Moré David Chocrón
Hashem nos obsequió, después de Yom Kipur , una vestimenta blanca, perdonó nuestros pecados; pero cada mancha, aunque sea la más pequeña, se nota, se ve desde lejos. Todo lashón hará que hablemos, aunque sea algo sin importancia, deja su impresión. Por eso debemos cuidar que el traje/vestido que Hashem nos regaló permanezca blanco.
Estamos festejando Sucot. ¿Qué simboliza una sucá? Temporalidad. Como nuestra vida. Nadie vive eternamente. Sucot se festeja en Tishrei; al terminar la cosecha el hombre puede enorgullecerse, porque ve sus graneros repletos.
Es en este momento cuando la Torá nos ordena salir de nuestras casas, de nuestra comodidad, para tomar conciencia de los verdaderos valores espirituales. La Torá nos instruye: «Y te alegrarás en tu festividad”. ¿Cómo podemos alegrarnos fuera de la comodidad de nuestros hogares? Teniendo a Dios en nuestros corazones. El Arizal explica que la sucá es el abrazo gigante del Santo, Bendito es. Desde el hombro hasta el codo representa una pared de la sucá, el antebrazo la segunda pared, y la muñeca hasta las puntas de los dedos de la mano representa la tercera pared; y una sucá es apta cuando consta como mínimo de dos paredes y media, igual que el abrazo descrito.
Según la Halajá, las medidas de la sucá se parecen a una mano que abraza. La alegría es estar envuelto en la caricia gigante de la sucá. Y de parte de nosotros queda la hermandad del abrazo entre yehudim, ayudando al menos favorecido, tanto materialmente como espiritualmente.
¡Jag saméaj! ¡Baruj Hashem Leolam Amén Veamen!