Tras dirigir uno de los proyectos científicos más importantes de la historia, sus escrúpulos morales lo distanciaron de quienes se lo habían encargado
Durante la Segunda Guerra Mundial, Julius Robert Oppenheimer lideró el equipo de científicos que tenía la tarea de crear un arma que alteraría el curso de la guerra. Lo que construyeron cambió el mundo para siempre, y continúa dando forma al panorama geopolítico en el siglo XXI.
Conocido como el «padre de la bomba atómica», Oppenheimer fue un notable físico teórico cuya excepcional brillantez científica quedó patente desde muy joven. Aunque su carrera fue muy elogiada, su relación con el gobierno y las fuerzas armadas de Estados Unidos estuvo lejos de ser fácil.
Nacido en la ciudad de Nueva York el 22 de abril de 1904 de inmigrantes judíos alemanes, Oppenheimer era científico por naturaleza. Un amor temprano por los minerales lo llevó a mantener correspondencia con el Club Mineralógico de Nueva York, quienes quedaron tan impresionados con sus escritos que lo invitaron a dar una conferencia, sin saber que en ese momento solo tenía 12 años.
Asistió a la Universidad de Harvard para estudiar Química en 1922. Aunque se graduó como el mejor de su clase tres años después, el amor por la Física llevó al joven Oppenheimer por un camino científico diferente.
J. Robert Oppenheimer durante su juventud
(Foto: Wikipedia Commons)
Luego viajó a Cambridge, en el Reino Unido, para comenzar su trabajo de posgrado en Física. Trabajando en el Laboratorio Cavendish con el ganador del Premio Nobel J.J. Thomson, el científico que descubrió el electrón, Oppenheimer comenzó su investigación atómica.
Un año después, Oppenheimer se encontraba estudiando en la Universidad de Göttingen, Alemania, uno de los principales centros de Física del mundo. Había sido invitado allí por Max Born, el director del Instituto de Física Teórica, y pronto se codeó con futuros científicos de renombre mundial.
Durante su estadía en Alemania, publicó muchos artículos que contribuyeron a la teoría cuántica recientemente desarrollada. Un trabajo notable fue la aproximación de Born-Oppenheimer para las funciones de onda molecular, una contribución importante a la teoría molecular cuántica que ganó mucha fama en el mundo científico.
En 1927, Oppenheimer recibió su doctorado y asumió cátedras tanto en la Universidad de California en Berkeley, como en el Instituto de Tecnología de California. Pasó los siguientes 13 años viajando entre las dos instituciones, realizando importantes investigaciones en una multitud de campos científicos, incluida la Física Nuclear, la teoría cuántica de campos y la astrofísica.
Oppenheimer y otro de sus alumnos, Hartland Snyder, publicaron en 1939 un artículo que predecía la existencia de agujeros negros. Esto, junto con la aproximación de Born-Oppenheimer, siguen siendo dos de sus artículos más citados. Aunque fue nominado tres veces al Premio Nobel, nunca lo ganó.
En el estudio de Albert Einstein (Foto: Wikipedia Commons)
Oppenheimer comenzó a despertar políticamente en la década de 1930, y se dio cuenta de que la Alemania nazi bien podría desarrollar la primera arma nuclear del mundo. Cuando estalló la guerra en Europa en septiembre de 1939, Estados Unidos observó con temor. Oppenheimer se unió con entusiasmo a los primeros esfuerzos que estaba haciendo su país para desarrollar un arma nuclear.
En 1940 contrajo matrimonio con Katherine “Kitty” Puening, una estudiante radical de Berkeley y exmiembro del Partido Comunista. La pareja tuvo su primer hijo, Peter, en 1941, y el segundo, Katherine, nació tres años después.
En 1942, el general Leslie Groves invitó a Oppenheimer a convertirse en el director científico del Proyecto Manhattan, el programa ultrasecreto estadounidense para desarrollar la bomba atómica. Después de que Oppenheimer seleccionó una ubicación en Los Álamos, Nuevo México, el ejército de los EEUU comenzó a construir una serie de laboratorios allí.
Las mejores mentes en física de América y Europa fueron trasladadas a Los Álamos, y se les asignó la tarea de crear una bomba como ninguna otra que el mundo había visto jamás. El equipo de Oppenheimer de unos pocos cientos de integrantes pronto creció a varios miles, todos bajo su dirección, ya que el dinero de los contribuyentes inundó el proyecto. Aunque Oppenheimer tenía poca experiencia en la gestión de un proyecto de esa escala, rápidamente aprendió, recompensando la confianza que el general Groves le había otorgado.
Solo tres años después de que comenzara el proyecto, Oppenheimer y su equipo estaban listos para probar su bomba atómica. La prueba “Trinity” se llevó a cabo el 16 de julio de 1945 en Alamagordo, Nuevo México, donde un ansioso Oppenheimer observó desde un búnker de control la primera explosión nuclear del mundo.
«Sabíamos que el mundo ya no sería el mismo. Algunas personas rieron, otras lloraron. La mayoría estaban en silencio. Recordé un texto de las escrituras hindúes, el Bhagavad Gita: ‘Ahora me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos’”
Después del brillante destello de luz, se observó que Oppenheimer exhaló un gran suspiro de alivio; su equipo lo había logrado. Según testigos, sus primeras palabras fueron: «Supongo que funcionó». Más tarde recordó que el momento que definió la historia le había recordado palabras de un texto sagrado hindú: «Sabíamos que el mundo ya no sería el mismo. Algunas personas rieron, otras lloraron. La mayoría estaban en silencio. Recordé un texto de las escrituras hindúes, el Bhagavad Gita: ‘Ahora me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos’. Supongo que todos pensamos eso, de una forma u otra”.
Menos de un mes después, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, lo que puso fin a la Segunda Guerra Mundial. Se dijo que Oppenheimer estaba angustiado porque la bomba se usó dos veces, creyendo que la segunda bomba era innecesaria.
Unos días después, consiguió una reunión con el presidente Truman en la que expresó su repugnancia por Nagasaki y le dijo al presidente que sentía que había “sangre en [sus] manos”. El presidente tuvo poco tiempo para la postura moralista de Oppenheimer, y le dijo a sus ayudantes después de la reunión: “No quiero volver a ver a ese hijo de p… en esta oficina nunca más”.
Durante una conferencia que dictó en Israel en 1966, pocos meses antes de morir
(Foto: Biblioteca Nacional de Israel)
Después de la guerra Oppenheimer se convirtió en un nombre familiar, y apareció en las portadas de las revistas Life y Time. En 1947 se convirtió en presidente del Comité Asesor General de la Comisión de Energía Atómica (AEC). Durante su tiempo allí, Oppenheimer se opuso al desarrollo de la bomba de hidrógeno, aún más poderosa, posición que lo puso en la línea de fuego de aquellos que querían asumir una postura firme contra la creciente amenaza soviética.
No pasó mucho tiempo antes de que sus enemigos se salieran con la suya. Denunciado por tener simpatías comunistas, Oppenheimer fue destituido de su cargo en la AEC en 1954 y despojado de todas las autorizaciones de seguridad, perdiendo efectivamente su influencia política. La medida conmocionó a la comunidad científica, y ocurrió casi una década antes de que hicieran las paces.
En 1963, el presidente John F. Kennedy otorgó a Oppenheimer el premio Enrico Fermi, aunque el presidente Lyndon B. Johnson se lo entregó después del asesinato de JFK. El premio no solo fue un gesto de disculpa, sino que significó la rehabilitación política del afamado científico.
En sus últimos años, Oppenheimer continuó presionando por el control internacional de las armas nucleares y la energía atómica. El 18 de febrero de 1967 murió de cáncer de garganta en Princeton, Nueva Jersey, apenas un año después de jubilarse.
Fuente: history.co.uk.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
1 Comment
Siempre los leo, estudio judaismo hace mucho y siento gran respetó por el pueblo judío y por el estado Israelita.
Gracias por compartir
Reciban un cordial Shalom 🧡