La compañía israelí Betalin Therapeutics ha prometido cumplir el sueño de millones de pacientes con diabetes tipo 1 y 2 en el mundo. La empresa dio a conocer un revolucionario procedimiento en su fase final de pruebas, a través del cual se implanta al paciente un páncreas bioartificial, que controlará el nivel de azúcar en el cuerpo y secretará con precisión la cantidad requerida de insulina, reemplazando así al páncreas real.
Betalin ha desarrollado el órgano, llamado en inglés Engineered Micro Pancreas (EMP) o páncreas producido con microingeniería, que libera a los diabéticos de la necesidad de dolorosas y repetidas pruebas e inyecciones de insulina. En un proceso que dura menos de una hora y bajo anestesia local, se implanta la microestructura de páncreas artificial debajo de la piel del paciente. La estructura, compuesta por tejido pulmonar de cerdo y células secretoras de insulina, se adhiere inmediatamente a los vasos sanguíneos del paciente. El páncreas biológico «entiende» cómo medir el nivel de azúcar del cuerpo y cómo segregar una cantidad óptima de insulina.
Después del trasplante, los pacientes pueden suspender inmediatamente el uso de bombas, medicamentos, inyecciones y mediciones de glucosa en la sangre, a medida que el páncreas biológico recupera la capacidad del cuerpo para secretar insulina de manera controlada. Los pacientes en quienes se inserte el páncreas bioartificial —que costará inicialmente unos $50.000— verán sus cuerpos restaurados por completo, sin necesidad de tratamientos adicionales.
Betalin Therapeutics fue fundada en 2015 por el empresario Joshua (Shuki) Hershkovitz, fundador de otras empresas que cotizan en la bolsa, como D Medical Industries y Nextgen. Su junta directiva incluye, entre otros, a dos premios Nobel de Química, Arieh Warshel, premiado en 2013, y Sydney Altman, estadounidense, quien sufre de diabetes y fue ganador del Nobel en 1989. En 2017, Betalin ganó el prestigioso premio «Mejor startup farmacéutico innovador» en la competencia Mixiii Biomed.
El proceso de investigación, dirigido por el profesor Eduardo Miterani de la Facultad de Ciencias de la Universidad Hebrea de Jerusalén, comenzó hace cerca de una década. La base de su desarrollo radica en el hecho de que las células necesitan entrar en contacto con el tejido de soporte que simula el entorno extracelular en el cuerpo humano. Miterani comenta: “Este es un avance mundial en el tratamiento de la diabetes. Este páncreas es único, en el sentido de que funciona como un órgano autónomo completo, no como células individuales y, por lo tanto, puede ubicarse en cualquier parte del cuerpo”.
Por su parte, el doctor Avi Treves, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Betalin, agrega: “Este es un avance significativo en la investigación de la diabetes. Hasta ahora, el tratamiento de la diabetes tipo 1 severa se ha basado en inyecciones periódicas de insulina, junto con un monitoreo continuo de los niveles de azúcar en la sangre. Se han hecho intentos en el pasado para tratar la diabetes con el trasplante de células beta en pacientes, pero este enfoque ha encontrado muchos problemas, incluida la falta de donantes de células beta y la necesidad de suprimir el sistema inmunitario para evitar el rechazo del injerto. El páncreas de Betalin es una solución única en su tipo, y creemos que podemos llevar la curación a millones de pacientes».
Mientras tanto, el doctor Nikolai Kunicher, CEO de Betalin, comenta: “Ante todo, existe el sentido de una misión. La posibilidad de salvar a cientos de millones de diabéticos en todo el mundo con un cuidado tan simple y fácil es emocionante para nuestro equipo. Dado el éxito de los experimentos de laboratorio en ratones, Betalin pronto comenzará los ensayos clínicos en diabéticos».
Fuente: Aurora. Versión NMI.