Samuel Yecutieli
Luis Spitz nació el 14 de octubre de 1935 en Budapest, Hungría, y pasó su adolescencia en Venezuela antes de establecer su hogar, familia y carrera en su querida Chicago. Se convirtió en un referente mundial en la industria del jabón, destacándose como consultor, innovador y educador.
Fue autor de múltiples obras de referencia obligatoria, como La evolución de la limpieza: un viaje visual a través de la historia de los jabones, y dos ediciones del libro Tecnología de fabricación de jabón. Luis siempre estuvo a la vanguardia de la tecnología y las buenas prácticas industriales.
Desde 1979, junto a su esposa Caty, comenzó a coleccionar objetos relacionados con el jabón, desarrollando un museo que refleja la rica historia y arte de esa industria. Este proyecto nació como un pasatiempo, y se convirtió en un testimonio de la evolución de estos productos.
Luis honró la memoria de quienes le salvaron la vida durante el Holocausto. La historia de la Familia Gruber está documentada en Yad Vashem con una placa de reconocimiento en la sección de «Justos entre las Naciones», donde se destaca la valentía de los no judíos que se arriesgaron para salvar vidas judías durante la Segunda Guerra Mundial. Los Gruber actuaron con valentía, y escondieron a la familia Spitz en un apartamento secreto hasta la liberación de Budapest.
Luis también perpetuó el legado de la educación judía a través de su apoyo financiero al Instituto Spertus, a través de la Fundación Deborah Spitz, creada en memoria de su querida hija Debbie Z’L.
Para mí, Luis fue un mentor y fuente de sabiduría en tiempos de ajuste a nuestra nueva realidad en Israel. Su voz siempre estaba llena de energía positiva y resonará en mis recuerdos, especialmente nuestras largas conversaciones telefónicas mientras yo caminaba por el parque cerca de mi casa, y él desde su biblioteca en Chicago. Se caracterizó por su apoyo emocional, financiero y profesional, logrando así crear un fuerte lazo de aprecio.
Luis fue un maestro, mentor y amigo. Sus enseñanzas seguirán vivas en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo en alguna de las facetas de su fructífera vida. Falleció el 16 de abril de 2024, dejando un legado de aprendizaje, innovación y empatía. Su vida es una lección para trascender adversidades y para impactar positivamente el mundo. A medida que continúo mi camino, mantendré su optimismo y creencia en el potencial de cada persona para mejorar su entorno.
Gracias por todo.
1 Comment
gracias por tu publicacion , recordando a Luis Spitz, Z’L. F ue intimo amigo de Efraim Mendelovici. Tuvimoss el placer de visitar a la familia en su casa y ver cuando iniciaba el Myseo del Jabon.