Ana Jerozolimski*
Temiendo que tras la moderada mejoría registrada en los últimos días en los números de la pandemia en Israel haya un repunte de numerosos nuevos casos por las celebraciones de Simjat Torá, el primer ministro Benjamín Netanyahu formuló un llamado especial al público ultraortodoxo (haredi).
“Pido a todo aquel que me escucha”, dijo en una entrevista a una emisora de dicho sector. “Cuídense. Sin bailes en Simjat Torá. No hay mayor jilul Hashem (profanación del nombre de Dios) que por Simjat Torá perdamos vidas. Recen afuera, respeten las instrucciones y con ello estarán santificando tanto a la Torá como a la vida. Les ruego: cuídense mucho, respeten las reglas”.
Contradiciendo posturas que se oyen en las últimas semanas en distintos marcos ultraortodoxos sobre la intención de lograr “inmunidad de rebaño”, el primer ministro recalcó: “Eso no existe. No es cierto. No hay inmunidad de rebaño. Hay muerte en rebaño, pueden morir miles si no hay cuidados”.
De fondo está evidentemente el gran choque entre gran parte del público ultraortodoxo y el Estado, por el desacato y abierto desafío a las instrucciones destinadas a controlar la pandemia.
La exhortación de los rabinos jefes de Israel, en el diario Yediot Aharonot
También los rabinos jefes de Israel, el asquenazí David Lau y el sefardí Itzjak Yosef, se sumaron al esfuerzo por frenar nuevos contagios. En un comunicado conjunto publicado este viernes en la prensa, destacan que la Torá exhorta clara y explícitamente a todo ser humano a cuidarse en cuerpo y alma, y a no perjudicar a los semejantes. Citan varios versículos que hacen referencia evidente a ello y recalcan que ahora “vivimos días de grave peligro por una pandemia histórica, días en los que el ángel de la muerte circula y daña a todos”. Y pasan a ofrecer instrucciones claras, explícitas y clave de cara a las celebraciones de Simjat Torá, en que la tradición es bailar juntos en multitudes, llevando en brazos los rollos de la Torá.
Esto es lo que escribieron:
“No entrar a un lugar cerrado contradiciendo las instrucciones, orar durante la fiesta al aire libre manteniendo distancia, con máscaras puestas, evitando aglomeraciones y respetando en forma estricta las normas de seguridad indicadas por los expertos médicos autorizados en Israel”. Y agregan: “Con todo el dolor, no podremos celebrar Simjat Torá como todos los años. No se puede pasar la Torá de un fiel a otro, no se debe besar la Torá. La recomendación es colocar los rollos de la Torá sobre una mesa y rodearlos en círculo, para no contagiarse. Hay que reducir el tiempo de las hakafot (los bailes con la Torá) al mínimo posible, y bailar únicamente sin darse las manos”.
El director general del Ministerio de Salud Públic, Hezi Levy, dijo que de acuerdo a estudios serológicos solamente el 5% de la población de Israel ha desarrollado anticuerpos al coronavirus, lo cual significa que se está lejísimo de la posibilidad de “inmunidad de rebaño”. Aclaró que de todos modos, entre quienes tienen alto nivel de anticuerpos en la sangre, no está demostrado que sean realmente inmunes al virus a largo plazo.
“Cuídense. Sin bailes en Simjat Torá. No hay mayor jilul Hashem (profanación del nombre de Dios) que por Simjat Torá perdamos vidas”
El efecto del cierre impuesto en Israel en la víspera de Rosh Hashaná comienza a arrojar resultados, y desde hace días se registra una reducción en la cantidad de nuevos infectados cada 24 horas, así como en el porcentaje de resultados positivos entre todos los testeados.
Este viernes por la mañana se confirmó que el porcentaje de positivos entre los testeados en la última jornada fue el más bajo en la población general en el último mes: 8%. Durante semanas no bajaba de 12 o 13%, y llegó inclusive al 15%.
Levy declaró que en las nuevas cifras hay razones para ver la situación con cauteloso optimismo, pero que es muy prematuro hablar ya de aliviar las restricciones. Es precisamente por el cierre y la reducción de contactos, y por ende contagios que derivan de los mismos, que los números están mejorando. Sharon Elroi, directora de Salud Pública en el MSP, dijo que “el cierre está funcionando, pero aún no es suficiente, tenemos que reducir más los números”.
Los números bajan en la población en general y también entre la población árabe —donde hasta hace unas semanas la situación estaba al rojo vivo, más que nada por bodas multitudinarias—, pero no así en el sector haredi, donde los números continúan siendo muy altos.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y Semanario Hebreo Jai.
Fuente: Semanario Hebreo Jai.
Versión NMI.