Moshe Phillips*
Un sacerdote ortodoxo griego llamado Georgios Tsibouktzakis fue asesinado por el único delito de ser confundido con judío mientras conducía. Ahora su asesino está siendo ampliamente promocionado como el probable primer presidente de “Palestina”.
Durante las últimas semanas, los expertos de The New York Times, The Guardian y otros medios de comunicación han estado promoviendo a Marwan Barghouti como el mejor candidato para reemplazar a Mahmud Abbas como jefe de la Autoridad Palestina, para luego convertirse en el primer presidente del Estado de “Palestina” que esperan establecer.
Increíblemente, muchos de estos entusiastas de Barghouti no mencionan en absoluto a las personas inocentes por cuyos asesinatos fue condenado a prisión. Eso es como asesinarlos dos veces. He aquí información sobre una de las víctimas de Barghouti.
Georgios Tsibouktzakis nació y creció en la pintoresca ciudad de Evosmos, en el norte de Grecia, un nombre que significa «aroma agradable». Entre sus sitios notables se encuentra la Iglesia de Agios Athanasios, que tiene más de 200 años. La familia Tsibouktzakis debe haberse empobrecido, porque al terminar la escuela primaria, a los 12 años, Georgios abandonó sus estudios y encontró trabajo en una fábrica de telas local.
En algún momento, el joven Georgios experimentó un despertar religioso. Adoptó un estilo de vida extremadamente humilde, regaló sus pertenencias—incluyendo su posesión más preciada, su bicicleta—, y entró en una orden religiosa ortodoxa griega.
Marwan Barghouti hace un gesto mientras la policía lo trasladaba a la corte de Tel Aviv donde fue juzgado en 2004
(Foto: Reuters)
Después de estudiar en la Universidad Aristóteles de Salónica, Georgios decidió irse a Israel. ¿Y por qué no? El Cristianismo nació en la Tierra de Israel. La Biblia cristiana está llena de referencias a Judea (aunque por alguna razón no se menciona a “Palestina”). Como devoto hombre de fe, quería pasar el resto de su vida en Tierra Santa.
En 1990, Georgios llegó a Israel y reanudó sus estudios religiosos en un seminario ortodoxo griego local. Después de tres años se hizo monje, y recibió el nombre de Padre Germanos. Finalmente, fue ordenado sacerdote y diácono. Se le asignó vivir en el Monasterio de San Jorge.
Unas palabras sobre ese monasterio. A pesar de las frecuentes mentiras de los propagandistas árabes y sus partidarios acerca de que Israel supuestamente maltrata a los cristianos, de hecho el país alberga numerosos monasterios como el de San Jorge, que funcionan con tanta libertad como cualquier institución religiosa judía. San Jorge está ubicado en una excelente propiedad inmobiliaria a tan solo unos 20 kilómetros de Jerusalén.
Durante muchos años, el padre Germanos fue el único residente del monasterio. Pasaba sus días en oración y estudio. Cuando era necesario, conducía hasta la cercana Jerusalén para hacer diligencias. Llevaba una existencia humilde y pacífica. Hasta el 22 de junio de 2001.
Esa tarde, el sacerdote regresaba de Jerusalén a San Jorge. Un terrorista palestino con un rifle de francotirador se escondía en la carretera cerca de la salida a la comunidad judía de Maalé Adumim. Cuando el auto del padre Germanos apareció a la vista, el terrorista vio sus placas amarillas israelíes. Entonces abrió fuego. Porque si tienes matrícula israelí probablemente eres judío, y si eres judío mereces ser asesinado. Así, la vida del clérigo fue arrebatada a la edad de 34 años.
Los servicios de seguridad de Israel se enteraron por sus fuentes de que el ataque había sido planeado y llevado a cabo por la Fuerza 17, una unidad terrorista del movimiento del partido al-Fatah de Yaser Arafat, comandada por el veterano líder de la “intifada”, Marwan Barghouti. Esa información fue confirmada por el tirador detenido, Hassin Radeida, miembro de al-Fatah de 22 años.
¿Qué nos dice esto sobre la sociedad árabe palestina? Su figura política más popular es un asesino en serie. Qué triste que los partidarios de la causa palestina hayan decidido defender a un monstruo así, mientras sus víctimas yacen en sus tumbas, olvidados y abandonados
Barghouti fue arrestado y acusado de ser el autor intelectual del asesinato del padre Germanos, así como de una serie de otros asesinatos. Barghouti tuvo la oportunidad de impugnar los cargos y demostrar su inocencia; pero se negó a negar su culpabilidad, y declaró que el tribunal “sionista” no tenía derecho a procesarlo. Por supuesto que no: dado que, en opinión de Barghouti, asesinar judíos es correcto y apropiado, entonces procesar a alguien por asesinarlos es incorrecto e inadecuado.
El 20 de mayo de 2004, Barghouti fue declarado culpable del asesinato del padre Germanos y de otras cuatro personas inocentes. Cumple cinco condenas consecutivas de cadena perpetua.
Los diversos columnistas de noticias y otras personas que han estado promoviendo a Barghouti en las últimas semanas dicen que él es la única figura en el mundo árabe palestino lo suficientemente popular como para ser el jefe de la Autoridad Palestina, y luego presidente de “Palestina”.
De ser cierto, ¿qué nos dice esto sobre la sociedad árabe palestina? Su figura política más popular es un asesino en serie. Qué triste que los partidarios de la causa palestina hayan decidido defender a un monstruo así, mientras el padre Germanos y las otras víctimas del asesino yacen en sus tumbas, olvidados y abandonados.
*Columnista en varios medios de EEUU e Israel.
Fuente: Jewish News Syndicate (jns.org).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.