Ana Jerozolimski*
Sinceramente, es difícil decidir por dónde empezar a comentar las escandalosas declaraciones formuladas por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, el martes por la noche en Berlín, en rueda de prensa conjunta con el canciller de Alemania. Es que fueron realmente pecaminosas, porque combinaron varios horrores. Primero, una evidente evasión ante la exhortación a que condene o exprese pesar por un atentado terrorista. Además, una alevosa mentira al alegar que Israel ha cometido “50 Holocaustos” contra el pueblo palestino. Y además, una distorsión total de la historia en su forma de presentar los hechos del conflicto, un conflicto que no existiría de no ser por la intransigencia árabe que se opuso a la existencia misma de Israel y trató de eliminarlo, lo cual incluyó el arma del terrorismo palestino.
Vayamos por partes.
En una rueda de prensa en Berlín junto al canciller de Alemania, Olaf Scholz, un periodista preguntó a Abbas si está dispuesto a disculparse por la masacre de 11 atletas israelíes en los juegos olímpicos de Múnich, de la que se cumplen próximamente 50 años. Cabe recordar que se trató de un atentado terrorista cometido por la organización palestina Septiembre Negro, identificada con al-Fatah. Y que en ese momento Abbas era el encargado de las finanzas de la OLP, por lo cual se dice que en la práctica podría haber estado a cargo de financiar el atentado en cuestión.
Pues Abbas no solo esquivó absolutamente tanto pedir disculpas como hacer cualquier tipo de comentario que pudiera interpretarse al menos como expresión de pesar por aquella matanza, sino que lanzó un alevoso ataque contra Israel, jugando con el número 50 que le había sido planteado. «Desde 1947 hasta el día de hoy, Israel ha cometido 50 masacres en 50 localidades palestinas. Cometió 50 masacres, 50 Holocaustos”.
Quizá Abbas se confundió y creyó que estaba dando uno de sus incendiarios discursos en Ramala. Las relaciones de Alemania con la Autoridad Palestina se han visto afectadas por su obscena banalización del Holocausto
(Foto: CNN)
Escribimos esta cita y nos preguntamos qué es peor: pensar que Abbas no sabe lo que fue el Holocausto, que en la práctica lo relativiza absolutamente —y no por primera vez—; que osa hacerlo en la otrora capital del Tercer Reich, Berlín; o que continúa con su constante demonización de Israel, lanzando veneno con sus mentiras y distorsiones históricas. En realidad, no hay que elegir. Todo se junta y es motivo de extrema preocupación.
Este miércoles por la mañana, tras el revuelo que causaron sus palabras, duramente criticadas también por Alemania y por el propio canciller Scholz en declaraciones a Bild, Abbas se retractó, trató de corregir, y dijo que no había tenido ninguna intención de minimizar la “singularidad” del Holocausto, al que llamó “el crimen más despreciable de la historia moderna”, agregando que su intención era referirse a los “crímenes” israelíes. Poco y nada sirve su aclaración, producto de presiones. Lo real en su percepción, al parecer, es lo que le salió de adentro en Berlín.
Si bien está claro que lo que hizo Abbas no fue un análisis histórico sino formular otra declaración demonizadora, como tantas otras que ha tenido respecto a Israel, es tal la envergadura de la mentira que hay que responderle, sí, con hechos.
El Holocausto fue el mayor crimen de la historia de la humanidad, con lo cual no minimizamos en absoluto otros genocidios, pero remarcamos su singularidad, ya que se trató de un caso particular en el que absolutamente todos los recursos de un Estado, la Alemania nazi, estuvieron dedicados al plan de exterminio, cuya meta era matar a absolutamente todos los judíos sobre la faz de la Tierra. Apuntaban a una aniquilación total. Seis millones de judíos, entre ellos un millón y medio de niños, fueron asesinados por la maquinaria nazi, la mayoría en forma directa y otros como consecuencia de las condiciones que les fueron impuestas, inclusive cuando ello iba en detrimento del interés económico o práctico inmediato de los nazis.
Cabe recordar que la masacre de Múnich fue un atentado terrorista cometido por la organización palestina Septiembre Negro, identificada con al-Fatah. Y que en ese momento Abbas era el encargado de las finanzas de la OLP, por lo cual se dice que en la práctica podría haber estado a cargo de financiar el atentado
Por otra parte, los muertos palestinos en el conflicto con Israel, en el que también ha habido por cierto numerosas víctimas israelíes, son resultado de un conflicto armado que le fue impuesto a Israel, un conflicto que jamás habría ocurrido si los árabes hubieran aceptado la recomendación de la ONU de repartir el territorio de la Palestina del Mandato Británico en un Estado árabe y un Estado judío. Es un conflicto que se agudizó cuando los árabes rechazaron aquella resolución de 1947 en las Naciones Unidas y optaron por lanzarse a la guerra contra Israel. Abbas hasta menciona “desde 1947”, haciendo caso omiso del hecho de que ese año, también quienes lo representaban a él optaron por la violencia, con tal de que no naciera un Estado judío.
Es un conflicto en el que los árabes trataron de hacer desaparecer al Estado judío, y los judíos tuvieron que defenderse desde siempre. Hoy en día, claro que el Estado judío es muy fuerte militarmente. Si no lo fuera, ya no existiría.
Sí, la guerra antiterrorista ha cobrado también víctimas inocentes. Los terroristas atacan intencionalmente a los civiles israelíes, y cuando Israel responde, puede haber también víctimas no involucradas. Pero eso jamás fue y tampoco es ahora un intento de exterminio del pueblo palestino. En absoluto. Si lo fuera, no lucharían los palestinos por trabajar en Israel y por atenderse en sus hospitales.
El problema es el mensaje demonizador de quien se presenta como el líder moderado y legítimo del pueblo palestino, el que se presenta como víctima por el hecho de que no hay aún un Estado palestino soberano e independiente, y no es capaz ni por un segundo de mirar hacia adentro, de analizar la responsabilidad árabe y palestina al respecto, y encima lanza veneno hacia Israel
Los números dicen mucho. Según la propia ONU, en 1960 la población palestina ascendía a poco más de un millón de personas, mientras que en el 2020 ya eran mucho más de 5 millones. ¿Holocausto? Un pueblo que se reproduce tanto, que crece, no es víctima de ningún Holocausto. Suena hasta ridículo aclararlo.
El problema aquí, lo tenemos claro, no es la discusión racional y el intento de convencer con argumentos concretos y ordenados, con números y datos, dado que la distancia entre las acusaciones y la realidad es absolutamente sideral. El problema es el mensaje demonizador de quien se presenta como el líder moderado y legítimo del pueblo palestino, el que se presenta como víctima por el hecho de que no hay aún un Estado palestino soberano e independiente, y no es capaz ni por un segundo de mirar hacia adentro, de analizar la responsabilidad árabe y palestina al respecto, y encima lanza veneno hacia Israel.
Aunque nos contamos entre quienes quieren volver a un diálogo entre las partes, no podemos minimizar la gravedad de la línea de odio del Presidente palestino. Y al acercarse el 50° aniversario de la matanza de los atletas israelíes en Múnich, llevada a cabo por un grupo de al-Fatah, el propio grupo de Abbas en la OLP, lo mínimo que podía esperarse era una condena tardía o expresión de cierta incomodidad por lo sucedido. En su lugar, llegó una vieja-nueva diatriba palestina contra Israel.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: semanariohebreojai.com.
Versión NMI.
Indignación por comentario de líder palestino sobre “50 Holocaustos”
Hadas Gold* y Nadeen Ebrahim
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, tocó una fibra sensible el martes cuando dijo que Israel ha causado «50 Holocaustos» contra los palestinos, lo que provocó la indignación de los líderes mundiales y una tormenta en las redes sociales.
“Desde 1947 hasta el día de hoy, Israel ha cometido 50 masacres en pueblos y ciudades palestinas”, dijo Abbas en árabe, de pie junto al canciller alemán Olaf Scholz en una conferencia de prensa en Berlín. «50 masacres, 50 holocaustos, y hasta hoy, y todos los días hay bajas asesinadas por el ejército israelí».
Un periodista le había preguntado a Abbas si se disculparía por la masacre de los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich, cuando miembros del equipo israelí fueron tomados como rehenes por palestinos armados, en ese momento parte de un grupo disidente del partido al-Fatah de Abbas, lo que provocó la muerte de 11 atletas y entrenadores israelíes y un policía de Alemania Occidental, tras un enfrentamiento armado. Este septiembre marca el 50 aniversario del ataque de Múnich.
Scholz no reaccionó de inmediato a lo dicho por Abbas, pero luego tuiteó: «Estoy disgustado por los comentarios escandalosos hechos por el presidente palestino Mahmud #Abbas. Para nosotros, los alemanes en particular, cualquier relativización de la singularidad del Holocausto es intolerable e inaceptable». Condeno cualquier intento de negar los crímenes del Holocausto».
El embajador de Alemania en Israel, Steffen Seibert, tuiteó que «lo que dijo el presidente #Abbas en Berlín sobre ’50 holocaustos’ es incorrecto e inaceptable. Alemania nunca tolerará ningún intento de negar la dimensión singular de los crímenes del Holocausto».
Los líderes israelíes también condenaron ampliamente el comentario, y el primer ministro Yair Lapid escribió en Twitter: «Mahmud Abbas acusando a Israel de haber cometido ’50 holocaustos’ mientras estaba en suelo alemán no solo es una desgracia moral, sino una monstruosa mentira. Seis millones de judíos fueron asesinados en el Holocausto, incluido un millón y medio de niños judíos. La historia nunca lo perdonará”.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, describió las palabras de Abbas como «despreciables y falsas». «Su declaración es un intento de distorsionar y reescribir la historia», dijo Gantz.
Figuras internacionales también criticaron los comentarios. La enviada especial del Departamento de Estado de EEUU para monitorear y combatir el antisemitismo, la embajadora Deborah E. Lipstadt, los describió como «inaceptables» y agregó que «la distorsión del Holocausto puede tener consecuencias peligrosas y alimentar el antisemitismo».
El personal de Abbas trató de aclarar sus comentarios el miércoles. “El presidente Mahmud Abbas reafirma que el Holocausto es el crimen más atroz que ha ocurrido en la historia humana moderna”, se lee en un comunicado de su oficina. Su respuesta «no pretendía negar la especificidad del Holocausto, que se cometió en el siglo pasado y condena en los términos más enérgicos. Lo que significan los crímenes de los que (…) Abbas habló son las masacres cometidas contra el pueblo palestino desde la Nakba por las fuerzas israelíes, crímenes que no han cesado hasta el día de hoy», concluye el comunicado.
Esto se refiere al establecimiento de Israel en 1948, llamado al-Nakba o «la catástrofe» por los palestinos, cuando más de 700.000 palestinos fueran expulsados o huyeron de sus hogares durante la resultante guerra árabe-israelí.
No es la primera vez que Abbas hace comentarios considerados antisemitas. Como estudiante de doctorado en la Unión Soviética en la década de 1980, Abbas escribió una tesis que alegaba una relación secreta entre los nazis y los primeros defensores de un Estado judío, según Reuters. Sus afirmaciones resurgieron en 2018, cuando dijo que los judíos que vivían en Europa habían sufrido desde el siglo XI «no por su religión, sino por su profesión social».
“Entonces, el problema que se había extendido contra los judíos en toda Europa no se debió a su religión, sino a la usura y los bancos”, dijo durante un discurso de apertura en el Consejo Nacional Palestino (PNC), el parlamento de facto de la Organización de Liberación de Palestina.
Tras la generalizada indignación, Abbas se disculpó más tarde por sus comentarios, diciendo que condenaba el antisemitismo y calificando al Holocausto como «el crimen más atroz de la historia».
*Corresponsal de CNN en Jerusalén.
Fuente: CNN.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.