Cuando era un niño apasionado por el béisbol en Estados Unidos, Danny Valencia soñaba con jugar en las Grandes Ligas. La idea de participar en unos Juegos Olímpicos, y además para otro país, nunca cruzó por su mente.
Pero después de nueve años y casi 100 jonrones en las grandes ligas de Estados Unidos, ese será el siguiente y surrealista paso para Valencia, de 35 años, quien recientemente se convirtió en ciudadano israelí gracias a que es judío, y ahora es el jugador estrella tras el inesperado logro del equipo local: clasificar a los Juegos de Tokio 2020. De hecho, el béisbol regresa a las Olimpiadas después de haber sido eliminado en 2012 y 2016, e Israel es uno de los seis equipos que competirán.
«Será genial jugar en los Juegos Olímpicos», dice este nativo de Miami. “Que las cosas sucedieran así significa mucho, especialmente para mi madre, judía practicante y muy pro-israelí. Lograr esto, especialmente al final de mi carrera, es como la guinda de la torta”.
El equipo nacional de béisbol de Israel durante una práctica en Tel Aviv. (Foto: AP)
Es todavía más un sueño hecho realidad para la pequeña comunidad del béisbol de Israel, integrada en su mayoría por inmigrantes estadounidenses, que ha languidecido durante décadas en el desierto deportivo del país. Israel tiene cero tradición en este pasatiempo, que el público ridiculiza en gran medida como un deporte arcano y aburrido. En Israel el fútbol y el baloncesto reinan supremamente, y recientemente ha gustado la estrategia y rudeza del fútbol americano.
Solamente unos mil niños juegan béisbol en Israel, y en el país existe un solo campo reglamentario para esa disciplina. En 2007, un grupo de fanáticos estadounidenses fundó la Israel Baseball League, liga semiprofesional compuesta casi en su totalidad por extranjeros, que generó poco interés y desapareció después de una sola temporada. Pero gracias a una creativa campaña publicitaria para profesionales judío-estadounidenses, el equipo nacional de Israel ha alcanzado alturas impensables.
Todo comenzó cuando Israel presentó un equipo clasificatorio para el Clásico Mundial de Béisbol de 2013 dirigido por el futuro mánager de los Tigres de Detroit, Brad Ausmus, que incluyó a la ex estrella Shawn Green. En 2017, Israel formó parte del torneo de exhibición, venciendo a Corea del Sur y Taiwán para lograr un sorprendente sexto lugar.
Danny Valencia no esperaba llegar a unos Juegos Olímpicos. (Foto: AP)
Pero incluso eso palideció en comparación con el triunfo frente a los tres mejores equipos europeos, antes de derrotar a Sudáfrica 11-1 en septiembre de 2019 para hacerse con el puesto olímpico de Europa/África y convertirse en el primer equipo en clasificar después del anfitrión, Japón. México y Corea del Sur, que ganaron oro olímpico en 2008, también han clasificado con las dos últimas aperturas que se decidirán en los próximos meses.
Es un logro que Gili Lustig, director ejecutivo del Comité Olímpico de Israel, califica como nada menos que «increíble». Ofreciendo grandes elogios al equipo en hebreo —idioma que casi ninguno de ellos entiende—, expresa la esperanza de que la aventura olímpica finalmente le dé a este deporte el impulso tan esperado en Israel. «Lo importante es aprovechar su participación para hacer crecer el béisbol en el país», dice. «No tengo duda de que nos representarán bien».
Lustig señala que este grupo de 24 deportistas marca la primera vez que Israel envía un deporte de equipo a los Juegos Olímpicos desde 1976, cuando participó con un equipo de fútbol, y hará que la delegación israelí en Tokio sea la más grande de la historia.
El béisbol es uno de los cinco deportes que se agregaron a los Juegos Olímpicos de Verano 2020. No volverá a París en 2024, pero es probable que regrese nuevamente para Los Ángeles 2028.
Con información de The Times of Israel. Versión NMI.