Aprovechando su presencia en Polonia para la Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco visitó el memorial de Auschwitz, donde los nazis asesinaron industrialmente a un millón y medio de personas, la mayoría judíos.
El pontífice entró por el emblemático portal que dice “El trabajo libera” y caminó a solas, con gran solemnidad, por el campo de exterminio sin dar declaraciones. Al final del recorrido y después de rezar, escribió en el libro de visitantes: “Perdón por tanta crueldad”.
Jorge Mario Bergoglio también conversó con sobrevivientes del Holocausto y con varios “justos entre las naciones”, personas que arriesgaron sus vidas para proteger judíos durante la Shoá.
Francisco es el tercer papa que visita Auschwitz, después de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Con información y foto de El País (Madrid)