ambas partes. Hay una que considera la muerte y el martirio, aún autoinfligido, un valor supremo. De allí que el don’t de Joe Biden no surtiera ningún efecto significativo. De allí que imponer condiciones por parte de quien está en franca desventaja no se comprende, pero sucede y hay que atenerse a esto.
(Imagen: Freepik)
Con la liberación de rehenes llegan testimonios e historias que nos dejan perplejos. La crueldad del cautiverio es algo que sorprende y aterra. El drama de quienes se quedan esperando una próxima liberación, tanto los rehenes como sus seres queridos, sometidos a la tortura física y mental sin compasión. Los videos emitidos con mucho tino y en el tiempo preciso para causar efectos demoledores en todos, victimas directas, gobierno, oposición. Una guerra sicológica apoyada por los medios de difusión de nuestros días, y a los cuales tienen acceso sin muchas restricciones los secuestradores.
Este conflicto que se inicia el 7 de octubre de 2023, una etapa de un conflicto mucho más largo en verdad, se puede catalogar como un reality show de proporciones brutales. Los testimonios de personas liberadas dejan saber cómo en Gaza se sigue de cerca lo que se informa y trata en los medios de comunicación de Israel, para tomar decisiones y tratar en consecuencia a los rehenes. El enemigo más feroz de Israel tiene acceso a cómo se maneja la situación en Israel, cuál es el sentir de la opinión pública, como influye en las acciones del gobierno y de los negociadores. Lo paneles de opinión que son diarios y variados, todos los días en todas las estaciones de televisión y emisoras de radio, proveen a Hamás de la data necesaria y suficiente para tener más fuerza y ejercer control. A sabiendas de esto, los temas sensibles de Israel, muchos de los cuales deberían tratarse en reuniones privadas, se siguen ventilando en público y ante un público mucho más que hostil. Paradójicamente, el enclave que se autodenomina sometido tiene facilidades de internet, comunicaciones y camiones de ayuda humanitaria que les permite esto y mucho más.
La libertad de expresión y manifestación es un valor supremo. Así lo consideramos todos. La particularidad y valor intrínseco de Israel se basa en esta sagrada premisa. Está siendo utilizada vilmente por sus enemigos, y el sentido común de entrevistados y entrevistadores brilla por su ausencia. No es una tendencia de Israel esto de dirimir en público diferencias y temas delicados, incluso con el riesgo cierto de dar ventajas a enemigos demostradamente implacables.
Los testimonios de personas liberadas dejan saber cómo en Gaza se sigue de cerca lo que se informa y trata en los medios de comunicación de Israel, para tomar decisiones y tratar en consecuencia a los rehenes. El enemigo más feroz de Israel tiene acceso a cómo se maneja la situación en Israel, cuál es el sentir de la opinión pública, como influye en las acciones del gobierno y de los negociadores
El viernes 28 de febrero de 2025, en el Salón Oval de la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos de América, con parte de su equipo, mantuvo una sesión acalorada con Volodimir Zelensky, presidente de la Ucrania en plena guerra. Una sesión trasmitida en vivo y en directo, vista en todo el mundo en tiempo real y con posibilidad de verse una y otra vez. ¿Es esto algo que se pueda llamar lógico, producente, prudente y que ayude a resolver conflictos?
Durante la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel logró una contundente victoria gracias al efecto de la sorpresa y la discreción. Claro, no había redes sociales ni trasmisiones por satélite tan desarrolladas como hoy. Las noticias se podían oír en radios de onda corta, y los periódicos tardaban cuando menos veinticuatro horas en informar lo que había recién sucedido el día anterior. Esto sería una eternidad para nosotros. Menajem Beguin, al cuarto día del conflicto, sugirió al primer ministro Levi Eshkol tomar Jerusalén, siendo que Jordania había atacado. Luego de la guerra, se supo también que Moshé Dayan, el ministro de Defensa, no quiso nunca tomar Gaza, que estaba en manos de Egipto. Al legendario David Ben Gurión, ya retirado para 1967, se le atribuye la posición de no dejar en pie lugares históricos y sagrados de Jerusalén en caso de tomarse la ciudad, para evitar lo que hoy sucede en cuanto a ellos. ¿Podemos imaginar qué habría pasado si estos comentarios y posiciones hubiesen sido trasmitidos y comentados en tiempo real? La historia de Israel y del Medio Oriente sería otra.
Israel es un país ejemplar y temerario. Muchas de sus acciones son legendarias: la Guerra de los Seis Días y el rescate de Entebbe son de las más señaladas. Lo es también por manejar una guerra como si de un reality show se tratara, con el primer ministro dirigiendo la guerra y asistiendo a un juicio en su contra dos o tres veces por semana, con investigaciones dolorosas acerca de lo ocurrido el 7 de octubre, para encontrar a los responsables y culpables de los fallos ocurridos, mientras continúan las hostilidades.
Todo esto narrado y comentado en vivo, directo y redes. Imposible no enredarse. Milagrosa la victoria.
Los judíos fácilmente identificables representan la mayor parte de las víctimas, y en muy pocos casos hay sanciónKate AndersonLa organización...