Beatriz W. de Rittigstein
Según expertos en promoción de odio, el ataque terrorista ocurrido en la ciudad de Halle, Alemania, contra una sinagoga en plena conmemoración del Día del Perdón, fue negligencia del Ministerio del Interior, los servicios de seguridad y el sistema judicial, pues demuestra que, a pesar de las innumerables amenazas y al antisemitismo que prácticamente es cotidiano, el templo estaba desprotegido y el ultraderechista Stephan Balliet no pudo entrar gracias a la calidad de la puerta blindada. Halle y otras ciudades han enfrentado incidentes judeófobos de forma permanente por lo que, en toda Alemania y en un día tan importante, las sinagogas debieron estar resguardadas.
En líneas generales, el gobierno alemán está comprometido con la prevención de cualquier acción violenta contra la comunidad judía, y basta con revisar los tantos actos antisemitas ocurridos solo este año, además de su responsabilidad por la trágica historia de Alemania con respecto al pueblo judío, por lo que este país tiene la obligación ineludible de dar un claro ejemplo en el combate a la judeofobia.
En el último lustro, miles de inmigrantes, principalmente musulmanes, han llegado a Alemania desde las zonas en conflicto en el Medio Oriente, y han perpetrado numerosos embates contra las comunidades judías, por lo que el sistema judicial alemán debería estar preparado para obligarlos a cumplir las leyes. Por otra parte, el gobierno de Angela Merkel es condescendiente con los grupos terroristas como Hezbolá, negándose a prohibirlo en la República Federal, y tiene una actitud apaciguadora con Irán, pese a sus reiteradas amenazas de destruir a Israel.
En Berlín, donde viven unos 50.000 judíos, hubo 404 atentados durante la primera mitad de este año, según un informe del grupo de vigilancia antisemita RIAS, el cual afirmó que 30% de tales incidentes fueron efectuados por la extrema derecha; el resto fueron cometidos por musulmanes.
El Estado alemán no sólo debe estar alerta de los vándalos de extrema derecha, cuyo accionar es abierto y descarado, y de inmediato es reconocido; también debe establecer fuerzas especializadas y crear mecanismos de seguimiento y análisis de los grupos de ultra izquierda e islámicos, que están agazapados y saben mimetizarse para atacar en cualquier momento.