Un periodista se une a las tropas de las FDI mientras luchan contra los terroristas en esta urbanización de Jan Yunis. «El barrio parece bonito, pero en realidad es un gran campo de batalla»
Hanan Greenwood*
«Llevamos ya cinco meses luchando, pero esta es la zona de combate más dura en la que hemos estado. Los terroristas aquí son suicidas, luchan por cada metro cuadrado», revelan los comandantes de la brigada comando con la que recorrimos esta zona de la Franja de Gaza.
Nos detuvimos fuera de un edificio de varios pisos en el corazón del próspero barrio de Hamad en Jan Yunis. Las torres de lujo, construidas por Catar, están situadas a solo unos cientos de metros del mar, con vista a las ruinas de los poblados israelíes de Netzarim y Kfar Darom. Pero no se equivoque, estos grandes edificios no se construyeron solo para viviendas; son particularmente adecuados para los terroristas, algunos de ellos de la unidad de élite Nujba de Hamás, que harían cualquier cosa para matar a nuestros combatientes.
A pesar del aparente estancamiento en la guerra de Gaza que se puede deducir de la cobertura noticiosa, en el momento en que se cruza la valla de seguridad hacia Jan Yunis ese sentimiento desaparece. Se pueden ver kilómetros de edificaciones derribadas y destrozadas a través del polvo esparcido por el trasporte blindado de personal. He visitado zonas de combate en el pasado, incluso en Kiev, Ucrania, pero eso ni siquiera se acerca a lo que las fuerzas de Tzáhal han hecho en Jan Yunis. La ciudad efectivamente ha desaparecido.
Foto anterior a la guerra del elegante barrio de Hamad, construido con fondos de Catar para la élite de Gaza, integrada exclusivamente por miembros o afiliados de Hamás
(Foto: X)
En el barrio de Hamad, algunas de las principales unidades de élite de las FDI (Egoz, Maglan, Shayetet 13 y la unidad de reconocimiento de la Brigada Givati) han estado operando durante 11 días junto con fuerzas blindadas, de ingeniería y aéreas. Cada edificio de varios pisos es un campo de batalla separado, y una fuerza del tamaño de un pelotón lo limpia piso por piso.
«Esta es una batalla muy compleja, no hay un solo edificio donde no hayamos encontrado municiones y agentes enemigos trabajando de manera organizada y coordinada», dice el comandante de la Brigada de Comando, coronel Omer Cohen.
Avanzamos corriendo tras el teniente coronel M., comandante de la unidad Egoz. Es padre de cinco hijos, residente de Samaria, y estudió en el programa premilitar de Atzmona, no lejos de donde ahora lucha con sus compañeros. El 7 de octubre fue herido, pero regresó al combate poco después.
«Esta es una batalla muy compleja, no hay un solo edificio donde no hayamos encontrado municiones y agentes enemigos trabajando de manera organizada y coordinada», dice el comandante de la Brigada de Comando, coronel Omer Cohen
Se trata de un terreno activo donde los terroristas están atrincherados, por lo que cualquier movimiento fuera de una zona protegida se realiza a gran velocidad, a veces bajo fuego. «Este barrio parece bonito, pero en realidad es un gran campo de batalla», dice el teniente coronel M. «No hay un solo lugar donde no nos encontremos con terroristas o municiones. Esta es una batalla muy importante, con logros muy importantes. Desafortunadamente dos de nuestros combatientes murieron aquí mismo, a solo unas decenas de metros de distancia. Aquí hubo combatientes increíbles que lucharon desesperadamente».
En el tercer piso de una de las torres se encuentra un arsenal de armas y municiones incautadas en ese mismo edificio. Kalashnikovs, M-16, RPGs, explosivos y cajas de municiones de fabricación israelí. En uno de los edificios cercanos se encontró el arma personal del difunto comandante de Nájal, Yehonatan Steinberg, quien murió en un enfrentamiento el 7 de octubre.
Los terroristas huyeron de otros barrios a Hamad mientras los combates en la Franja de Gaza se intensificaban, y se prepararon para la batalla. Además de las armas, también hay folletos que proporcionan detalles impresionantes sobre las distintas unidades de las FDI. Uno de los combatientes de Egoz abrió uno y encontró una página con información sobre su propia unidad.
Tropas de las FDI en Hamad, en febrero pasado
(Foto: Hanan Greenwood)
Al salir del edificio, encontramos que la edificación adyacente se ha convertido en una zona de combate real. Los tanques están entrando al recinto, disparando sus ametralladoras y cañones. Los combatientes nos ordenan que nos pongamos a cubierto y realizan una maniobra de «olla a presión». Finalmente, dirigen un avión hacia el lugar y eliminan a los terroristas.
«Los encuentros son algo cotidiano. Aquí no hay un día en que no nos topemos con el enemigo. Hay un gran número de ellos, una cantidad inusual en comparación con lo que hemos experimentado hasta ahora en Jan Yunis», explica. «Hay muchos terroristas que decidieron retirarse a esta zona en los últimos meses. Este es un importante centro de gravedad al que llegamos relativamente tarde, y no tienen adónde ir. Además, es muy probable que haya un centro de gravedad que estén defendiendo aquí, y esa sea la razón de la concentración de esfuerzos del enemigo».
Afuera de uno de los edificios, entre la brutalidad y los vehículos blindados, me encontré con el médico de una de las unidades. Es un reservista que ha estado sirviendo desde el 7 de octubre y luchando en Gaza, siquiatra de profesión. En su hombro hay un parche inusual que representa una cara sonriente. Cuando le pregunté al respecto, respondió: «La moral está alta, es sorprendente. Ojalá todos tuvieran el nivel de coraje y voluntad de ganar como estos luchadores».
En uno de los edificios, un terrorista utilizó a sus familiares como escudos humanos; los combatientes vieron a una mujer y dos niños levantando las manos, y el cañón del arma del terrorista detrás de ellos. Las fuerzas lograron eliminarlo dejando a la mujer solo levemente herida. «Los terroristas están haciendo un uso terrible de sus familias aquí», dice el teniente coronel M.
En otras zonas de la Franja de Gaza hubo casos en los que las fuerzas apenas se toparon con terroristas, pero aquí la lucha es cara a cara. Los propios terroristas no rehúyen ninguna medida. En uno de los edificios, un terrorista utilizó a sus familiares como escudos humanos; los combatientes vieron a una mujer y dos niños levantando las manos, y el cañón del arma del terrorista detrás de ellos. Las fuerzas lograron eliminarlo dejando a la mujer solo levemente herida. «Los terroristas están haciendo un uso terrible de sus familias aquí», dice el teniente coronel M.
En otro caso, los combatientes estaban en el tercer piso, mientras que en el cuarto había unos terroristas con un lanzagranadas RPG. Las fuerzas en un edificio cercano identificaron la amenaza y la eliminaron. En un tercer caso, los combatientes prendieron fuego a un vehículo y lo introdujeron en el edificio para obligar a los terroristas a salir y poder capturarlos.
Detrás de los edificios se encuentra la mezquita Hamad. Es una estructura impresionante, pero fue alcanzada durante los combates. Es posible que los terroristas hayan utilizado las instalaciones subterráneas allí para descender a un túnel, un uso cínico de otro edificio construido por Catar, uno de muchos. «La premisa que usamos es que en cualquier lugar de Gaza hay combates por encima y por debajo de la tierra», aclara el coronel Cohen.
Parte del arsenal hallado en la lujosa urbanización
(Foto: Hanan Greenwood)
Una de las cosas más importantes para los comandantes es expresar sus condolencias a las familias de los caídos y desear pronta recuperación a los heridos. Desde hace cinco meses han estado luchando casi sin parar en algunos de los escenarios más difíciles, desde Kfar Aza hasta el barrio de Hamad, y no han tenido tiempo de llegar a todos los heridos ni a las familias afligidas.
El sábado pasado, el mayor Amishar Ben David, quien era el oficial de mando y control del comandante del batallón, cayó en este barrio, a tan solo unas decenas de metros de donde estamos con el coronel Cohen. «Era un héroe de Israel», dice el comandante. «Desafortunadamente, todavía no he tenido la oportunidad de conocer a sus padres. Expreso mi más sentido pésame a todas las familias afligidas a las que aún no he podido llegar debido a la intensidad de la guerra. Mi corazón está con ellos».
*Periodista.
Fuente: Israel Hayom.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
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