Con cientos de miles de reproducciones en Spotify, shows con atuendo azul y blanco y un centenar de canciones publicadas, Westside Gravy lucha contra el antisemitismo que sufrió desde muy joven como judío afroamericano. “Soy parte orgullosa de la diáspora, en mi corazón tengo a Jerusalén y África”
Itamar Eichner*
La apariencia del rapero Westside Gravy puede ser engañosa: el color de su piel indica su origen africano, pero en su brazo derecho tiene tatuada en hebreo la frase «Si me olvidare de ti, Jerusalén, sea olvidada mi diestra». Al sumergirse en su historia, todas estas contradicciones se juntan en una sola persona.
Gravy tiene 22 años y nació con el nombre de Noah Shufuntinsky. Hijo de una madre afroamericana con raíces judías y padre ruso de familia judía, es un rapero y artista del hip-hop estadounidense, que a lo largo de su carrera se encontró luchando contra el antisemitismo y el movimiento BDS (boicot a Israel).
Ahora da la pelea desde Israel, su nuevo lugar de residencia, a donde llegó tras culminar su proceso de inmigración la semana pasada.
Durante los años que vivió en Estados Unidos, fue un representante de Israel en el extranjero. En sus letras se puede percibir el sionismo y el orgullo por sus raíces judías. Canta frases como «la historia se enseña de generación en generación, no tendremos futuro si no recordamos», “Soy parte orgullosa de la diáspora, en mi corazón llevo a Jerusalén y África”, “El pueblo de Israel sigue vivo después de varios miles de años de odio”, y «sigan disparando cohetes, nada nos detendrá».
Westside Gravy: “Quiero ser parte de esta historia”
Gravy, quien vivió la mayor parte de su vida en San Diego, California, ha lanzado más de 100 canciones originales hasta la fecha, que se pueden encontrar en su página de YouTube y en otras plataformas. Uno de sus hits, Hands Up High, tiene 900.000 reproducciones en Spotify. Actuó como artista de apoyo en los shows de dos conocidos raperos del hip-hop estadounidense: Rich The Kid y King Lil G. También participó en la gira de conciertos del rapero ultraortodoxo Nissim Black.
A menudo combina hebreo, árabe, ruso y español en sus canciones, que incluyen una fuerte protesta contra el movimiento de boicot a Israel, el antisemitismo y la doble moral hacia el Estado de Israel. En ocasiones aparece luciendo un sombrero blanco y azul con la estrella de David.
Al preguntársele por qué decidió hacer aliá, responde: “Hay algo en el hecho de estar aquí que es una especie de “declaración” para el futuro y para todos nosotros como judíos. Israel es el Estado del pueblo judío y no hay otro lugar en el que quiera estar. Aquí quiero vivir mi vida, construir una carrera y formar una familia. Hay algo acerca de estar aquí que te permite explorar profundamente tu conexión con el judaísmo. Si miras hacia afuera, en la mayor parte del país hay judíos que vinieron de todas partes del mundo y establecieron un hogar aquí. Quiero ser parte de esta historia”.
Emigró a Israel con la ayuda de la organización Néfesh Benéfesh, que celebra su vigésimo aniversario, y en cooperación con el Ministerio de Inmigración y Absorción, la Agencia Judía, el Keren Kayemet LeIsrael y el Fondo Nacional Judío de EE.UU. Llegó en un avión de El Al que trasportaba a un grupo de 48 nuevos inmigrantes de toda América del Norte.
*Periodista.
Fuente y foto: Ynet.
Versión NMI.