En ocasiones es imprescindible aclarar el significado de algunos conceptos, para no irrespetar la memoria de las víctimas y sus familiares
Familiares y sobrevivientes del atentado contra la AMIA protestan por la falta de justicia 28 años después
«Falsos positivos». Nombre con el que la prensa colombiana denominó al involucramiento, principalmente de miembros del Ejército Nacional de Colombia, en el asesinato de civiles no beligerantes, haciéndolos pasar como bajas en combate en el marco del conflicto armado interno de ese país.
Estos asesinatos tenían como objetivo aparentar resultados operacionales muy exitosos contra el narcotráfico, con el fin de obtener descansos, condecoraciones, retribuciones económicas u otros reconocimientos.
Atentado contra la AMIA. Ataque terrorista con coche bomba que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires el 18 de julio de 1994. Dos años antes, en un atentado similar, fue volada la embajada de Israel en la misma ciudad, causando la muerte a 22 personas.
Con un saldo de 85 personas asesinadas y 300 heridas, el de la AMIA se considera el mayor atentado terrorista de la historia argentina. Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos ubicados fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial.
Por cierto que aproximadamente 30 de las víctimas no eran judías, y algunos fallecidos iban simplemente caminando por la calle.
En 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner y después de doce años de investigación, el fiscal especial a cargo acusó formalmente al gobierno de Irán de planificar el atentado, y al grupo Hezbolá del Líbano de ejecutarlo. La justicia argentina imputó a ocho funcionarios iraníes y un ciudadano libanés de ser los autores, contra quienes ordenó alertas rojas de captura de la Interpol, que fueron aprobadas y siguen vigentes.