Los incendios que quemaron 1.600 hectáreas cerca de la frontera de Gaza diezmaron otras plantas que usualmente compiten con la flor roja estacional, despejando el camino para una temporada de Darom adom (“Sur rojo”) más roja que nunca.
Una cometa incendiaria lanzada desde Gaza cayó en el área de conservación de Gvaram el 2 de noviembre de 2018, generando un incendio que se extendió por las colinas y rápidamente lo volvió todo negro. Caminando por el paisaje ennegrecido de 1.200 hectáreas de bosques que se quemaron alrededor de la frontera con la Franja de Gaza, las hierbas chamuscadas crujían bajo los pies y el olor a humo se mantenía en el aire. Los incendios provocados por globos y cometas incendiarias también acabaron con 400 hectáreas de tierras de cultivo.
Apenas tres meses después, el negro carbonizado que abarcaba la mayor parte de Gvaram ha sido borrado por una explosión de verde y rojo. Los pastos de invierno cubren el suelo quemado, y las tradicionales anémonas rojas, o kalaniyot, han producido una explosión de color a través de los campos y bosques con un vigor que no se había visto en la última década.
“En realidad no es que haya más kalaniyot este año, a pesar de que parezca así”, explica Kobi Sufer, director regional de la zona costera del sur de la Autoridad de Parques y Naturaleza. “En años anteriores, la maleza era tan alta que no siempre se podían ver”. Pero después de que las cometas incendiarias quemaran esas malezas, las kalaniyot florecieron este año sin la competencia de otras plantas, creando una verdadera alfombra de flores rojas que bailan al viento.
El contraste entre los campos ennegrecidos del verano y el otoño pasados y el verde y el rojo exuberantes es difícil de creer, incluso para quienes viven en el área. “Alguien que venga hoy y mire a su alrededor dirá que de ninguna manera este lugar se quemó”, comenta Sufer. En algunos lugares, las flores rojas crecen tan densamente que lucen como el campo de amapolas del Mago de Oz cuando Dorothy se duerme.
El festival anual Darom Adom comenzó el 31 de enero; serán cinco fines de semana de eventos, que contarán durante febrero y marzo con uno de los florecimientos más dramáticos de kalaniyot que se hayan visto. El festival, que atrajo a más de 60.000 visitantes durante el primer fin de semana, celebra las kalaniyot que florecen todos los años, proporcionando un festín de rojo bajo el cielo azul. Durante el evento se ofrecen decenas de talleres gratuitos, visitas guiadas, conciertos y actividades para niños en varios lugares cercanos a la Franja de Gaza. Los organizadores esperan que unos 350.000 amantes de las flores se trasladen al sur para el festival, al igual que en años anteriores.
El festival también se ha convertido en un importante motor económico para el sur, pues da empleo a miles de personas en la industria del turismo. Es la época del año más concurrida de la región.
Fuente: Unidos por Israel. Traducción NMI.