La semana pasada fue de inauguraciones, pues en varios cines en Estados Unidos se estrenó un documental con el rótulo Octubre 8, realizado por Briarcliff Entertaiment y la cineasta Wendy Sachs; casi al mismo tiempo, se presentó un libro bajo un título que constituye una verdadera advertencia: Por nuestras libertades (antes de que sea demasiado tarde). Claves para entender el Medio Oriente y el oscurantismo que se avecina en Occidente”, de la periodista y escritora mexicana Silvia Cherem.
El citado documental muestra las diversas respuestas en EEUU que se iniciaron al día siguiente de la brutal irrupción terrorista en Israel del 7 de octubre de 2023, perpetrada por grupos terroristas palestinos, caracterizados por ser yijadistas y genocidas. Muestra e indaga acerca del incremento del antisemitismo inmediatamente después de dicha masacre, cuando en Israel aún estaban dedicados a contar los muertos, recoger e identificar los restos esparcidos, buscar a los desaparecidos y tratar de determinar quiénes fueron secuestrados; pero ya entonces se observó a vastos sectores que justificaron las barbaries cometidas por Hamás, la Yijad Islámica más numerosos gazatíes comunes, sumadas estas celebraciones con una amplia divulgación del odio contra los judíos y la demonización de Israel, así como serias amenazas de extender esos asaltos por todo el mundo.
Silvia Cherem (a la derecha) durante la presentación de su libro Por nuestras libertades en una librería de Coral Gables, Florida
(Foto: Beatriz Rittigstein)
La película expresa el lógico desconcierto frente a las reacciones que, mediante un irracional malabarismo verbal y una alteración macabra de papeles, trastocaron la indignación dirigiéndola hacia los judíos, víctimas de las atrocidades de grupos terroristas palestinos, en lugar de exasperación contra los crueles victimarios. De esa manera, bajo calumnias, tergiversaciones de los sucesos y tantas tretas más, trasformaron a los terroristas en “resistentes luchadores por la libertad”, amplificando la narrativa antisemita, principalmente en los campus universitarios a lo largo y ancho de EEUU, en los cuales ya estaban establecidos grupos radicales vinculados a Hamás y a los Hermanos Musulmanes, como Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP por sus siglas en inglés), quienes junto a innumerables “tontos útiles” prepararon y normalizaron el ambiente matonesco.
En palabras de Wendy Sachs: “Como comunidad judía de la diáspora, nos sentimos completamente devastados. Como si se hubiera desatado un trauma generacional… El 8 de octubre vi la protesta en Times Square, donde celebraron a Hamás. Y el 9 de octubre, más de 30 grupos estudiantiles de Harvard firmaron una carta culpando a Israel del ataque contra sí mismo… Parecía una auténtica Noche de los Cristales Rotos, un pogromo, algo que nunca antes vivimos y la intransigencia de las universidades, lo que vimos en las calles de EEUU, en las redes sociales, el silencio de tanta gente, me impactó tanto que sentí la urgencia de documentar la explosión de antisemitismo que estábamos presenciando”.
“El 8 de octubre vi la protesta en Times Square, donde celebraron a Hamás. Y el 9 de octubre, más de 30 grupos estudiantiles de Harvard firmaron una carta culpando a Israel del ataque contra sí mismo… Parecía una auténtica Noche de los Cristales Rotos, un pogromo, algo que nunca antes vivimos”
Wendy Sachs, directora de Octubre 8
Al igual que Wendy Sachs, Silvia Cherem, también impactada por los sucesos, sintió la imperiosa necesidad de rastrear, estudiar y analizar el incremento del antisemitismo desatado a continuación del nefasto 7 de octubre. Así, en su libro elabora un recuento de esas aterradoras horas en las que los gazatíes convirtieron el bucólico sur de Israel en un infierno, recogió testimonios de sobrevivientes, explicó los engaños del Islam radical para manipular a la opinión pública, la falsificación de hechos, la imposición de su propaganda, los roles de Irán y sobre todo de Catar, invirtiendo billones de dólares en tales campañas que promueven el más virulento antisemitismo y el control a través de la compra de medios y universidades.
Estos dos documentos enseñan con claridad los peligros del radicalismo islámico (aliado a las ultraizquierdas) para el mundo occidental, que ha sido infiltrado con narrativas impregnadas de códigos politizados, al punto que vacían las palabras de sus verdaderos significados, plantean comparaciones sin base y metáforas fraudulentas, en un intento de dominio global en el que hasta el lenguaje es cómplice. Así, los antisemitas reprocesan viejos prejuicios, bulos y libelos, y reaparecen en esta época como una emboscada contra nuestro propio sistema y cultura.
