E l pasado 20 de octubre se llevó a cabo un debate de ideas denominado “Netanyahu bajo la lupa”, durante el cual se plantearon dos visiones con respecto al actual primer ministro de Israel. El encuentro, una iniciativa de la Federación Sionista de Venezuela, se llevó a cabo en la sede de la Fraternidad B’nai B’rith.
Los expositores fueron Elías Farache, vicepresidente de la CAIV y ex presidente de la FSV; y Dany Bahar, quien posee un Master en Economía por la Universidad Hebrea de Jerusalén y actualmente se desempeña como economista en el Instituto Brookings de Washington. Ambos tienen trayectoria como activistas en nuestra kehilá, y en terminología clásica representan respectivamente a la “derecha” y la “izquierda”.
El moderador fue Alberto Moryusef, vicepresidente de la FSV, quien señaló en su introducción que el debate es intrínseco a la naturaleza del Judaísmo, con una capacidad de autocrítica que se manifiesta permanentemente en el Estado de Israel. Se otorgó un breve lapso a cada ponente para que presentara sus puntos de vista, luego unos minutos para que se respondieran mutuamente, y al final se abrió un período de intervenciones del público con preguntas a los panelistas.
Durante su breve disertación, Farache reconoció que admira a Netanyahu, a quien considera un “líder necesario para estos tiempos”, y destacó como virtudes su coherencia en política exterior cuando se desempeñó como canciller, y sus logros como ministro de Finanzas, gracias a los cuales, en su opinión, la economía israelí resistió la “crisis de la burbuja” y la caída de las bolsas internacionales que dio lugar a la llamada Gran Recesión.
Destacó Farache que en 2009 el primer ministro planteó como condición para negociar con los palestinos que estos reconozcan el carácter judío de Israel, lo cual, afirma, “ha desenmascarado el antiisraelismo de los palestinos, pues el verdadero problema es ese”. Señaló que Netanyahu también ha sido “duro” frente a Irán, ha defendido con claridad la posición de Israel ante EEUU y Europa, ha sido “inteligente” en su relación con Rusia, ha logrado que la guerra siria no tenga impacto en Israel, y ha sido “recio” frente a la Autoridad Palestina y Hamás.
Asimismo señaló el ponente que Netanyahu también ha sido capaz de ceder, como en las conversaciones de Wye Plantation de 1996, cuando estuvo de acuerdo con que Hebrón forme parte de un eventual Estado palestino a pesar de ser la segunda ciudad más sagrada para el Judaísmo, o como cuando suscribió la idea de un Estado palestino durante el famoso discurso de la Universidad de Bar Ilán. Para finalizar, Farache señaló que Netanyahu tiene “sentido de trascendencia histórica”.
Por su parte, Dany Bahar puntualizó que sus planteamientos críticos coinciden con los de una parte significativa de la sociedad israelí, que está en desacuerdo con muchas de las políticas del gobierno de Netanyahu. Señaló que Israel tiene opciones muy claras: si mantiene su control sobre Cisjordania y eventualmente la incorpora, no podría ser un Estado judío y democrático a la vez; la alternativa es separarse de Cisjordania para que surja allí un Estado palestino. Advirtió Bahar que el actual statu quo no puede continuar, pues está “carcomiendo” al país y poniendo en riesgo la democracia; “el tiempo está en contra nuestra”, sentenció.
Bahar respondió a Farache que, a pesar de la oposición de Netanyahu, las potencias firmaron el acuerdo con Irán, que sus políticas han puesto en riesgo la relación con EEUU, y ha incrementado los asentamientos, lo que dificulta la separación de Cisjordania. Además, aseguró que el actual gobierno intenta socavar la democracia israelí, por ejemplo con las propuestas de reformar la Corte Suprema de Justicia para reducir sus poderes, frecuentes amenazas a ONGs e incluso artistas opuestos a sus políticas, y sugerencias como la del ministro Avigdor Lieberman de hacer trasferencias de poblaciones, o de exigir lealtad al Estado para otorgar la ciudadanía.
El animado debate continuó con numerosos planteamientos por parte del público, en un evento que hoy en día resulta poco frecuente en nuestra kehilá.
S.R.