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Es considerado uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y sus obras, traducidas a muchos idiomas, han sido distinguidas con numerosos premios
D avid Grossman (Jerusalén, 1954), reconocido tanto por la creación de cuentos infantiles como de ensayos artículos periodísticos y novelas, activista de la izquierda israelí y con varios escritos traducidos a 42 idiomas, fue designado ganador del Premio Israel 2018 en la categoría de Literatura.
El ministro de Educación israelí, Naftali Bennett, se refirió a Grossman como “una de las voces más profundas, conmovedoras e influyentes de nuestra literatura, que desde mediados de los ochenta ocupa un lugar central de la cultura israelí", al tiempo que recalcó que en su obra —que incluye novelas, historias, ensayos, documentales y trabajos para niños— “ha presentado una serie de piezas maestras llenas de imaginación, profunda sabiduría, sensibilidad humana, aguda posición moral y un lenguaje único y resonante".
Por su parte, el presidente Reuven Rivlin celebró la decisión de otorgar el premio, que se entrega anualmente a ciudadanos israelíes que hayan hecho un aporte especial a la sociedad en ámbitos como estudios judíos, ciencias sociales y naturales, cultura y arte, entre otros, a quien calificó como "uno de los más grandes escritores del pueblo judío”. Grossman estudió Filosofía y Teatro en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y trabajó como corresponsal y actor en la radio nacional Kol Israel, donde fue uno de los presentadores del programa infantil Gato en el saco (1970-1984). Su libro infantil Duelo fue trasmitido como programa en esa emisora.
Comenzó escribiendo literatura para niños y jóvenes, y su primera novela para adultos fue La sonrisa del cordero (1983). Grossman es considerado uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y sus obras, traducidas a muchos idiomas, han sido distinguidas con numerosos premios.
Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, como La sonrisa del cordero (Shimon Dotan, 1986), Alguien con quién correr (Oded Davidoff, 2006), El libro de la gramática interna (Nir Bergman, 2010) y El chico zigzag (Vincent Bal, 2012).
Naftali Bennett, ministro de Educación de Israel
Por su parte, el presidente Reuven Rivlin celebró la decisión de otorgar el premio, que se entrega anualmente a ciudadanos israelíes que hayan hecho un aporte especial a la sociedad en ámbitos como estudios judíos, ciencias sociales y naturales, cultura y arte, entre otros, a quien calificó como "uno de los más grandes escritores del pueblo judío”. Grossman estudió Filosofía y Teatro en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y trabajó como corresponsal y actor en la radio nacional Kol Israel, donde fue uno de los presentadores del programa infantil Gato en el saco (1970-1984). Su libro infantil Duelo fue trasmitido como programa en esa emisora.
Comenzó escribiendo literatura para niños y jóvenes, y su primera novela para adultos fue La sonrisa del cordero (1983). Grossman es considerado uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y sus obras, traducidas a muchos idiomas, han sido distinguidas con numerosos premios.
Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, como La sonrisa del cordero (Shimon Dotan, 1986), Alguien con quién correr (Oded Davidoff, 2006), El libro de la gramática interna (Nir Bergman, 2010) y El chico zigzag (Vincent Bal, 2012).
• “Durante la Guerra de los Seis Días [1967] yo tenía 13 años, y estaba seguro de que iba morir. Un día vinieron unos rabinos al patio de mi colegio y oficiaron una extraña ceremonia. Estaban consagrando el terreno para usarlo como cementerio militar. Venimos de una larga historia, trágica y terrible. Vivimos en uno de los lugares más violentos de la Tierra, donde muchos países vecinos no quieren que existamos aquí. No podemos embellecer la realidad. El israelí medio tiene muy buenas razones para tener miedo. La única forma de sobrevivir es contar con un ejército fuerte para defendernos. Pero también necesitamos la paz. Solo con el ejército no se puede dar una respuesta completa a la complejidad de nuestra existencia”.
• David Grossman fue despedido de la radio pública cuando Yasir Arafat reconoció en 1988 la existencia de Israel en nombre de los palestinos. Él era el presentador del principal espacio de la mañana. “Pregunté por qué no abría el informativo, y me dijeron que obedecían instrucciones del Ministerio de Defensa, que entonces dirigía Itzjak Rabin. En ese caso, repliqué, no me puedo seguir haciendo cargo del programa. Al día siguiente, mi mujer leía el periódico Haaretz y se topó con la información de que yo había sido despedido por desobediencia. Les pareció más barato llamar al diario, así que me enteré por la prensa. Fue una lección muy interesante. Ver cómo gente con valores morales se había adaptado al llamado espíritu del mando, que implica boicotear a aquel que se salga del camino trazado. Ese era el espíritu dominante entonces en Israel. Ahora es mucho peor, por supuesto”, comentó el escritor a El País de Madrid.
• Grossman pagó un alto precio durante la guerra de Líbano de 2006. “Perdimos a nuestro hijo Uri. Nadie me ha mostrado una solución al conflicto mejor que la de los dos Estados. Lo que ocurrió en mi familia me afectó, y mucho, pero no cambió mi posición política”.
• En 2017, Grossman se convirtió en el primer escritor israelí que obtuvo el prestigioso premio Man Booker Internacional, en lo que supone, entre otras cosas, un regalo a la Feria Internacional del Libro que se celebra estos días en la ciudad donde nació hace 63 años, Jerusalén. Gran Cabaret, la obra premiada, fue elegida como la mejor novela traducida al inglés en una ceremonia celebrada en el Museo Victoria & Albert en Londres. Curiosamente, Gran Cabaret es una de las obras más “israelíes” del autor: relata una historia local en torno a un entrañable humorista de nombre “Dóvale”.
Redacción NMI
Fuentes: - El País (Madrid)- Tribuna Israelita (México): tribuna.org - Wikipedia.orgEs considerado uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y sus obras, traducidas a muchos idiomas, han sido distinguidas con numerosos premios