Con Miss Bahrein debutando en la competencia en Eilat, y Miss Marruecos regresando por primera vez desde 1978, el concurso de belleza muestra los nuevos lazos regionales
Parte de las concursantes del Miss Universo 2021 ante las playas del Mar Muerto, el pasado 1º de diciembre. Esta es la primera vez que el famoso concurso se realiza en Israel, y de hecho en el Medio Oriente
(Foto: Flash90)
Amy Spiro*
Paz mundial: es la respuesta cliché, comúnmente satirizada, de cualquier participante en un concurso de belleza ante la pregunta de qué es lo que más desea. Pero en la 70ª competencia anual de Miss Universo, programada para este domingo en la ciudad de Eilat al sur de Israel, una bocanada de paz realmente flotará en el aire.
Por primera vez en la historia, Bahrein, que normalizó las relaciones con Israel el año pasado, está enviando una participante a la competencia mundial. Marruecos, que también relanzó sus relaciones diplomáticas con Israel en 2020, participa en el concurso por primera vez desde 1978. También se había programado que los Emiratos Árabes Unidos tuvieran su debut en el concurso, pero finalmente no participaron debido al tiempo y restricciones por el Covid.
Pero con cerca de 80 mujeres de todo el mundo que llegan a Eilat tras recorrer el país desde Tel Aviv hasta Jerusalén, el Mar Muerto y más, la mezcla de culturas, idiomas y orígenes sirve de alguna manera como un modelo particularmente elegante de las Naciones Unidas.
Kawtar Benhalima, Miss Marruecos, posó sin maquillaje
(Foto: Miss Universo)
«Venir aquí ha sido una experiencia tan completa», dice Miss Marruecos, Kawtar Benhalima, «por el aspecto histórico de las cosas, porque estoy aquí experimentando Miss Universo, porque estoy aprendiendo cada día».
Benhalim, de 22 años, también está “gratamente sorprendida por la cantidad de personas aquí que me dicen que sus padres y abuelos eran marroquíes. Es hermoso, realmente puedo sentir y notar la conexión». Se estima que cerca de medio millón de judíos marroquíes viven en Israel, lo que la convierte en una de las comunidades de expatriados marroquíes más grandes del mundo.
Manar “Jess” Deyani, Miss Bahrein, nadó con los delfines en las playas de Eilat. Es la candidata de menor estatura en la historia del concurso
(Foto: Miss Universo)
La señorita Bahrein, Manar “Jess” Deyani, se negó a hablar con los medios locales. Pero la estudiante de diseño de 25 años, que vive en Dubai, le dijo al medio de su país The National News que está disfrutando de viajar por Israel, conocer a sus compañeras concursantes y representar a su nación. «Soy la candidata de menor estatura en la historia del Miss Universo, la primera de Bahrein y la primera en representar a los países del Golfo, así que lo considero más que todo una responsabilidad».
Miss Turquía, Cemrenaz Turhan, se ha inclinado por pasear en jeep por el desierto
(Foto: Miss Universo)
Turquía, cuyas difíciles relaciones con Israel son una especie de montaña rusa, envió a la estudiante de 22 años Cemrenaz Turhan. «Realmente amo este lugar, se siente como estar en casa», declaró a The Times of Israel. «Nuestras culturas tienen mucho en común».
A pesar del regreso de Marruecos y el debut de Bahrein, otros países optaron por no participar en el concurso, que se lleva a cabo solo siete meses después de la anterior competencia Miss Universo, que resultó retrasada por la pandemia.
Malasia, que ha competido casi todos los años durante las últimas seis décadas, informó en agosto que no participaría debido a la pandemia, que la obligó a cancelar su propio concurso de Miss Malasia. Pero muchos observadores especulan que la negativa de ese país musulmán a reconocer a Israel es la verdadera causa de la decisión. A principios de este año, Malasia prohibió a los atletas israelíes ingresar al país para participar en una competencia internacional de squash, lo que llevó al organismo mundial de ese deporte a cancelar el torneo.
Indonesia, que tampoco tiene lazos diplomáticos con Israel, también se saltará el evento de a pesar de haber participado durante muchos años, y anunció a finales de noviembre que «el apretado tiempo de preparación y las restricciones locales por el Covid-19» llevaron a tomar esa decisión.
El gobierno sudafricano retiró su apoyo a su representante, Lalela Mswane, por su decisión de participar en Israel. Pero Mswane desafía los llamados para que boicotee el concurso, y ha estado publicando instantáneas de todo Israel en las redes sociales.
Inevitablemente, muchas de las concursantes han sido objeto de comentarios negativos en línea por su decisión de participar, a menudo por parte de activistas de la campaña BDS, pero afirman que ignoran esas críticas. «Por supuesto que vi comentarios como ese, pero yo no soy un política, vine aquí para una competencia», señala Turhan, de Turquía. “Amo a todos los países, no pensé ni por un segundo que boicotearía a Israel. Estoy muy feliz de estar aquí, el pueblo israelí es tan amable y tan asombroso», agrega. “Miss Universo es el lugar adecuado para mostrarle al mundo que somos hermanos y hermanas, que todos somos iguales, que todos tenemos el mismo color de sangre. Esta competencia es, creo, el mejor lugar para mostrarlo».
Benhalima, de Marruecos, asegura sentirse muy bienvenida en Israel, y que no tiene interés en mezclar la política con el concurso. «Nada es en blanco y negro, nada es tan simple como parece. Y por eso, personalmente trato de dar un paso atrás de lo que se dice, mientras investigo y aprendo algo por mí misma, y también separo la política de la gente».
*Periodista.
Fuente. The Times of Israel.
Traducción NMI.