Las 34 estaciones de la Línea Roja van desde Bat Yam hasta Petaj Tikva. Se trasportarán unos 250.000 pasajeros diarios
Etgar Lefkovits*
Después de años de retrasos, el tren ligero de Tel Aviv comenzará a funcionar este viernes 18 de agosto, lo que permitirá a los pasajeros viajar sin tráfico dentro y alrededor de la congestionada área metropolitana.
Los 24 kilómetros de la Línea Roja, que atravesarán Tel Aviv y conectará desde Bat Yam, al sur de la ciudad, con Petaj Tikva al este, recibió luz verde para operar a principios de este mes después de que se concedieran todas las aprobaciones de seguridad. Originalmente programado para comenzar a funcionar hace casi dos años, el proyecto de casi 19 mil millones de shékels (unos 5 mil millones de dólares) se retrasó repetidamente por fallas en el funcionamiento, e incluso, aun más importante, en su señalización y frenado de emergencia.
La línea cuenta con 34 estaciones, incluyendo diez paradas subterráneas, y va desde Bat Yam a través de Yafo, Tel Aviv, Bnei Brak y Ramat Gan hasta Petaj Tikva. La mitad del recorrido pasa por un túnel subterráneo.
“Este es un día de celebración para el Estado de Israel”, dijo el jueves el primer ministro Benjamín Netanyahu al inaugurar la línea en Petaj Tikva. “Hoy estamos haciendo realidad una visión del trasporte de Israel: prometimos conectar entre y dentro de las ciudades y entre países, y estamos haciendo las tres cosas”.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, su esposa Sara, y detrás la ministra de Trasporte, Miri Regev, durante el acto pre-inaugural el 17 de agosto
(Foto: jns.org)
El lugar de la inauguración se politizó rápidamente por segundo día consecutivo, con cientos de manifestantes antigubernamentales abucheando y gritando “Vergüenza” por el programa de reforma judicial del gobierno. “Todos, los que nos apoyan y los que se oponen a nosotros, usarán este tren”, comentó Netanyahu.
El tren ligero de Tel Aviv está funcionará de domingo a jueves de 5:40 am hasta medianoche, y los viernes hasta una hora y media antes del Shabat. Un tren pasará cada 3,5 minutos durante las horas pico, y cada seis minutos el resto del día.
El sistema no operará los sábados ni durante las festividades judías, lo que ha generado críticas y protestas en la ciudad predominantemente secular, reavivando el debate sobre el trasporte público en Shabat. Sin embargo, el horario operativo está en consonancia con el statu quo de larga data con respecto al trasporte público en Israel, especialmente en la línea que atraviesa la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, al este de Tel Aviv.
Una tarifa única para viajes más cortos, que se puede comprar a través de la aplicación o con la tarjeta de trasporte público nacional RavKav, costará 5,50 shékels ($1,45), mientras que viajar por la línea completa costará 12 shékels ($3,17). Ambas tarifas equivalen al precio de un billete de autobús urbano.
El Ministerio de Trasporte estima que 250.000 pasajeros utilizarán la línea todos los días, para un total de 70 millones al año.
El tren ha estado realizando pruebas sin pasajeros durante meses, y las festividades musulmanas y nacionales de primavera sumaron a los retrasos, lo que frustró a los residentes de la ciudad.
La primera licitación para la línea ferroviaria se publicó hace casi dos décadas, mientras que la idea de una línea de metro para Tel Aviv fue abordada por primera vez por la entonces primera ministra Golda Meir hace ya medio siglo.
El tren ligero de Jerusalén se inauguró en 2011, después de retrasos similares. Desde entonces se ha convertido en una característica distintiva de la ciudad, que utilizan a diario los residentes judíos, musulmanes y cristianos, así como los turistas que atraviesan la capital. Se está trabajando en líneas adicionales tanto en Jerusalén como en Tel Aviv.
*Periodista.
Fuente: Jewish News Syndicate (jns.org).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.