La siguiente es la petición de conferimiento de tan preciado título que hiciera el profesor Daniel Varnagy para la “intransigente” Sofía Ímber ante la Universidad Simón Bolívar, evento que iba a realizarse justo un día después de su fallecimiento
Caracas, 9 de septiembre de 2016
Universidad Simón Bolívar
Vicerrectorado Académico
División de Ciencias Sociales y Humanidades
Profesora Doctora Sandra Pinardi
Directora de la División
E n mi condición de profesor titular de esta casa de estudios, y Responsable de la Especialización en Opinión Pública y Comunicación Política, me dirijo con el mayor respeto a tan alta instancia con la finalidad de someter a su consideración el conferimiento de la distinción DOCTOR HONORIS CAUSA a SOFÍA ÍMBER por parte de nuestra institución, y empleando para ello el Artículo 2º del Reglamento de Distinciones Honoríficas vigente de nuestra casa de estudios, que reza: “La Universidad podrá otorgar distinciones honoríficas a las personas de sobresalientes méritos en el campo científico, cultural o profesional [...]”.
Mi solicitud se fundamenta en la posibilidad institucional de reconocer, distinguir, premiar y difundir la trayectoria profesional de tan distinguida dama. Los valores que ella ha promovido en más de 70 años de actividad en el área del periodismo, de la cultura, de las artes y de la política son perfectamente consistentes con los contenidos en el Artículo 4º del citado Reglamento, el cual expone que: “El Doctorado ‘Honoris Causa’ es la máxima distinción que la universidad otorga a personas de excepcionales méritos que hayan contribuido significativamente al progreso social, científico y cultural de la nación, el pueblo latinoamericano o la humanidad”.
Es el caso que estos méritos son universalmente conocidos: Van desde la fundación del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (Sofía Ímber), hasta la sistematización de la actividad periodística en el campo político por medio de la conducción de célebres programas televisivos, tales como “Buenos Días” junto a su finado esposo, el eximio intelectual Carlos Rangel, entre muchos otros; así como su participación en medios de comunicación impresos y radiales de corte social, político y de actualidad. Su actividad periodística se inicia en 1944, y se extiende de forma ininterrumpida y activa hasta hace pocos años. Galardonada con el Premio Nacional de Periodismo (1971) —sin haberse graduado nunca de esta profesión, ni de otra—, es una reconocida luchadora por la defensa de los valores democráticos de la libertad de expresión, a la par de la promoción de la actividad cultural como pilar fundamental del crecimiento estructural de la sociedad. Tiene en su haber condecoraciones internacionales de extrema valía, y que están reflejadas en su currículum vitae (…)
La señora Ímber es la personificación de los elementos humanistas trascendentes de nuestra identidad institucional. Ella ha conducido su vida profesional, personal y como venezolana de forma ética, ejemplarizante, construyendo instituciones, y creando academia del quehacer en las áreas de su fortaleza. Venezuela fue considerada por décadas un país culturalmente de avanzada en las artes, y con maestría en el periodismo. Estos dos elementos entrelazados en una sola persona, Sofía Ímber, han hecho distinguida a nuestra nación, y han colocado en relieve positivo al gentilicio del país.
En su actividad periodística, la respetuosa confrontación de ideas, el debate político de altura, la investigación metódica y sistemática de los temas de interés nacional, y el constructo de una línea de pensamiento en “Opinión Pública y Comunicación Política”, generó como resultado el posicionamiento del país como referencia internacional en el periodismo político crítico y libre. Su actuación profesional reflejó y contribuyó grandemente a considerar que el país disfrutaba una libertad de pensamiento, criterio e independencia ideológica que quizá hoy algunos echamos de menos. A la par, y en las artes, su tozudez, empeño y determinación lograron que muchos artistas venezolanos adquiriesen fama mundial; así y del mismo modo, ella logró que artistas desconocidos de otras latitudes tuviesen la fama que hoy en día los caracteriza. La creación del Museo Contemporáneo de Caracas (Sofía Ímber) albergó, durante sus casi 30 años de gestión, una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del continente.
Su labor, en ambas áreas, es un trabajo académico de altísima calidad: investigación detallada, pormenorizada, sistemática, rigurosa e “intransigente” en todos los ámbitos. Son estos atributos de naturaleza académica los que me hacen solicitar esta distinción: su vida hace perfecto paralelismo con los principios y valores de esta casa de estudios. Tanto, que estamos en deuda con ella, pero también —y a la vez— con Venezuela: otorgar esta distinción a Sofía Ímber es un mensaje al país en mucho mayor medida que solamente un agradecimiento a la trayectoria excepcional de una persona. El mensaje estriba en que la honestidad intelectual, el trabajo, el esfuerzo, la trasparencia, la disciplina y el amor por la “ciencia, la conciencia y la verdad” son elementos absolutamente fundamentales para la construcción del país brillante y democrático que todos, sin distingo, deseamos y merecemos. Sofía Ímber muestra en sí misma que dichos valores se traducen inequívocamente y de forma trascendente, que Venezuela será siempre una referencia mundial por la calidad positiva de su gente. Esto es, entonces, ser un Doctor Honoris Causa por la Universidad Simón Bolívar.
Daniel Varnagy
Profesor titular, Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas
División Ciencias Sociales y Humanidades
Universidad Simón Bolívar
1 Comment
Sabiendo como era Sofia continuo siendo intransigente hasta el final, murió 1 dia antes del conferimiento de doctorado…..diria que nadie le consulto. Debemos esta agradecidos a Sofia que coloco a Venezuela, con el MAC a nivel mundial en materia cultural.