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Miguel Truzman Tamsot
E l primero de febrero del año en curso recibimos la infortunada noticia del deceso de este extraordinario personaje, me atrevería a decir que universal, con el cual infinidad de directivos y personal comunitarios tuvimos la dicha de conocer y compartir sus sueños, mensajes, ideales y luchas por un mundo más humano, aferrado a la moral y ética del Sinaí, donde vivir, trabajar y construir en favor de la comunidad y del prójimo sean el norte y paradigma.
Hillo nace el 8 de julio de 1926 en Czernovitz, Rumania, de la unión de sus padres León y Berta, quienes procrearon, además, otros tres hijos, siendo Hillo el tercero, ya todos fallecidos al día de hoy.
El día de su partida terrenal cumplía 70 años de casado con quien fue su bastón, cobijo e inseparable amiga y esposa: Klara, también sobreviviente de la Shoá, excelsa escritora y humanista. Deja Hillo una hija, Trudy, extraordinaria y cálida, siete nietos y ocho bisnietos, quienes tendrán la ardua pero a la vez hermosa tarea de mantener encendida la antorcha del legado de este prohombre en todos los lugares y rincones que el destino les depare.
Hillo fue uno de los sobrevivientes del campo de concentración de Transnistria. Lo sorprende la guerra a sus 15 años de edad; como él dijo en uno de sus últimos discursos, en 2016, los que eran mucho menores que él no recordarían lo sucedido, y los mayores seguramente a estas alturas ya no estarían vivos, por lo que, siendo un adolescente, estaba en pleno conocimiento de la tragedia que le tocó vivir, lo que sería sin él saberlo el motor que lo llevó a sobrevivir y tener una misión para el resto de su vida: contar su experiencia y la de miles de personas que no tuvieron voz para hacerlo.
Fue un orador extraordinario, pero lo que más me llamaba la atención de sus narraciones era la exactitud de los detalles, fechas, horas, personajes y momentos históricos de hace 50 o 60 años, que lo hacían a uno trasladarse inevitablemente a aquel momento, como si lo hubiera vivido.
Durante los últimos ocho años tuvo un apasionado mensaje, sobre la necesidad de que Venezuela aprovechara los adelantos agrícolas y pecuarios israelíes para proveer de abundancia alimentaria a la familia venezolana. Qué sabias eran sus palabras al día de hoy, cuando vemos la grave crisis que atraviesa nuestro país en esas áreas. Explicaba, en todas sus presentaciones, cuánto se recolecta en una hectárea en Israel de tal o cual vegetal, legumbre o fruta, o cuántos litros de leche produce una vaca en Israel, por el solo hecho de ponerle música clásica.
Hillo tuvo infinidad de momentos memorables, como cuando se paró en el podio de la Asamblea Nacional, aquel 28 de enero de 2016, para dar uno de sus más emotivos discursos, poniendo de pie y entre sollozos tanto a los diputados oficialistas como a los de la oposición.
La Universidad de los Andes, donde era orador habitual en temas como el totalitarismo, el antisemitismo y el Holocausto, lo consagró con la cátedra que lleva su nombre.
Nos queda, pues, una tarea que continuar, una lucha interminable contra los prejuicios y el odio, como señaló António Guterres, secretario general de la ONU, en un dramático mensaje el 2 de febrero —es decir, hace escasos días— sobre el auge de los grupos neonazis, de supremacistas blancos, del antisemitismo y los crímenes de odio a nivel mundial.
Que la Neshamá de nuestro querido Hillo nos ilumine el camino, aliente y fortalezca a nuestra comunidad, al pueblo judío, a su amada Venezuela y a Éretz Israel, del que estaba tan orgulloso.
- "Hillo, mi mentor comunitario", por Raúl Cohén
- "Hasta siempre, Hillo", por Paulina Gamus
- "Hillo, un mentsch", por Martín Goldberg
- "Hillo Ostfeld, Z’L", por Rabino Pynchas Brener
- "Un gran hombre", por Rabino Isaac Cohén
- "Tu legado queda entre nosotros", por Thalma Cohén de Gruszka
- "Uno de los patriarcas de la kehilá", por Sami Rozenbaum
- "Carta de Janán Olamy, ex embajador de Israel en Venezuela", por Janán Olamy
- "Sin tregua", por Rebeca Perli
- "Hillo Ostfeld, el diplomático", por Milos Alcalay
- "Las horas postreras", por Trudy Ostfeld de Bendayán
- "Carta de la Cátedra de Estudios sobre el Holocausto Hillo Ostfeld (ULA)"
El primero de febrero del año en curso recibimos la infortunada noticia del deceso de este extraordinario personaje, me atrevería a decir que universal, con el cual infinidad de directivos y personal comunitarios tuvimos la dicha de conocer y compartir sus sueños, mensajes, ideales y luchas por un mundo más humano, aferrado a la moral y ética del Sinaí, donde vivir, trabajar y construir en favor de la comunidad y del prójimo sean el norte y paradigma.