E l terrorista de ISIS que atropelló a peatones en el puente de Westminster, en Londres, y apuñaló al policía en la puerta del Parlamento británico para luego ser mortalmente tiroteado por otros policías, mostró la profundidad del peligro terrorista islamista que amenaza a Europa y Occidente.
Algunos se preguntarán sobre el mismo peligro que enfrentan los musulmanes y los árabes.
Un día después del ataque de Londres, el ISIS egipcio mató a 10 oficiales y miembros del ejército egipcio en el Sinaí, y el ejército a su vez mató a 15 miembros de ISIS. Entonces, ¿por qué siempre decimos que ISIS solo amenaza a Occidente?
El problema es que la amenaza contra Occidente es compleja y variada. La proporción de ciudadanos musulmanes está aumentando. Por lo tanto, el enfrentamiento del dilema intelectual planteado por los grupos terroristas islámicos que están generando estos asesinos ya no puede ser manejado solo por los musulmanes.
¿Cómo se ocupa el Occidente cristiano y secular de esta cuestión delicada? Estamos abordando esta cuestión porque la amenaza terrorista contra las ciudades occidentales se ha vuelto urgente. Lo que sucedió no es un ataque al azar, porque en Bélgica, por ejemplo, en el primer aniversario de los atentados del 22 de marzo en Bruselas que cobraron la vida de 32 personas, la policía belga arrestó a un criminal que también intentó atropellar a peatones en un centro comercial en la ciudad de Amberes. El portavoz añadió que además encontraron armas y cuchillos dentro de su automóvil.
Con motivo del aniversario de los atentados del año pasado, recordamos el terrible ataque de Niza (Francia) en julio de 2016. Fue llevado a cabo por un atacante franco-tunecino llamado Mohamed Lahouaiej Bouhlel, que atropelló a 86 personas con su camión.
En diciembre de 2016 hubo un ataque similar en Berlín, en el que 12 personas inocentes fueron asesinadas por un criminal de ISIS. El objetivo del camión fue un mercado navideño. El terrorista, Anis al-Amri, era de origen tunecino.
Deshacerse de esta “cultura” y de quienes la respetan, como el criminal de Londres, Khalid Massoud, Mohamed Lahouaiej Bouhlel y Anis al-Amri, ya no es un asunto limitado a los musulmanes, sino que se ha convertido en un problema internacional importante.
La victoria de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, es en parte una respuesta al gran desafío de seguridad, y su firme compromiso de eliminar el “terrorismo islámico”. No nos gusta esta denominación, y estamos interesados en mencionar que esos grupos no representan a los musulmanes, agregando que matan a más musulmanes que a otros.
Esto es cierto pero no suficiente, y esta es una “guerra mundial” porque los asesinos no excluyen a ninguna nación. Una nueva e interesante pregunta sería: ¿cómo contribuirá Occidente a encontrar la respuesta correcta al problema del terrorismo cultural?
De todos modos, el peligro persistirá por el momento. Puede aumentar a veces debido a la fácil comunicación a través de los medios sociales. Estas no son mis palabras; son las de un experto en el tema, el general de división Mansour al-Turki, portavoz del Ministerio del Interior saudí. Recientemente dijo desde París: “Entraremos en la siguiente fase del terrorismo a través de las redes sociales y lobos solitarios”.
Así, el peligro amenaza a toda la humanidad.
*Periodista de Al Arabiya.
Fuente: Aurora. Versión NMI.