Julio marca el comienzo del principal evento cinematográfico internacional de Israel, con la mirada puesta en el cine local
Marion Fischel*
El Festival de Cine de Jerusalén comenzará este 21 de julio y se prolongará hasta finales de mes en la Cinemateca de Jerusalén y sus alrededores.
El programa incluye largometrajes, documentales y películas experimentales estrenadas durante el último año, así como cortometrajes y filmes ganadores de los festivales de cine de Berlín, Cannes, Venecia y Sundance. Se ofrecerán proyecciones gratuitas en varios sectores de Jerusalén.
La primera edición de este festival tuvo lugar en mayo de 1984, y fue inaugurado por la primera directora de la Cinemateca de Jerusalén, Lia van Leer (1924-2015). No solo proyecta lo mejor del cine mundial, sino que además es una oportunidad para los cineastas israelíes emergentes.
Van Leer y su esposo, el productor y dramaturgo Wim van Leer, comenzaron a proyectar películas en su casa de Haifa en 1955. Esas reuniones crecieron hasta convertirse en la Cinemateca de Haifa, y en 1974 la pareja fundó la Cinemateca de Jerusalén. Los “pesos pesados” internacionales de la industria cinematográfica contemporánea asistieron al primer festival; dos de los invitados notables fueron la sirena del cine mudo de la década de 1920 Lillian Gish, y el actor, escritor, director, productor y cantante parisino Jeanne Moreau.
La directora israelí Zohar Wagner (derecha) en el set de Savoy, con los actores Dana Ivgy y Amir Bitton.
(Foto: Festival de Cine de Jerusalén)
Lia van Leer y Moreau fueron jueces en festivales de cine europeos en 1983: Moreau fue presidente del jurado en el 33° Festival Internacional de Cine de Berlín ese año, y Van Leer formó parte del jurado en Cannes.
Este año, para el 39º aniversario del festival, el invitado de honor es el director Ruben Östlund, dos veces ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes. Su más reciente película, Triangle of Sadness, será estrenada en el Medio Oriente durante la ceremonia de apertura en la “Piscina del Sultán”, bajo los muros de la Ciudad Vieja. A lo largo del festival se proyectará una retrospectiva de sus obras.
La competencia internacional de largometrajes es la más prestigiosa de este festival. Otras son Firstborn (“Primogénitos”), dirigida a la próxima generación de cineastas; In the Spirit of Freedom (“En el espíritu de la libertad”), que incluye películas relacionadas con la lucha por la libertad y la justicia; el Premio Chantal Akerman, para aquellos que aborden un hecho o historia real a través de la innovación; Masters, para nuevas películas de directores consagrados; y Art at the Junction (“Arte en la confluencia”), un marco para el cine experimental en colaboración con el Centro Mamuta de Arte y Medios.
Los nominados de este año para la codiciada competencia local Haggiag (anteriormente Wolgin) para largometrajes israelíes son June 0, de Jake Paltrow, sobre los días previos a la ejecución de Eichmann; y Savoy de Zohar Wagner, sobre un ama de casa tomada como rehén durante un ataque terrorista en un hotel de Tel Aviv en 1975.
Uno de las filmes participantes en el Concurso Diamante de este año para documentales israelíes es El partisano con la cámara Leica, dirigida por Ruth Walk, sobre un hombre que se unió a los partisanos polacos para luchar contra los nazis y pudo documentar visualmente su vida en los bosques.
Pitch Point (“Punto de paso”), una plataforma para la presentación de largometrajes israelíes en desarrollo, permite a los recién llegados locales presentar sus proyectos a la industria cinematográfica internacional. Esta oportunidad, respaldada por el Fondo de Cine y Televisión de la Autoridad de Desarrollo de Jerusalén, amplía su acceso a recursos y financiamiento, y promueve coproducciones y colaboraciones.
*Periodista.
Fuente: israel21c.org.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.